Cada año es más caluroso que el anterior y 2024 no será la excepción. El bochorno insoportable este año no tendrá parangón, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la razón es que el Fenómeno de El Niño pegará con fuerza en 2024.
El anuncio de la OMM es preocupante, pues además confirman que 2023 fue el año más caliente jamás registrado, y “por un margen enorme”. La temperatura global promedio anual se acercó a 1,5° Celsius por encima de los niveles preindustriales todo gracias a seis conjuntos de datos internacionales con los que realizaron una evaluación autorizada de la temperatura para confimar que 2023 fue clasificado como el año más cálido.
La OMM utiliza conjuntos de cifras basadas en datos climatológicos de sitios de observación, barcos y boyas en redes marinas globales, desarrollados y mantenidos por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA), el Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA (NASA GISS), el Met Office Hadley Center del Reino Unido y la Unidad de Investigación Climática de la Universidad de East Anglia (HadCRUT) y el Berkeley Earth Group.
Estas mediciones y variables les dan la seguridad de que 2024 podría ser un año más caliente. “Las acciones de la humanidad están quemando la tierra. 2023 fue un mero anticipo del futuro catastrófico que nos espera si no actuamos ahora. Debemos responder a los aumentos récord de temperatura con medidas innovadoras”, afirmó el Secretario General de la ONU, António Guterres.
Cuestión de grados
La temperatura media anual en 2023 estuvo 1,45 °C por encima de los niveles de la era preindustrial (1850-1900), según detalló AFP.
Esta cota está un poco por debajo a las estimaciones del Observatorio Europeo del Clima Copernicus, que anunció en su balance que el año pasado se registró un aumento de 1,48 °C con respecto a la era preindustrial.
Los acuerdos de París para el clima fijaron como objetivo limitar el alza de las temperaturas a 1,5 °C en relación con dicha era.
Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, NOAA, la temperatura mundial en la superficie en 2023 fue 1,18 °C superior a la media del siglo XX. También fue más cálida que el siguiente año más caluroso, 2016, por un margen récord de 0,15 °C.
El mercurio de los termómetros subió especialmente en el Ártico, el norte de América del Norte, Asia central, el Atlántico Norte y el este del Pacífico tropical, según el reporte de la NOAA.
Celeste Saulo, la argentina que asumió a comienzos del año como nueva Secretaria de la OMM, afirmó que el cambio climático es el mayor desafío al que se enfrenta la humanidad. “Viniendo del Sur Global, soy plenamente consciente de la necesidad de esforzarse por priorizar las necesidades de los más vulnerables”, para que estos países puedan desarrollar su resiliencia frente a los fenómenos extremos relacionados con el clima, el tiempo, el agua y el medioambiente, añadió.
Y ante el aumento de la temperatura, un tema muy preocupante y evidente en el día a día, surgen varias inquietudes, la más importante: a estas alturas, ¿se puede hacer algo?
El fenómeno de “el niño”, la clave del calor
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia explica en el documento Plan Nacional de Gestión ante el Fenómeno de El Ñiño que dentro de la escala de variabilidad interanual en el Océano Pacífico Tropical son posibles tres condiciones: El Niño (calentamiento extremo), condiciones normales y La Niña (enfriamiento extremo). Estos fenómenos generan “cambios sobre las condiciones meteorológicas y climáticas, tales como: presión y circulación atmosférica; además, de las corrientes oceánicas, el nivel del mar y las precipitaciones continentales, implicando impactos sobre las dinámicas ambientales, socioeconómicas, culturales y humanas en el contexto global”.
Celeste Saulo precisó en el comunicado de la OMM que “el paso del enfriamiento de La Niña al calentamiento de El Niño para mediados de 2023 reflejó claramente el aumento de la temperatura con respecto al año anterior” y por eso, dado que El Niño suele tener el mayor impacto en las temperaturas globales después de alcanzar su punto máximo, es que afirman que 2024 podría ser aún más caluroso.
Y aunque estos fenómenos ocurren naturalmente y van y vienen de un año a otro, “el cambio climático a largo plazo está aumentando y esto se debe inequívocamente a las actividades humanas. La crisis climática está empeorando la crisis de desigualdad. Afecta todos los aspectos del desarrollo sostenible y socava los esfuerzos para abordar la pobreza, el hambre, la mala salud, los desplazamientos y la degradación ambiental”, dijo Saulo. Por eso hay que entender el fenómeno para tomar acciones y prepararse.
La experiencia de años anteriores ha ayudado a encontrar las falencias y los retos que el país no ha logrado superar ni subsanar, por eso, en el Plan Nacional presentado a finales del año pasado se establecen como metas: “Mejorar la coordinación entre los niveles de gobierno, fortalecer la capacidad de preparación y respuesta (sectores y territorios), incrementar la participación de la comunidad en la gestión del riesgo, invertir en infraestructura resiliente para hacer frente a los eventos climáticos extremos y fomentar la educación y sensibilización sobre el riesgo climático”.
¿Qué va a pasar en el Valle de Aburrá?
A veces pareciera que las personas que viven en Medellín están más expuestas al calor que cualquier otras, pero “el Fenómeno de El Niño, al suceder en el Océano Pacífico tiene efectos en todo el planeta, y esos efectos dependen de las posiciones geográfica de cada lugar y de las respuestas de la atmósfera, en esa medida, Medellín y la región centro y norte del país en general, El Niño lo que hace es que el aire que usualmente asciende sobre Colombia, descienda, las consecuencias de eso es que no hay nubes, llueve menos y hace más calor”, explicó Santiago Giraldo Cárdenas, magíster en ciencias del océano y la atmósfera de la Universidad de California.
