Con cuatro homicidios en los dos últimos días del 2023, Antioquia cerró uno de los años con menor cantidad de asesinatos de toda la historia, de acuerdo con los registros de la Policía Nacional. Sin embargo, una de las materias que quedó en mora es el de los quemados con pólvora, que en la noche con la que se cerró el 2023 y se recibió el 2024 se presentaron 24 quemados, llegando a 117.
Sin embargo, el inicio del 2024 empezó con altas cifras violentas, con cinco asesinatos en la madrugada de este 1 de enero en el Valle de Aburrá, entre ellos un presunto feminicidio en el barrio Popular, de Medellín. También hubo homicidios en el barrio Santa Cruz, de Medellín, dos casos más en Copacabana y uno en Girardota.
El subcomandante de la Policía Metropolitana, coronel Richard Fajardo, manifestó que “en algunos de estos hechos se registraron actos de intolerancia y de violencia intrafamiliar, aunque destacamos que pasamos a cinco casos de seis que ocurrieron el año pasado en las primeras horas”.
El año de menos homicidios
De acuerdo con las cifras de la Policía Nacional, el 2023 terminó con 1.739 casos, lo que representa una reducción del 8,4% si se compara con las cifras del 2022, cuando terminó con 1.900 casos cerrados. La cifra es incluso inferior que la de 2021, cuando finalizó con 2.120 asesinatos en los 125 municipios de Antioquia.
“Según información preliminar, Antioquia habría cerrado 2023 con una tasa de homicidios de 24,89 por cada 100 mil habitantes. Con un homicidio el 31/dic en el departamento, en Medellín, finalmente la tasa habría caído un 31% entre 2019 y 2023”, aseguró el saliente secretario de Seguridad de Antioquia, Oswaldo Juan Zapata.
Lo que corresponde a Medellín, la reducción llegó al 4,1%, según el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (Sisc), ya que para este año se registraron 375 asesinatos, contra los 389 que ocurrieron el año pasado.
Los que sí incrementaron
Aunque las autoridades destacaron esta disminución histórica, no en todas las subregiones y municipios se movió en la misma tendencia.
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En el Valle de Aburrá fueron dos los municipios que presentaron alzas importantes en comparación con otros años: Girardota, que pasó de ocho a 15 asesinatos (85,7%) y Caldas, que registró 19 en 2022 y terminó el 2023 con 27 (42,1% de alza). En Barbosa subió 18,8%, pasando de 16 casos el 2022 a 19 en 2023.
En las subregiones, el saldo pendiente quedó en el Occidente, que tuvo un incremento del 11,1% y el Suroeste, que tuvo un alza del 12,1%. Ambas tuvieron un actor común y es el Clan del Golfo, aunque en distintas modalidades.
En el Occidente por los hechos que vinculan a la subestructura Edwin Román Velásquez Valle, lo que llevó a que en ocho de los 19 municipios se presentaran aumento de la violencia, aunque en seis hubo reducción.
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El lado positivo en esta subregión es Abriaquí, que se encamina a su séptimo año sin un solo asesinato. A hoy se completan 2.480 días desde que en esta localidad de 2.700 habitantes se escuchó en sus calles decir: “mataron a una persona”.
En el Suroeste la situación está relacionada con la disputa del control territorial entre el Clan del Golfo y algunas estructuras locales, además de la división de la llamada Oficina de Andes, que habría agudizado la situación de orden público en ese municipio y Jardín.
En lo que concierne al Oriente antioqueño, pese a la racha de muertes con la que cerró el año, registró una reducción del 1,5% en la cantidad de muertos, pasando de 207 el año pasado a 201 en 2023.
En total fueron 48 de los 125 municipios (38,4%) que presentaron incremento en sus cifras de asesinatos, siendo Oriente con 11, el Suroeste con 10 y el Occidente con ocho los que más aportaron a esta estadística.
En las comunas
La reducción global de cifras en Medellín se produjo, básicamente, por las reducciones reportadas en la comuna 13 (San Javier) y en el corregimiento San Cristóbal, que fueron de 17 y 12 casos, respectivamente.
En total fueron nueve comunas con reducción y 10 con incremento, además de dos que igualaron sus números de hace un año.
La que mayor aumento presentó fue la comuna 3 (Manrique), principalmente por la racha violenta que se registró entre junio y julio, cuando ocurrió una decena de asesinatos por una disputa interna de estructuras del sector.