Las autoridades confirmaron que el primer extranjero, no venezolano, muerto en Medellín en este 2025 era Chase Patrick Dunlavey, de 40 años, quien había llegado desde Los Ángeles, Estados Unidos, para encontrarse con su novia colombiana. El fallecido tenía antecedentes judiciales en su país e incluso alcanzó a ser difundido en carteles de personas buscadas para responder ante la justicia.
La muerte de este estadounidense se registró a la 1:14 de la mañana de este martes en la calle 7AA con la carrera 30, en el barrio El Vergel, en la comuna 14 (El Poblado), suroriente de Medellín, luego de que cayera del piso 11 de esta edificación, según los reportes judiciales, después de que se encontrara en alto estado de exaltación.
Dunlavey se encontraba en Medellín desde el pasado 31 de diciembre y había alquilado el apartamento en este conjunto residencial mediante plataformas, luego de conocer a su compañera sentimental mediante redes sociales. Al momento de su muerte, estaba con su pareja y con la mujer que estaba a cargo de realizarle el aseo.
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Los agentes del CTI de la Fiscalía realizaron la inspección al cuerpo sin vida de este hombre, de quien se investiga si se habría lanzado al vacío en medio del estado de exaltación en el cual se encontraría.
Las autoridades investigan si su estado previo a su fallecimiento se debía al consumo de sustancias estupefacientes, versión que podría ser ratificada por Medicina Legal, en Medellín, mediante las labores forenses, después de las cuales se definiría si el cadáver sería repatriado a la costa oeste de Estados Unidos.
Este extranjero ya tenía antecedentes judiciales en su país y el Condado del Sheriff de San Luis Obispo, del estado de California, lo publicó en sus redes sociales y lo señaló como una de las personas más buscadas de esta localidad por el delito de porte y fabricación de narcóticos. Incluso señalaron que la última vez que lo habían visto, antes de ser publicado para su búsqueda, era en Santa Mónica, California, una localidad ubicada a 20 minutos de Los Ángeles.
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Cabe recordar que en el Valle de Aburrá fallecieron el año pasado 51 extranjeros no venezolanos, de los cuales 23 provenían de Estados Unidos, el país que aportó la mayor cantidad de foráneos.
