El alcalde de Medellín Federico Gutiérrez comentó durante una rueda de prensa un dato que daría cuenta de la “urgencia” que tiene el Distrito de salir de su participación en la empresa de telecomunicaciones Tigo-UNE por medio de un nuevo proyecto de acuerdo presentado al Concejo de Medellín.
Tras meditarlo un momento, el alcalde se atrevió a dar la cifra de lo que “a vuelo de pájaro” podrían costar las acciones de EPM en la compañía para este 2024.
“Acuérdense que los escenarios en el área de comunicaciones son muy cambiantes y por eso tiene que ser una firma externa la que determine el valor de las acciones en la empresa. Hoy, en libros, esta puede estar tasada en $1,6 billones, incluyendo los $300.000 millones de capitalización que recibió el año pasado”, dijo Gutiérrez.
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La cifra dista en casi $1 billón de lo que esperaba conseguir la pasada administración en otros cinco intentos por enajenar las acciones de EPM en Tigo.
Intentos que se frustraron no porque los concejales de ese entonces no conocieran el riesgo de mantener a EPM en Tigo sino porque no hubo claridad de que iba a hacer la administración Quintero con dichos recursos que oscilaban entre los $2,3 billones y los $2,8 billones, aunque esta siempre alegó que dicha plata no le quedaría a ella.
Y es que según las cuentas de la misma Tigo-UNE, en 2022 sufrió un deterioro patrimonial de $1 billón –deterioro causante de una reducción de $330.000 millones en las transferencias al distrito por parte de EPM para 2023– y que al parecer hasta hoy persiste toda vez que Tigo-UNE solo ha dado utilidades en dos años: en 2013 y 2019 (por $45.200 millones y $519 millones respectivamente).
Ese es uno de los argumentos con los que los técnicos de EPM han convencido al gerente de la empresa de servicios públicos, John Maya y al alcalde Gutiérrez, para que nuevamente le presente al Concejo de Medellín el proyecto de acuerdo para que EPM salga de Tigo.
No obstante, como insistió el alcalde en la rueda de prensa, será una firma externa y experta en las dinámicas del mercado la que tase el valor que hoy tiene la participación de EPM en Tigo.
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Pese a que aún no está claro el valor de las acciones y quien las compraría, el alcalde de Medellín propuso que –una vez se logre la venta– los recursos obtenidos vayan directamente a un fondo de EPM el cual será vigilado por un comité conformado por cinco personas “notables” de la ciudad.
Este grupo de veedores incluiría a miembros del empresariado, de la sociedad civil y de la academia, los que no solo velarán por la transparencia del uso de los recursos, así como de la eficacia en su gasto.
Gutiérrez también recomendó que el dinero destinado al fondo resultante de la venta de las acciones se use para financiar cinco proyectos de ciudad encaminados al desarrollo tecnológico y la formación de talento humano.
“Como el Concejo de Medellín no puede definir a donde van los recursos, esa tarea recae en la Junta de EPM. Por eso, de concretarse el proyecto de enajenación y la venta de las acciones, le propongo a la junta que los recursos del fondo vayan a proyectos como la formación en habilidades tecnológicas de la industria de la Cuarta Revolución para la gente de Medellín; en capitalización de emprendimientos tecnológicos; en la digitalización del gobierno para realizar trámites por internet; la inversión a proyectos tecnológicos aplicados a la prestación de servicios públicos y de seguridad en el norte de la ciudad –la cual será una zona de testeo de nuevas tecnologías–; y finalmente en la gestión de un nuevo modelo de residuos sólidos aplicando la economía circular”, señaló el mandatario.
Si bien el alcalde señaló que la mayoría de concejales comprende su postura, hay algunas voces disonantes a su propuesta. Una de ellas es la del concejal del Pacto Histórico José Luis Marín, quien comentó que le vio algunos elementos preocupantes a la exposición hecha por Gutiérrez.
“El alcalde insiste que la venta de acciones no es privatización y que EPM se mantendrá 100% pública. Pero para mí no es cierto porque privatización es cuando usted coge activos públicos y se los vende a un privado como en este caso. EPM ha caído en malos negocios como Afinia, Bonyic, Aguas de Antofagasta y la ejecución de Hidroituango. Estos han desmejorado la economía de EPM, lo que ha hecho que la empresa tenga que vender sus acciones, cayendo en esa privatización que señalo”, explicó.
Marín también señaló que las propuestas de inversión del alcalde ya están en el Plan de Desarrollo. “Yo lo que veo es que el alcalde busca que estos recursos se usen para cumplir su Plan”, dijo.
Finalmente Marín señaló que cuando se presentó por parte de Quintero la enajenación, el Centro Democrático dijo que solo votaría positivo si se especificaba en el proyecto la destinación exclusiva de los recursos si se reemplazaban las acciones con otro activo que engrosara el conglomerado público del distrito.
“Hoy Federico dijo que la destinación exclusiva jurídicamente no era posible pues incluirla en el proyecto era un prevaricato. Además, en el proyecto presentado no vemos ese activo a canjear. ¿Entonces por qué antes el CD si ponía condiciones pero hoy no? El concejo dice que porque hay confianza en este alcalde y en el otro no. Pero en ese pensamiento se dejan de lado un montón de elementos técnicos que hay que tener en cuenta antes de decidir”, añadió Marín.
El alcalde le contestó a Marín y señaló que saber en qué se invertirá la plata es la principal diferencia de este nuevo proyecto con el presentado al Concejo por parte de la administración de Quintero.
“Si el Concejo aprueba la enajenación, los recursos de la venta no vendrán al Distrito. ¡Ojo! Estos no son recursos para Plan de Desarrollo porque el Plan ya está aprobado y financiado. Estos serían recursos para llevar a Medellín a otro nivel”, agregó.
Por ahora se espera que el Concejo de Medellín apruebe el cronograma de las discusiones en el recinto tanto en la Comisión Primera como en la Plenaria. El mensaje del alcalde es que el tema debe hacerse sin prisas y aclarando todas las dudas de la comunidad.
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