Colectivo indicó que había diálogos hasta con el alto gobierno para convertir el espacio en biblioteca popular; sin embargo, el alcalde Federico Gutiérrez considera que sería un “premio” a la “Primera Línea”, pues el lugar fue vandalizado en 2021 en el “estallido social”.
Todo un choque de trenes se volvió la “disputa” entre el Ministerio de Cultura, la Alcaldía de Medellín y la comunidad de Moravia por el futuro que tendrá el predio de la antigua estación del ferrocarril de El Bosque y que desde 2021 es reconocida como la biblioteca popular Betsabé Espinal.
La situación cobró relevancia tras una polémica que se generó en redes sociales cuando varios jóvenes de la ciudad empezaron a quejarse y aseguraron que la administración de Federico Gutiérrez anunció que en dicho predio (que es propiedad del Distrito), luego de restaurar la estructura, se instalará una sala de lectura infantil de Buen Comienzo. Esto causó descontento en los jóvenes que querían que el espacio pasara a manos de la biblioteca popular, que crearon en el sitio desde el llamado estallido social de 2021.
En la respuesta que dio a un artículo publicado por El Armadillo sobre el tema, el Ministerio de Cultura dejó el balón en la Alcaldía. Pero el alcalde Gutiérrez justificó la decisión en que instalar allí una biblioteca popular era avalar el vandalismo del que fue víctima la antigua estación “de parte de la Primera Línea” en las manifestaciones de 2021.
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En rueda de prensa de este lunes, el alcalde primero explicó que el pasado 16 de marzo y en conversaciones privadas, el ministro de Cultura le solicitó la estación para entregársela en comodato “a los de la Primera Línea”, hecho que él interpretó como “un premio” a la violencia de ese grupo. “¿Entonces van y queman cualquier casa de Medellín y después dicen que la quieren pa' ellos? ¡Pues, no!”, dijo Gutiérrez, quien hizo énfasis en el carácter privado de la petición que luego el ministro filtró en El Armadillo.
Por su lado, aunque reconocen la importancia de una sede de Buen Comienzo en ese lugar, el anuncio fue tomado por los miembros de la biblioteca popular como un portazo al anhelo de convertir el sitio en un espacio cultural para el beneficio de todo Moravia, pues según comentaron tanto en la alcaldía de Quintero como en la actual se había avanzado en diálogos para dicho fin.
EL COLOMBIANO consultó a las secretarías de Cultura y Juventud. Estas indicaron que en efecto, de los diálogos entre la Alcaldía de Quintero y el Ministerio de Cultura no hay ningún documento que formalice la cesión de la estación a la biblioteca. Las entidades también confirmaron que a inicios de 2024 sí se retomaron las conversación con algunos de los promotores de la iniciativa.
“Coincidimos que la antigua estación El Bosque debía ser un lugar plural, para el uso y disfrute de toda la comunidad de Moravia y la zona norte. Allí también expresamos la imposibilidad de cumplir las promesas verbales de la administración anterior”, añadieron desde los despachos.
Así se gestó la polémica
Para entender el asunto hay que devolverse tres años atrás cuando Medellín también vivió el “estallido social” impulsado por personalidades como el presidente Gustavo Petro en contra el gobierno del expresidente Iván Duque. Desde ese 28 de abril de 2021, Carabobo Norte y sobre todo el Parque de los Deseos se volvió el epicentro en Medellín de movilizaciones sociales y los choques contra el Esmad. En una especie de campamento que se instaló en dicho parque, un grupo de jóvenes acondicionaron una carreta de madera con unos pocos libros para impulsar una biblioteca popular.
Posteriormente, el 28 de junio, –según la comunidad– un agente del Esmad habría abusado sexualmente de una joven de 16 años dentro de la antigua estación, la cual estaba en comodato al Parque Explora. El hecho enardeció a Moravia y a los colectivos, por lo que vandalizaron el lugar.
