Las bases políticas del presidente Gustavo Petro en Antioquia se están resquebrajando. En una guerra interna que se viene profundizando, varios líderes del progresismo local protagonizaron una pelea que destapó las tensiones que se viven en ese movimiento de cara a las elecciones de 2026 y en las que se debate la cabida que tendría en sus filas el séquito del exalcalde de Medellín, Daniel Quintero.
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El más reciente choque se desató precisamente por cuenta del aterrizaje del cuestionado exgerente de EPM, Jorge Andrés Carrillo, en la presidencia de ISA. Sin importar ser una funcionaria activa, la directora de la regional Antioquia del Departamento Administrativo para la Prosperidad Social (DPS), Paola Andrea Salazar Gómez, cuestionó desde el pasado 15 de agosto esa elección, calificándola como un “descache” y señalando no tener reparos en que se le viniera “el mundo encima” por su opinión.
Este fin de semana la funcionaria terminó de irse de frente contra el exalcalde, no solo cuestionando más nombramientos de antiguos funcionarios suyos, sino equiparándolo con el exdirector de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGRD), Olmedo López, quien hoy responde ante la justicia por corrupción.
“Daniel Quintero es otro Olmedo. El apoyo a ese sujeto y a la gente que permanece fiel a su figura, ora por burocracia, ora porque crea que es un buen líder, mina el proyecto progresista desde Antioquia y Medellín, proyectando su fracaso a todo el país. Es clave que el presidente Gustavo Petro lo entienda”, criticó Salazar.
Dicha declaración no solo generó sorpresa por detonar una confrontación en la que múltiples figuras del petrismo local se metieron, sino por sacar a flote que Salazar fue removida de su silla, en la que estaba bajo encargo. Si bien la entidad aún no se pronuncia sobre esa remoción, en los corrillos políticos ya se baraja que sería reemplazada por una excontratista de la Alcaldía.
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Aunque los resquemores internos que desata Quintero en el progresismo antioqueño no son nuevos —desde la mitad de su mandato figuras de la izquierda local como Luz María Múnera ya habían partido cobijas con su movimiento— las divisiones resucitaron con más fuerza este mes, justo cuando ese movimiento está ajustando sus tuercas para la contienda electoral que se avecina.
Pese a que desde mediados del año el aterrizaje de varios exfuncionarios de Quintero en el Gobierno Nacional como Juan Pablo Ramírez, Wilder Echavaría, Jhonatan Estiven Villada, entre muchos otros, ya se conocían, recientemente dos nuevos nombramientos volvieron a subirle la temperatura a la discusión: el de Carrillo y el de Farlin Perea Rentería, exgerente de Etnias en la Alcaldía de Medellín y desde el pasado 9 de julio directora regional de la Agencia Nacional de Tierras.
“Estoy segura de que si el presidente estuviera mejor informado sobre la pésima y corrupta administración que se hizo en Medellín, tomaría mejores decisiones al respecto, y no le estaría entregando las direcciones territoriales del gobierno en Antioquia, así como otros altos cargos nacionales como el de ISA. ¡El que quiere ver, que vea!”, dijo Salazar.
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A renglón seguido, varios de los funcionarios cercanos al exalcalde y hoy también en las filas del petrismo arremetieron en gavilla contra Salazar, como Esteban Restepo, Juan Pablo Ramírez, el representante Alejandro Toro, y hasta la misma Farlin Perea.
“Ah es que ya sacaron a Paola Salazar del DPS, esa es la rabia. Definitivamente, hay gente que, en vez de agradecer al presidente por haber hecho parte de su gobierno y poder servirle al país, terminan su ciclo y se dedican a atentar contra él y su proyecto político”, dijo Restrepo por su lado.
En el cruce de señalamientos se metió incluso el concejal de Medellín, José Luis Marín, quien cuestionó la decisión de remover del DPS a Salazar. “Para que el gobierno funcione uno no saca a los funcionarios que hacen bien su trabajo. Paola Salazar viene realizando una labor importante al frente del DPS Antioquia, los datos la respaldan, sacarla es un error indefendible”, dijo el concejal, pidiéndole explicaciones tanto a Petro como al director del DPS, Gustavo Bolívar, y de paso agarrándose con el diputado Walter Salas del movimiento Independientes.
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Por fuera del petrismo, otras voces como la del concejal Alejandro de Bedout aludieron a versiones que vienen creciendo en los círculos de la política local, según las cuales esos resquemores con Salazar obedecen también a presiones desde el “quinterismo” para cooptar presuntamente la regional de esa entidad.
“Ahora le toca a Cindy Yulieth Henao Manco, ex contratista de Quintero y ex candidata del Pacto Histórico, quien seguramente se quedará con la Dirección Regional de Antioquia en el DPS, la misma que ostentaba Paola y que desató la furia quinterista”, sostuvo el concejal.
Para conocer su versión sobre esta controversia y los términos en los que se produjo su salida, EL COLOMBIANO envió un requerimiento de prensa al DPS y a Salazar, pero hasta el cierre de esta edición no obtuvo respuesta.
