Después de lo que parecía una inminente interrupción del servicio en las estaciones del metroplús de Manrique y Aranjuez, por la decisión de los conductores de preservar su integridad ante la cantidad de ataques y amenazas de los que han sido objeto en estas zonas de la ciudad, finalmente se llegó a un acuerdo entre conductores y directivas del Pascual Bravo (entidad que opera el contrato de prestación de servicio en metroplús) para que se pueda continuar con la prestación del servicio a los usuarios de estas rutas sin restricción de horario.
“Si se presenta algún inconveniente en la 45 tenemos la facultad de parar, de tomar evidencias y de decidir si continuamos o no, dependiendo de la seguridad que exista. Salimos bien y con el compromiso de trabajar y garantizar la movilidad en la 45, siempre y cuando nos escuchen y nos respalden”, manifestó John Fredy Pulgarín, vocero de los conductores.
Sin embargo, los conductores siguen firmes en exigir otra reunión con el Área Metropolitana, la Alcaldía de Medellín y otras entidades competentes para que se fortalezcan los protocolos que permitan garantizar la seguridad de los conductores, los pasajeros y la correcta prestación del servicio.
Cabe recordar que en los últimos años la prestación del servicio del metroplús, sobre todo en Manrique, se volvió una pesadilla, por cuenta de la problemática de los piques ilegales en la 45 sobre el carril exclusivo del metroplús que han causado graves accidentes con lesiones para los conductores, así como interrupciones diarias del servicio en las estaciones Gardel, Manrique, Esmeraldas, Berlín y Aranjuez.
Los piques en la 45 y la falta de acompañamiento y control de las autoridades han puesto a los conductores en un grave peligro constante. Incluso han ocurrido episodios en los cuales, tras los reclamos de los conductores a los motociclistas para que les permitan prestar un servicio adecuado, varios recibieron amenazas de muerte. El caso más reciente ocurrió hace un par de meses cuando un conductor fue amedrentaron con un cuchillo y varios motociclistas intentaron retenerlo.
Por eso Pulgarín había anunciado que desde el 16 de diciembre no prestarían el servicio en las estaciones mencionadas después de las 6 de la tarde y reiteró que por condiciones de seguridad y los facultaba el Estatuto de Seguridad del Metro.
Sin embargo, desde el Pascual Bravo señalaron que los conductores no tenían potestad para tomar esa decisión. El Metro, por su parte, tampoco respaldó a los conductores y dijo que había sido un anuncio tomado de manera unilateral.
Además de las medidas que van a tomar cada vez que se presente un inconveniente que ponga en riesgo su integridad y la prestación del servicio, conductores y usuarios exigen a la alcaldía entrante de Federico Gutiérrez que se apersona de manera prioritaria de este problema y acabe de una vez por todas con el vandalismo de decenas de motociclistas. Dicen los usuarios afectados que es inaceptable que a esta altura existan zonas prohibidas para que el transporte público opera por cuenta de amenazas de vándalos y desadaptados.
