La famosa solidaridad de los antioqueños volvió a brillar gracias a las miles de personas que se volcaron a apoyar a los damnificados de la emergencia del barrio Sinaí, en Santa Cruz, que el pasado domingo 10 de noviembre sufrieron una grave inundación desencadenada por el daño de una tubería principal.
Desde el mismo momento de la emergencia, los líderes comunitarios y la alcaldía dispusieron unas rutas para que la ciudadanía pudiera brindar su apoyo y la respuesta fue inmediata. Uno de los principales puntos de acopio de ayudas fue en la sede comunal del barrio Santa Cruz. Pero también hubo recepción de ayudas en la Terminal del Norte y hasta los alrededores del estadio Atanasio Girardot en la víspera del clásico entre Nacional y Medellín, del pasado lunes 11 de noviembre, se convirtió en un hervidero de solidaridad gracias a la iniciativa de las barras de ambos equipos de recoger alimentos no perecederos, ropa, implementos de aseo, medicinas y alimentos para mascotas.
Con ese aluvión de ayuda fue posible recolectar en poco más de tres días cientos de toneladas de alimentos, ropa y enseres que han llegado a los puntos de acopio gracias a la iniciativa espontánea de cientos de personas que, incluso, pusieron a disposición sus vehículos para recoger entre los vecinos de la cuadra o compañeros de trabajo las ayudas que posteriormente hicieron llegar para los 1.100 damnificados del Sinaí, que conforman poco más de 300 familias.
“Yo he visto los símbolos de solidaridad, cómo vienen grupos juveniles, culturales, adultos mayores a ayudar al que lo ha perdido todo. Es para agradecerle a la gente”, expresó el alcalde Federico Gutiérrez Zuluaga, y añadió que, “una vez logremos compensar a las familias, tanto las de Carambolas como El Sinaí, algunas de las ayudas que vamos teniendo disponibles van para muchos municipios de Antioquia que tienen problemas y para el departamento del Chocó”.
El alcalde de Medellín, a su vez, invitó a la ciudadanía a continuar con las donaciones en especie o dinero a través de la Corporación Presentes, y sumar a las compensaciones y ayudas que adelantan la Administración Distrital y EPM.
“Jamás renunciaríamos a que la comunidad se exprese y sea solidaria con sus vecinos. Se reciben y están siendo repartidas. No quiere decir que por que llegan, la Alcaldía o EPM se eximen de entregar los auxilios o compensaciones correspondientes”, manifestó el alcalde, al referirse a la respuesta del Distrito para ayudar a las familias damnificadas, un paquete de ayudas que incluyó la entrega de un salario mínimo de urgencia para cada una de las 308 familias que perdieron buena parte de sus enseres.
A pesar la gran afectación que sufrieron los habitantes del Sinaí, la emergencia dejó en evidencia que con espíritu comunitario y voluntad en la respuesta institucional es posible atender de manera oportuna desgracias similares. La Registraduría, por ejemplo, se desplazó hasta el barrio e instaló un punto de atención para expedir los documentos de quienes quedaron indocumentados por la inundación que arrasó con electrodomésticos, muebles, ropa y hasta dinero.
Tras la emergencia surgieron historias de familias que no sufrieron mayores afectaciones y decidieron acoger a decenas de mascotas para evitar que deambularan o se extraviaran. Hasta se hizo viral la historia del vestido de quince años de una niña llamada Camila que pasó del desconsuelo al encontrar su vestido lleno de lodo y compartir luego dichosa la forma en la que los vecinos se unieron para dejarlo nuevamente impecable para su fiesta.
Ahora comenzará la logística para trasladar incluso por aire las cientos de toneladas que fueron acopiadas y que, una vez cubiertas las necesidades de los habitantes del Sinaí, servirán para mitigar las necesidades de las 31.000 familias damnificadas por las lluvias en Chocó.
