Los videos de las cámaras de seguridad que presentó la Fiscalía General de la Nación en recientes audiencias judiciales dejan ver a un hombre que intimida con un arma de fuego a los empleados de un almacén de cadena para robarles el dinero de la caja registradora. Las imágenes no son sobre un simple hurto, sino de varios, todos presuntamente cometidos por la misma persona.
Esa persona es un hombre al que un juez de control de garantías le impuso una medida de aseguramiento en un centro carcelario, por solicitud de la Fiscalía, como presunto responsable de cometer 40 hurtos en distintas sedes del mismo almacén de cadena, ubicadas en Medellín y otras zonas del Valle de Aburrá.
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Aunque el ente investigador le imputó cargos por el delito de hurto calificado y agravado, el hombre no los aceptó. Sin embargo, el proceso judicial en su contra continuará para determinar su responsabilidad de fondo frente a lo que se le señala: que habría cometido los 40 robos entre junio de 2023 y el 15 de septiembre de 2024, según la investigación adelantada por el CTI.
De acuerdo con las pesquisas de las autoridades, al parecer, el procesado se habría apropiado de por lo menos $45 millones a punta de estos hurtos, en los que también se intimidaban los clientes que estaban en esos momentos en los almacenes afectados.
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La investigación también permitió establecer que el procesado presuntamente ingresaba a los establecimientos de comercio y simulaba comprar productos. No obstante, cuando llegaba el momento de pagar, al parecer, el hombre amenazaba con arma de fuego a los empleados y los obligaba a que les entregara el dinero de la caja registradora.
Fue en Bello, al norte del Valle de Aburrá, donde servidores del CTI capturaron a este presunto ladrón, el pasado 27 de septiembre. Durante las audiencias que se han desarrollado también salió a la luz que varios de los robos habrían sido cometidos mientras el procesado se encontraba cumpliendo una medida de detención domiciliaria.
Se encontraba bajo arresto domiciliario desde el 17 de febrero de este año, cuando ya había sido capturado mientras, al parecer, intentaba hurtar un local comercial, ubicado en Robledo, comuna 7 de Medellín, y que de la misma tienda por la que ahora un juez le impuso la medida de aseguramiento.
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