Justo en momentos en que Medellín y el Valle de Aburrá atraviesan por una situación ambiental difícil en cuanto a la calidad de su aire, el ITM acaba de anunciar que tres profesionales adscritos a la institución desarrollaron un dispositivo que protege a las personas de factores contaminantes.
La Superintendencia de Industria y Comercio (SI)C) le otorgó al Instituto Tecnológico Metropolitano la patente de invención al considerar que cumple con los requisitos de novedad, nivel inventivo y aplicación industrial que establecen las normas nacionales e internacionales.
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“Básicamente funciona con dos carcasas pequeñas que se adhieren en las fosas nasales de una manera ergonómica, sujetándola con un pequeño puente (similar al que usan las gafas) que permite que se quede acomodada dentro de la nariz. Las carcasas se pueden separar y dentro de ellas hay tres niveles de filtración que permiten captar todas esas partículas dañinas que ingresan a nuestro sistema respiratorio causando enfermedades”, explicó la docente e investigadora del Departamento de Diseño del ITM, Eliana Zapata Ruiz.
Se trata así de superar la incomodidad de las mascarillas que no son tan ergonómicas, las cuales afectan la apariencia y por no adaptarse del todo al cuerpo humano, permiten filtraciones, debido a que se acoplan a las paredes internas de las fosas nasales.
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El sistema sería, por lo tanto, útil para evitar contagios de enfermedades respiratorias y hasta el covid, lo mismo que para contrarrestar las partículas que deja la combustión del transporte y los procesos industriales en el Área Metropolitana y que igualmente generan patologías porque no alcanzan a ser frenadas por los filtros naturales que posee el sistema respiratorio de los humanos.
Adicionalmente, otra cualidad es que el pequeño aparato puede ser reutilizable de manera segura.
El proceso de desarrollo nació hace seis años por cuenta de las estudiantes Valentina, Sofía y Estefanía Duque, quienes como parte del Semillero de Biónica y Diseño presentaron un prototipo que buscaba una solución para que las personas se protegieran de la mala calidad del aire en la ciudad.
Sin embargo, en el transcurso del trabajo falleció la última de ellas mencionada por causas naturales y las demás abandonaron el proyecto durante varios meses. No obstante, retomaron las labores bajo el acompañamiento de dos docentes de la Línea de Investigación de Diseño y Materiales de la Facultad de Artes y Humanidades hasta que, por fin, lo culminaron.
“Esta patente es importante en tres sentidos. El primero y más humano es que a nosotros nos mueve Estefanía Duque; por ella seguimos la investigación. El segundo es porque los grupos y semilleros de investigación deben tener un acercamiento relacionado al diseño industrial a temas de innovación que mejore las condiciones de vida de los habitantes, y el tercero, que es una manera de motivar a nuestros estudiantes a que no todo está inventado y que de las ideas que salen de las aulas de clase se pueden llevar a la realidad con rigurosidad, disciplina y constancia pueden lograr procesos que impacten a la industria y a la humanidad”, dijo la jefe del Departamento de Diseño del ITM, Erika Solange Imbett Vargas.
No obstante, la institución universitaria aún no ha explicado cuándo se terminaría de surtir el proceso para la producción masiva ni cuándo saldrían al mercado.
El invento de las alumnas Duque es particularmente importante en momentos como el que actualmente viven los habitantes del Área Metropolitana, donde hace apenas unos días la mayoría de las estaciones de monitoreo del aire mostraban que los niveles de contaminación podían ser dañinos para la salud y el bienestar sobre todo de personas pertenecientes a grupos sensibles de la población, como adultos mayores, mujeres embarazadas, niños y adolescentes, personas que practican actividades al aire libre o personas con enfermedades respiratorias o cardiacas.
Por esta razón, las autoridades sanitarias invitaron a los integrantes de estos segmentos a no exponerse de manera prolongada en actividades al aire libre e hicieron un llamado a la población en general a utilizar lo menos posible los vehículos particulares.
Hasta 17 de las 19 estaciones del Sistema de Alertas Tempranas del Área Metropolitana, diseminadas por todo el territorio del Aburrá marcaron en rojo, mientras que las otras dos marcaban naranja, algo que en plata blanca mostró niveles de contaminación de entre 38 y 42 microgramos por metro cúbico de partículas PM2.5. Y si bien en los últimos días la evolución ha sido positiva, las autoridades ambientales mantienen declarado el estado de prevención y no descartan la aplicación de medidas adicionales para mitigar el nuevo periodo crítico de contaminación.
