La campaña para la alcaldía de Medellín llegó a unos niveles de pugnacidad tan altos que hasta los aliados y amigos que parecían inseparables en el pasado, como el exalcalde Daniel Quintero y el exconcejal Albert Corredor, están recurriendo a insultarse como método de desprestigio.
Este lunes se enfrascaron en un combate en redes, que es su cuadrilátero preferido, y hasta ahora van dos asaltos. En el primero, hacia las once de la mañana, Quintero no mencionó a Corredor, pero escribió un mensaje que a las claras era para él: “Primero con Uribe, luego con Quintero y ahora dividiendo para hacerle el favor a Uribe. A nosotros los que no nos enseñaron en la casa fue a no traicionar a los amigos”.
Y como atendiendo al dicho que “al que le caiga el guante...”, Corredor no tardó en contestarle con tono de barriada al que parece que ya no fuera tan amigo suyo, si bien se ha rumorado que la distancia entre ambos es solo una estrategia de temporada electoral, debido a que el exalcalde apoya oficialmente a Juan Carlos Upegui para la Alcaldía de Medellín. De manera que, Quintero ganaría con cara, si el primo de su esposa asciende al piso 12 de La Alpujarra, pero también lo haría con sello, si el que triunfa es Corredor.
“A lo bien ustedes me ven a mí bajándome de esta CAMPAÑOTA QUE HEMOS LOGRADO para apoyar a @juanCaUpeguiV? pa’ guevón no me criaron en mi casa!”, fueron las palabras que le dedicó en X al comentario previo.
Corredor prácticamente inició su carrera pública de la mano de Quintero. Comenzando cuando el primero fue viceministro de las TIC se lo llevó a trabajar a su lado. Luego, ya cuando el primero era concejal de Medellín y el segundo alcalde, votó férreamente a favor de los proyectos de Quintero. Posteriormente, se notaba que continuaban siendo “panas” y en círculos políticos se daba casi por seguro que Corredor sería el candidato de la continuidad para la administración de Quntero; sin embargo, este terminó apoyando a Juan Carlos Upegui, el primo de su esposa, Diana Osorio.
A medida que las elecciones se acercaron, las expresiones se radicalizaron, hasta lo que ocurre ahora.
De suerte que Corredor pasó a mostrarse como un crítico de la división que Quintero ha provocado en la sociedad antioqueña y del divorcio que gestó entre la administración pública y el empresariado; incluso hasta ha tenido poses de contradictor, que se ven reforzadas en el rifirrafe que ahora protagonizan en las redes.