Casi dos semanas después de haber dejado su cargo, la exgerente de la Empresa de Desarrollo Urbano de Medellín (EDU), Margarita Contreras, habría estado firmando documentos como si todavía estuviera en el cargo. Por esta razón, el equipo de su sucesora, Luz Ángela González, hizo este lunes una denuncia penal en su contra bajo cargos de presunta suplantación.
González le relató a EL COLOMBIANO que el 12 de enero aparecieron unas ampliaciones a contratos de obra e interventoría y al llamar a los representantes de las empresas favorecidas, estos confirmaron que, efectivamente, la anterior gerente les había enviado chats en los que les solicitaba legalizar este asunto.
“Nosotros inmediatamente le preguntamos a la directora contractual, porque en la minuta no aparecía ninguna nota firmada en la casilla de ‘aprobó’, ‘revisó’ o ‘suscribió’ y ella nos tuvo que hacer un documento donde certificaba que de su parte no habían pasado adiciones ni prórrogas”, contó González.
La funcionaria a la que se refiere, la directora de contratación, venía de la anterior administración, en el periodo de la señora Contreras y ya le habían solicitado que renunciara, pero se había negado. No obstante, tras este incidente renunció la semana pasada, según confirmó González.
Y justamente luego de haber certificado que los documentos contractuales que ahora son materia de investigación, no fue mencionada en la denuncia penal, por la que su antigua jefa sí tendría que rendir explicaciones ante las autoridades.
“La denuncia por usurpación de cargo se debe a que ella (Margarita Contreras) está asumiendo competencias que no puede”, explicó la González, quien añadió que la conducta presuntamente ilegal no se habría presentado solo en uno sino en tres contratos. Uno de ellos es un contrato de obra en la Cuarta Brigada.
González le reveló a Caracol Radio el contexto que permitió que las presuntas irregularidades ocurrieran: los trámites en la EDU son manuales y la firma de Contreras se habría agregado a documentos de una minuta de adición por alrededor de 10.000 millones de pesos, en un periodo extemporáneo a sus funciones.
Según ese mismo medio, el contrato original buscaba la realización de algunas obras de infraestructura en la Cuarta Brigada. Su monto eran más de 17.000 millones de pesos y fuera de eso había otro contrato derivado por 3.000 millones, y aunque la adición tiene fecha de 26 de diciembre, la minuta llegó para la firma el 12 de enero pasado.
La Empresa de Desarrollo Urbano tuvo una mala época en la pasada administración, pasando de ser una entidad adscrita al Distrito con un fuerte protagonismo en temas de renovación de la infraestructura de la ciudad a caer en un ostracismo que la llevó a registrar cifras en rojo en sus finanzas.
En la tercera semana de diciembre de 2023 se desató el último escándalo a su alrededor debido a la escalada de contratos que se firmaron en su interior para apalancar a fichas de Contreras, que apenas había asumido una semana antes como encargada, debido a que el titular, Raúl Eduardo Morales renunció. Esto generó tensión con los delegados de la administración del alcalde electo, Federico Gutiérrez, que se encontraban en empalme.
