“La muerte de Edinson Rodolfo Rojas en Medellín es un atentado contra el proceso de paz que el gobierno nacional adelantaba con las bandas locales en el valle de Aburrá”, escribió Petro en la red social X.
De hecho, una fuente que pidió reserva le confirmó a este medio el viernes 8 de marzo que Rojas había sido avalado por el excomisionado de Paz, Danilo Rueda, como facilitador de paz, con la misión “de convocar actores que se sumaran a la iniciativa del proceso”.
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Entre tanto, el abogado Álex Morales, que fue litigante de los Pachely, también le dijo a este diario que Pichi Gordo era facilitador de paz para el proceso instalado en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá. “Este hecho violento es un atentado contra la política de paz, principio inspirador de nuestra Constitución Política que todos nosotros debemos de respetar y honrar”, apuntó el abogado.
Es por esto que entre las teorías del asesinato de Pichi Gordo, los analistas, autoridades y abogados le dan mayor fuerza a dos de ellas. La primera, que “Pichi Gordo” estaba haciendo negocios mafiosos sin la autorización de sus jefes, y además estaba dando información a la justicia.
La segunda, que lo asesinaron manos oscuras que quieren torpedear el proceso de paz que el Gobierno Petro tiene con “La Oficina” —aunque ese proceso camina lento desde hace varios meses—.
“Pichi Gordo”, de 50 años, fue asesinado en la noche del jueves 7 de marzo, mientras conversaba en un parque del barrio El Poblado, tenía cerca su carro BMW y lo acompañaba un escolta que también fue asesinado; además, estaba con un exfutbolista profesional que se recupera de un balazo en una pierna.
El fallecido delincuente se hizo famoso en el mundo del crimen como uno de los principales jefes de sicarios de la organización criminal La Terraza y de La Oficina, en la línea de José Leonardo Muñoz Martínez, alias Douglas, quien está preso desde abril de 2009, pagando una pena de 32 años de cárcel por secuestro extorsivo y concierto para delinquir.
Desde hace casi dos años, “Pichi Gordo” se ocupaba de mover las intenciones de paz de la criminalidad con el gobierno de Gustavo Petro; incluso estuvo en varios eventos barriales que eran auspiciados desde la cárcel de Itagüí.