El polémico cerramiento del Parque Lleras, desde hace un año objeto de críticas y debate público, desató un pulso entre los comerciantes de El Poblado y la recién posesionada administración de Federico Gutiérrez.
Luego de que la Alcaldía de Medellín decidiera levantar el también controvertido cerramiento que por casi un año restringió el acceso a la Plaza Botero, en el centro de Medellín, en una política que fue cuestionada por líderes del sector cultural y defensores del espacio público, una eventual medida similar en el Lleras tiene los nervios crispados en ese sector.
Y es que mientras para varios comerciantes la medida se tradujo en un incremento de las ventas y ayudó a que instituciones como la Policía redoblaran su presencia en la zona, para otros el cierre no sólo golpeó sus ingresos sino que intensificó en calles aledañas problemáticas históricas como la inseguridad y la explotación sexual.
Aunque por ahora no hay nada escrito, el alcalde Federico Gutiérrez dejó entrever sus reparos a la permanencia de la medida.
“¿Y es que acaso solucionaron los problemas del Parque Lleras poniendo unas vallas? ¿acaso solucionaron los problemas del Centro y de la Plaza Botero poniendo unas vallas? Todo lo contrario. Es que uno no corre un problema de una cuadra a otra. Aquí las intervenciones tienen que ser concretas”, dijo el alcalde, insistiendo estar abierto al diálogo. “Yo hablaré y me sentaré con todos los comerciantes del Parque Lleras, pero también pondré condiciones”, añadió.
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Cerramientos bajo revisión
La controversia por la estrategia de establecer perímetros vigilados en varios puntos de la ciudad se remonta a agosto de 2021, cuando el gobierno distrital intentó restringir el acceso a la Plaza Botero instalando un sistema de vallas de $300 millones con el que se buscaba mitigar una oleada de robos y criminalidad en esa zona. Paradójicamente, dicho sistema terminó siendo hurtado menos de un año después.
En enero de 2023 la Alcaldía volvió a instalar otro cerramiento, esta vez más estricto y que generó fuertes críticas por líderes culturales.
En medio de esos cuestionamientos, la Alcaldía también extendió el cierre a otros puntos de la ciudad, como la carrera 68 en Castilla (que luego tuvo que ser levantado) y el Parque Lleras, en donde casi un año después ha generado opiniones divididas, tal como lo plantea Juan Pablo Valenzuela, líder de Asobares Antioquia.
“La medida se tradujo en la aparición de un acompañamiento institucional permanente, de un reforzamiento del pie de fuerza policial y de permitir unas dinámicas de uso y aprovechamiento del espacio público interesantes”, dijo. “No obstante, conforme fue pasando el tiempo y la medida se iba manteniendo se empezaron a notar algunas dificultades o perjuicios, sobre todo para una parte de los comerciantes que por ejemplo se veían muy afectados con el tema del no flujo vehicular, que eso afectaba la llegada a algunos hoteles, bares y gastrobares”, añadió.
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Con base en ese contexto, Valenzuela añadió que los comerciantes han formulado una propuesta para que el cerramiento permanezca en algunos tramos viales, sobre todo los ubicados en el perímetro del Parque Lleras y algunas vías aledañas como la carrera 40 y la carrera 38. “Nuestra posición desde Asobares es que no se levante el cerramiento, sino que se revise puntualmente a cuáles comerciantes les ha convenido la medida y a cuáles no”, dijo.
Según informaron tanto los comerciantes como la Alcaldía, para concertar esas medidas se instaló un espacio de diálogo hace una semana, con el que se espera llegar a un punto medio.
El polémico cerramiento del Parque Lleras, desde hace un año objeto de críticas y debate público, desató un pulso entre los comerciantes de El Poblado y la recién posesionada administración de Federico Gutiérrez.
Luego de que la Alcaldía de Medellín decidiera levantar el también controvertido cerramiento que por casi un año restringió el acceso a la Plaza Botero, en el centro de Medellín, en una política que fue cuestionada por líderes del sector cultural y defensores del espacio público, una eventual medida similar en el Lleras tiene los nervios crispados en ese sector.
Y es que mientras para varios comerciantes la medida se tradujo en un incremento de las ventas y ayudó a que instituciones como la Policía redoblaran su presencia en la zona, para otros el cierre no sólo golpeó sus ingresos sino que intensificó en calles aledañas problemáticas históricas como la inseguridad y la explotación sexual.
Aunque por ahora no hay nada escrito, el alcalde Federico Gutiérrez dejó entrever sus reparos a la permanencia de la medida.
“¿Y es que acaso solucionaron los problemas del Parque Lleras poniendo unas vallas? ¿acaso solucionaron los problemas del Centro y de la Plaza Botero poniendo unas vallas? Todo lo contrario. Es que uno no corre un problema de una cuadra a otra. Aquí las intervenciones tienen que ser concretas”, dijo el alcalde, insistiendo estar abierto al diálogo. “Yo hablaré y me sentaré con todos los comerciantes del Parque Lleras, pero también pondré condiciones”, añadió.
Cerramientos bajo revisión
La controversia por la estrategia de establecer perímetros vigilados en varios puntos de la ciudad se remonta a agosto de 2021, cuando el gobierno distrital intentó restringir el acceso a la Plaza Botero instalando un sistema de vallas de $300 millones con el que se buscaba mitigar una oleada de robos y criminalidad en esa zona. Paradójicamente, dicho sistema terminó siendo hurtado menos de un año después.
En enero de 2023 la Alcaldía volvió a instalar otro cerramiento, esta vez más estricto y que generó fuertes críticas por líderes culturales.
En medio de esos cuestionamientos, la Alcaldía también extendió el cierre a otros puntos de la ciudad, como la carrera 68 en Castilla (que luego tuvo que ser levantado) y el Parque Lleras, en donde casi un año después ha generado opiniones divididas, tal como lo plantea Juan Pablo Valenzuela, líder de Asobares Antioquia.
“La medida se tradujo en la aparición de un acompañamiento institucional permanente, de un reforzamiento del pie de fuerza policial y de permitir unas dinámicas de uso y aprovechamiento del espacio público interesantes”, dijo. “No obstante, conforme fue pasando el tiempo y la medida se iba manteniendo se empezaron a notar algunas dificultades o perjuicios, sobre todo para una parte de los comerciantes que por ejemplo se veían muy afectados con el tema del no flujo vehicular, que eso afectaba la llegada a algunos hoteles, bares y gastrobares”, añadió.
Con base en ese contexto, Valenzuela añadió que los comerciantes han formulado una propuesta para que el cerramiento permanezca en algunos tramos viales, sobre todo los ubicados en el perímetro del Parque Lleras y algunas vías aledañas como la carrera 40 y la carrera 38. “Nuestra posición desde Asobares es que no se levante el cerramiento, sino que se revise puntualmente a cuáles comerciantes les ha convenido la medida y a cuáles no”, dijo.
Según informaron tanto los comerciantes como la Alcaldía, para concertar esas medidas se instaló un espacio de diálogo hace una semana, con el que se espera llegar a un punto medio.