“Cuando este lugar es vandalizado, no lo hace un grupo específico como dice el alcalde. Incluso, las que lo vandalizaron fueron mujeres que se indignaron por la violación”, explicó Tatiana López, vocera de la biblioteca popular.
Una vez finalizaron las movilizaciones, los jóvenes siguieron reuniéndose en el Parque de los Deseos, renombrado por ellos como el Parque de la Resistencia, ya no para reivindicar luchas sociales, sino para desarrollar actividades culturales. Sin embargo, ante los constantes controles policiales, recordaron la abandonada y deteriorada estación.
De a poco y con recursos propios, desde el 5 de agosto de 2021, habilitaron el espacio con actividades los domingos y los miércoles, se propusieron como eje central una biblioteca popular que llamaron Betsabé Espinal en honor a la centenaria lideresa antioqueña. Y hoy aseguran que ha sido un espacio de comunidad y no para un colectivo en específico, por lo que la neutralidad política y el pacifismo eran reglas inquebrantables.
“Al principio hubo conflictos porque había muchos jóvenes rechazados, que la única forma que tenían de suprimir sus impulsos era peleando. Ahí fue cuando pusimos unos estatutos y a la gente que no se acogió a ellos –como la Primera Línea– les pedimos que se retiraran”, recordó Jorge Luis Massery, otro miembro de la biblioteca.
El espacio se volvió un referente en Moravia, pues aparte de la biblioteca popular allí operaba y aún opera una olla comunitaria que sacia a quien se arrime. También había cursos de grafiti, historia, fotografía, macramé, danza, yoga y hasta un preuniversitario.
Entrega de afán
A mediados de 2022 la estación fue cerrada por la Alcaldía de Quintero para restaurarla. Pese a esto, los miembros de la biblioteca retiraron las lonas puestas por esa administración y retomaron su actividad. El hecho hizo que a finales de ese año el exalcalde dijera tener “voluntad de dialogar” para ceder el espacio en comodato, una vez terminara la recuperación de la estructura.
“El tiempo pasaba y la gente nos preguntaba que cuando reabrían la biblioteca y nosotros sin saber. Porque sí había diálogos y pactos con la Alcaldía y el Ministerio, pero de palabra. Para diciembre de 2023, el secretario de Cultura (Álvaro) Narváez quería entregarnos la estación, pero vimos esto más como un acto de lavarse las manos, antes de acabar su período. La cesión no se dio porque el director del Explora hizo reparos por el desorden del asunto”, recordó Massery.
Una vez llegó Federico Gutiérrez al poder, en enero de 2024, los diálogos para la cesión se retomaron, aunque con ciertas resistencias de lado y lado.
“Lo único que pedíamos era no borrar lo hecho con la biblioteca y no politizar el espacio. Los diálogos estaban fluidos con los secretarios de Cultura y de Juventud, pero de un momento a otro se cortaron a finales de febrero. Y bueno, la respuesta de la Alcaldía apareció el pasado viernes, la cual sentimos como una cachetada”, resumió López.
Desde las secretarías de Juventud y Cultura señalaron que los canales de comunicación continúan abiertos para que la estación y sus alrededores puedan acoger actividades culturales lideradas por la biblioteca en beneficio de la comunidad.
“Desde el Distrito existe toda la voluntad de permitir y propiciar actividades alrededor del arte y la cultura y esta no es la excepción. Con una debida coordinación, es posible propiciar espacios y actividades que surjan de parte del colectivo en este mismo lugar”, indicaron.
Por su lado, ante las palabras de Gutiérrez, los voceros expresaron que si fuera cierto lo que dice el alcalde, no tendrían el apoyo de la gente de Moravia, que incluso en muchas ocasiones ha rechazado el accionar de la Primera Línea.
Pero, pese a todo el rifirrafe, estos indicaron que también están abiertos al diálogo para lograr una solución.
