Los choques que entre el gobierno Petro y la Alcaldía de Federico Gutiérrez ha causado la creación de un nuevo espacio de Buen Comienzo en la antigua estación del ferrocarril El Bosque –donde funciona la biblioteca popular Betsabé Espinal– siguen dando de qué hablar.
Tras la publicación hecha por EL COLOMBIANO sobre la situación que viene aconteciendo en este espacio del barrio Moravia, el ministro de la Cultura, las Artes y los Saberes de Colombia, Juan David Correa, buscó a este diario para contar su versión de los hechos. A través de un diálogo telefónico minutos antes de partir hacia el departamento de Chocó para cumplir con su agenda, Correa indicó que tras conocerse la instalación de una valla en el predio de la estación del ferrocarril que anunciaba la apertura del nuevo espacio infantil, sintió que la Alcaldía de Medellín le cerró la puerta en la cara a la iniciativa que buscaba convertir la antigua estación en una biblioteca popular.
“Yo en la reunión que tuve con el alcalde le dije en la cara lo que pretendía hacer (con la estación). Y aunque él tiene una ideología política que no tiene nada que ver con la mía, aún así siento que podemos llegar a acuerdos. Pero yo nunca obtuve una respuesta oficial a mi propuesta. Con eso, siento que lo que se hizo conmigo –como ministro– fue ignorarme y no contestarme tal vez por no considerarme un interlocutor válido”, apuntó Correa.
Primeras reuniones
Sobre esos diálogos iniciales en octubre de 2023, el ministro señaló que se enteró de la propuesta de la biblioteca popular por medio del viceministro de la Juventud Garet Sella, quien en septiembre visitó la ciudad y conoció la iniciativa popular organizada por jóvenes de Moravia.
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“Cuando conocí la historia de la biblioteca vine a Medellín, les pedí una cita a los jóvenes y hablé con ellos allá en la estación de El Bosque. Me contaron la historia y yo les dije que el bien no era del Ministerio porque si así lo fuera, se le hubiera puesto baños, vigilancia y un modelo de autogestión para entregárselos. Pero sin prometer nada, propusimos que nos encargábamos de hablar con el Parque Explora, con la Alcaldía de Medellín de ese momento y con Comfama para lograr esa entregar la estación. Ese mismo día hablé con los involucrados y propuse ponernos de acuerdo”, recordó Correa.
El alto funcionario indicó que por parte de la Alcaldía habló con el entonces secretario de Cultura Álvaro Narváez, quien dijo que “con mucho gusto” la Alcaldía contribuiría a que se entregara en comodato la estación a los jóvenes para adelantar el proceso de la biblioteca popular, pero entre octubre y diciembre de 2023 esto nunca pasó.
“Desde octubre se comenzaron a trasladar a la zona equipos del Ministerio para construir el proyecto. Con el secretario Narváez hablamos también esos dos meses. Yo le decía que por favor sacáramos el tema adelante, pero luego llegaron las elecciones y no logré sacar el proyecto”, agregó el funcionario.
Las reuniones con el alcalde Federico Gutiérrez
Pese a este revés, Correa dijo que no desfalleció en su intento de establecer la biblioteca popular. Por ello, desde las primeras semanas de enero comenzó a reunirse con la nueva alcaldía bajo la batuta de Federico Gutiérrez.
“Mi secretaria se reunió en la Alcaldía la segunda semana de enero con el secretario Córdoba. De hecho, yo hablé con él dos veces por teléfono y WhatsApp, así como con Andrés Sarmiento. Aprovechando una visita en Bello el 15 de marzo, me reuní con el alcalde Federico Gutiérrez para contarle lo que estábamos haciendo, porque –insisto– la biblioteca es una buena idea para enviarle un mensaje al país”, apuntó.
Según Correa, la idea era que bajo una corresponsabilidad la biblioteca fuera entregada a los jóvenes, bajo el entendido de que el Ministerio debía contratarlos, asignar vigilancia a la estación, así como servicios públicos, y velar para que el bien fuera conservado.
“El alcalde manifestó que él no estaba de acuerdo con entregar la estación a personas que estaban haciendo parte de unas protestas violentas, según él, en el ‘estallido social’. Yo le expliqué que las protestas tenían una consideración distinta a ser formas de violencia, pues para mí eran la expresión de una incomodidad de los jóvenes del país. Pero que la apertura de la biblioteca era la oportunidad de lanzar un mensaje poderoso a la sociedad: mostrar a que una alcaldía de derecha, un gobierno de izquierda y unos chicos que estuvieron manifestándose en el estallido social, se podían poner de acuerdo para llevar a cabo un proyecto de paz”, dijo.
Pese a las buenas intenciones, el ministro dijo que su propuesta nunca recibió una respuesta oficial, más allá de la valla que hoy anuncia la llegada de una sede de Buen Comienzo, que atiende a la primera infancia más vulnerable de la ciudad.
“No me gustan las agendas secretas”
Frente al tema de haber hecho público un asunto tratado en una conversación privada, el ministro indicó que decidió comentar su postura de forma abierta toda vez que la instalación de la valla fue la única “respuesta” que recibió tras mandarle una comunicación oficial a la Alcaldía sobre su decisión para dar en comodato a los jóvenes la estación de El Bosque.
“Consideré que dicha conversación no había sido importante para la Alcaldía y también consideré que era necesario contar cual fue mi papel en este asunto porque no me gusta tener ‘agendas secretas’ que generen suspicacias sobre todo a los jóvenes de Medellín, los cuales seguiré respaldando”, argumentó.
Frente a la postura del alcalde Gutiérrez de que la biblioteca popular se le entregaría a personas de la Primera Línea que estuvieron en hechos violentos durante las manifestaciones de 2021 y que incluso estarían detrás de la vandalización a la antigua estación El Bosque, el ministro señaló que sería una forma de estigmatizar y condenar a todo joven que protesta.
“La biblioteca popular es una oportunidad para mostrar la inmensa creatividad y fuerza de los jóvenes. Lastimosamente ese mensaje se diluyó en la idea de que esto era entregar un bien a la Primera Línea, mensaje que considero equivocado para este momento del país donde antes hay que apuntar a cosas que lleven a un cambio”, dijo.
¿Qué pasará con el espacio?
Finalmente sobre el futuro del proyecto de la biblioteca popular, el ministro apuntó que desde su cartera sigue apoyándolo.
“Si la alcaldía me dice que tiene voluntad para retomar la propuesta, yo no me voy a indignar y cerrar la opción. Por el contrario, nuestra sociedad necesita oportunidades. Si la alcaldía me llama ya mismo para que nos sentemos de nuevo, aquí estoy listo”, concluyó Correa.