Y además de padecer esa sequía natural, esta ciudad debe enfrentar el hecho de que su expansión urbana le proporciona un proceso al que se le conoce como islas de calor, pues no es lo mismo estar bajo el sol en una manga a estar bajo el sol en el asfalto del centro de la ciudad, pues se sentirás más calor en la superficie cubierta de asfalto que en la natural.
Así que los científicos saben, gracias a sus estudios, que al menos durante este primer semestre del año las condiciones del Fenómeno de El Niño se van a mantener, “y para nosotros las condiciones de El Niño implican menos nubes, lo cual puede hacer que haya más radiación solar, más temperatura, que se sienta mucho calor, pero cuánto más de lo normal, no es posible decirlo”, añadió Giraldo.
Implicaciones a nivel ambiental en Colombia
Explican desde el documento del Ministerio de Ambiente que la pérdida de la cobertura vegetal y los disturbios que pueden sufrir un ecosistema, en una parte, se pueden asociar a la ocurrencia de incendios forestales producto de las temporadas de menos lluvias y efectos del Fenómeno de El Niño. También se habla de la reducción de la biodiversidad o migración de especies de fauna.
El desabastecimiento hídrico también se verá impactado por y el aumento de temperatura porque no solo afecta “la disponibilidad del caudal ecológico para el sostenimiento de la vida en los ecosistemas sino también el caudal útil para el desarrollo de actividades humanas”.
Y traen a colación lo que pasó en el periodo 2015-2016, -considerado también como uno de los más fuertes de la historia-, en el que hubo reducción en la oferta hídrica y el aumento del precio de la electricidad. “Además, 719 municipios de 28 departamentos resultaron con afectaciones y se presentaron 367 calamidades públicas declaradas por desabastecimiento hídrico, incendios forestales e impactos en el sector agropecuario”.
¿Cómo afectará a la economía y a la industria?
La sequía también tiene impactos financieros porque puede provocar que suba el precio de la electricidad y de los alimentos; que son dos gastos básicos del diario vivir.
¿Por qué sube la luz? Porque en Colombia cerca del 70% de la energía se genera con plantas hidroeléctricas, pero al mermar el agua disponible en los embalses, hace falta prender las plantas termoeléctricas y eso aumenta el costo en la factura.
De acuerdo con XM, operador del Sistema Interconectado Nacional (SIN), con corte al 14 de enero, el nivel de los embalses estaba en 65%, denotando una bajada de 9 puntos porcentuales si se compara con el volumen registrado hace un mes; lo se convierte en otro síntoma de la abrumadora ola de calor.
En las casas que cuentan con ventiladores muy posiblemente aumentará el consumo de luz y el precio que se paga por cada kilovatio.
Por otro lado, esta condición climática tiene la capacidad de afectar las cosechas y provocar que los alimentos suban de precio en plazas y supermercados.
El Fenómeno de El Niño de 2016, ya antes mencionado y que fue catalogado como el más intenso puede servir de ejemplo. En julio de ese año los precios al consumidor llegaron a un pico de 8,9%, atizados por los rubros de alimentos y servicios públicos.
¿Qué puede hacer usted ante este aviso?
Una vez el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) confirmó en diciembre la llegada al país del Fenómeno de El Niño, varias entidades dieron recomendaciones para evitar emergencias durante su desarrollo.
“Es importante recordarles a todos las recomendaciones principalmente porque el aumento de temperatura nos puede llevar a que, en algunos puntos, tengamos alta susceptibilidad para incendios de cobertura vegetal. El aumento de estos casos puede implicar afectaciones ambientales importantes”, expresó la directora del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Medellín (Dagrd), Laura Duarte, por ejemplo.
Por lo que se le encomendó a la ciudadanía no hacer quemas en zonas verdes, no dejar basura en las zonas boscosas y mucho menos dejar vidrios, también es imprescindible apagar por completo las fogatas que se hagan por diversión, y atender los cuidados personales para evitar a toda costa los problemas de salud:
“Hay que hidratarse con agua permanentemente, no estar expuesto por mucho tiempo a altas temperaturas para evitar golpes de calor y usar bloqueador solar todos los días (y reaplicarlo varias veces al día). Y ante cualquier incidente, debe reportarlo de inmediato a la Línea Única de Emergencias 123”, concluyó Duarte.
Por su parte, el Área Metropolitana invitó a todos los habitantes a que utilicen más el servicio público y compartan el vehículo particular, puesto que el Fenómeno de El Niño evitará que llueva y permitirá que las partículas PM 2,5, las más dañinas para los seres humanos, se concentren con mayor facilidad en la atmósfera y afecten la calidad del aire de la ciudad.
¿Es posible detener el aumento?
En el 2015, con el Acuerdo de París, las naciones acordaron comprometerse con una serie de esfuerzos que permitieran mantener el incremento de la temperatura de la Tierra por debajo de 1,5 °C, un objetivo que sí es posible y que requiere “reducciones de emisiones ambiciosas” y “cambios rápidos, profundos y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad”, según el Grupo intergubernamental sobre cambio climático (IPCC, por sus siglas en inglés).
Pero, pensar que más allá del 2030 o del 2050 el planeta mantendrá su temperatura debajo o sobre un 1,5 °C cuando se sabe que en el 2023 se pisó el umbral de 1,4 °C, parece mentira, sin embargo, esa temperatura se promedia en cada década y así como hay épocas de tremenda sequía, hay épocas de heladas, lo cual proporciona el balance.