Esta semana, los concejales de Medellín empezarán a debatir sobre si autorizan o no al alcalde Federico Gutiérrez para liquidar la Sociedad Parques del Río, en la cual el distrito tiene una participación del 24%.
Un poco de contexto antes de entrar al debate: el plan de ordenamiento territorial (en adelante POT) aprobado en 2014 estableció que el alcalde podría crear una sociedad de capital mayoritariamente público con el objetivo de “construir, operar, administrar y sostener el proyecto Parques del Río Medellín, quien actuará como gestor del proyecto”.
Esa sociedad se creó en noviembre del 2015, justo antes de terminar la alcaldía de Aníbal Gaviria, y tuvo como socios al municipio de Medellín (24%), EPM (33%), el Metro (10%) y a Intervial, filial de vías de ISA, (33%), quienes pusieron un capital de $300 millones.
Sin embargo, desde su creación, la sociedad no ha cumplido el objeto para el que fue creado, pues la primera etapa del proyecto fue construida por la secretaría de Infraestructura física y por la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU); y la segunda, Parques del Río Norte, que se encuentra en construcción, está a cargo de la secretaría de Infraestructura.
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Por eso es que la administración quiere liquidar la sociedad, porque al no hacer ningún tipo de operación ni generar ingresos, la empresa se ha ido comiendo de a poco los $300 millones del plante inicial. Según la Alcaldía, con corte al 31 de diciembre del 2023, la pérdida acumulada de la sociedad es de $232 millones. “No vislumbrado salidas financieras debido a que es imposible que la sociedad empiece a percibir los ingresos operacionales por el desarrollo de su objeto social, su liquidez e insolvencia podría eventualmente obligar a los socios a cubrir los déficits que se presenten”, se lee en el proyecto de acuerdo elaborado por la Alcaldía.
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Hay que recordar que Parques del Río no se limita solo a las etapas que ya están construidas y en etapa de construcción. Desde su concepción, Parques del Río ha tenido como objetivo “potenciar el río Medellín como el eje ambiental y de espacio público de la región y la ciudad, convirtiéndolo en el elemento estructurador e integrador de los diferentes sistemas del territorio y escenario central para el encuentro y disfrute de los ciudadano”. Eso, en otras palabras, significa liderar la transformación urbana de la ciudad hacia un modelo que concentre el transporte, la vivienda, los servicios y la vida en general al rededor del río Medellín.
En su concepción, el proyecto tenía 8 tramos, que incluían, entre otras cosas, 32 kilómetros de ciclorrutas, 34 kilómetros de senderos peatonales, vías soterradas, cubiertas y a nivel, además de conectar cuatro grandes universidades (UdeA, el Poli, la Nacional y Eafit) y dos cerros tutelares (el Nutibara y el Volador).
Sin embargo, desde su primera administración, el proyecto no ha sido una de las grandes banderas del alcalde Gutiérrez. De hecho, no es la primera vez que el mandatario intenta liquidar la sociedad. En 2017, en su primera administración y cuando la sociedad estaba recién creada, presentó el proyecto de liquidación al Concejo, pero este se lo archivó.
Entre quienes se opusieron en ese entonces estaba el ahora representante a la cámara, Daniel Carvalho, que ahora esgrime los mismos argumentos que antes. Según él, la renovación urbana a lo largo del río es una de las urgencias de la ciudad y es el modelo de crecimiento que se ha sugerido desde hace más de 20 años, sin embargo, entre las razones por las cuales ese objetivo no se ha alcanzado es porque “ha faltado por parte de la Alcaldía una entidad que se dedique a eso, que fomente, promueva y se dedique a salvar los proyectos de renovación urbana”. En su opinión, es un error que en lugar de echar a andar por fin la sociedad y aprovechar su potencial, se tome la salida “fácil” de liquidarla.
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Y es que entre las bondades de la sociedad que destacan quienes se oponen a su liquidación está que en esta confluyan los actores más importantes para transformar el uso del suelo de una ciudad donde es tan escaso y tan caro: la Alcaldía, la empresa de servicios públicos (EPM), la empresa de movilidad (el Metro) y un privado con toda la experiencia en construcción de grandes obras de infraestructura (ISA).
Una de esas voces es la del arquitecto Jorge Pérez, exdirector de planeación durante la alcaldía de Gaviria. Para él, la liquidación de la sociedad significa que la ciudad se queda con “muy poca capacidad de gestión urbana para avanzar hacia el futuro”. En su concepto, para llevar a cabo una verdadera transformación de la ciudad, no es suficiente con el modelo actual en el cual la Alcaldía destina un presupuesto para una obra y luego esta misma la ejecuta. Esa es la razón por la cual el POT, una década después de su formulación, se raja en casi todos los indicadores de resultados. “Una realidad como la actual requiere instrumentos más sofisticados de gestión que ni la EDU, ni el Isvimed, ni la Alcaldía han demostrado tener”, concluye.
Es sabido por todos que la gobernabilidad del alcalde Gutiérrez en el Concejo es altísima, sin embargo, la urgencia y la trascendencia de este debate podría significarle algunas voces críticas y alguna chispa inesperada a este periodo de sesiones extraordinarias que se instalaron este miércoles y que irán hasta el 27 de febrero.
