La Secretaría de Salud de Medellín lanzó esta semana una ambiciosa estrategia con la que se busca expandir la red pública de salud mental en la ciudad, a través de la apertura de 33 nuevos escuchaderos.
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Si bien el Distrito ya tenía una decena de estos espacios, ubicados en puntos estratégicos como las estaciones del metro, la Terminal del Norte, la Plaza Minorista y varios corregimientos, ahora el objetivo es que dicha estrategia se expanda por todo el territorio.
“Con estos 33, ya sumamos 43 escuchaderos en total. Estos lugares son para la orientación, en los cuales las personas de cualquier edad pueden ser atendidas si presentan alguna problemática en salud mental”, explicó la secretaria de Salud de Medellín, Natalia López Delgado.
Cabe recordar que estos espacios, que son liderados por psicólogos, fueron creados con el objetivo de recibir a cualquier ciudadano y, sin costo alguno, brindarle acompañamiento y atención en salud mental.
Además de las consultas individuales, el programa también brinda atención a parejas, familias y múltiples grupos poblacionales como la comunidad LGTBIQ+ y las comunidades indígenas.
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Según informó la Alcaldía, esta red se divide en dos componentes centrales: un conjunto de escuchaderos fijos en 14 comunas y tres corregimientos, y un conjunto de escuchaderos móviles.
Por el lado de los escuchaderos fijos, en el caso de la comuna 1 (Popular) la Alcaldía habilitó espacios en la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio Granizal y el centro de salud Popular 1.
En la comuna 2 (Santa Cruz), la atención se hace en la Casa de Justicia Villa del Socorro y en la sede de Metrosalud de ese mismo barrio; en la comuna 3 (Manrique) en la Unidad de Vida Articulada (UVA) La Armonía; en la comuna 4 (Aranjuez) en el Centro de Desarrollo de Campo Valdés; en la comuna 5 (Castilla) en la Terminal del Norte, la estación Acevedo del metro y el búnker de la Fiscalía del barrio Caribe; en la comuna 6 (Doce de Octubre) en el Centro de Integración Barrial; en la comuna 7 (Robledo) en la Casa de la Justicia de Robledo; y en la comuna 8 (Villa Hermosa) en la UVA de la imaginación.
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De igual forma, en la comuna 9 (Buenos Aires) se presta servicio en la JAC del barrio Loreto; en la comuna 10 (La Candelaria) en la Plaza Botero, la Plaza Minorista, la estación San Antonio del metro, el Parque de las Luces, el Hospital General de Medellín y el edificio Carré; en la comuna 12 (La América) en las oficinas del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar de la calle 45 y el Mascerca de la carrera 89B; en la comuna 13 (San Javier) en la estación San Javier del metro y la Sede Social Pradera Baja; en la comuna 15 (Guayabal) en el Parque Biblioteca Manuel Mejía Vallejo; y en la comuna 16 (Belén) en el Parque Biblioteca de Belén.
Por el lado de los corregimientos, en el caso San Cristóbal hay escuchaderos en Casa de Justicia y la estación La Aurora del metrocable; en Altavista en la Calle 18 # 105-69; y en Santa Elena en la casa de gobierno de ese corregimiento, ubicada sobre la calle 10.
El nuevo impulso que se da a esta estrategia se produce luego de varios meses de debate, generado sobre todo por cuenta de una suspensión temporal de esos espacios en enero pasado, cuando culminaron los contratos de los profesionales que se encargaban de la atención.
Pese a que la Alcaldía había argumentado entonces que con esa medida se pretendía evaluar la pertinencia y el impacto del programa, la decisión fue cuestionada por coincidir con varias alertas emitidas desde entes como la Personería de Medellín y varios hospitales por una congestión en los servicios psiquiátricos.
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En un largo plazo, el funcionamiento de este tipo de espacios también han sido considerados como prioritarios por cuenta del rezago en varios indicadores de salud mental.
Por ejemplo, según se desprende de los informes de seguimiento al plan desarrollo, durante los últimos cuatro años la ciudad no ha logrado cumplir con sus metas de reducir la tasa de mortalidad por suicidio.
Aunque al cierre del gobierno pasado la meta era mantener dicha tasa por debajo de 6,6, en 2020 esta se ubicó en 7,34; en 2021 en 8,2; en 2022 en 7,16 y en octubre de 2023 en 7,16.
Un comportamiento similar ya se había registrado al cierre de la primera administración del hoy alcalde Federico Gutiérrez, que se fijó como meta bajar esa tasa por debajo de 5,0 y cerró en 6,4.
En medio de este panorama, los escuchaderos terminaron convirtiéndose en una de las estrategias más directas para acercar la atención en salud mental a los ciudadanos y arrojaron un balance de 1.293 acciones educativas sobre salud mental sobre al menos 14.917 personas tan solo en 2023.
Para conocer más detalles sobre esta oferta, la Alcaldía recordó que los interesados pueden comunicarse con la Línea Amiga Saludable 604 444 44 48 y el WhatsApp 300 723 1123.
