Para las 9:30 a.m. de este viernes estaba citado el primer debate de la venta de las acciones de UNE que tiene EPM, la que será seguramente la decisión más importante que tome la corporación este año y una de las más trascendentales del cuatrienio.
Quienes debían deliberar y votar en este primer debate eran los miembros de la comisión primera del Concejo: Luis Guillermo Vélez, el ponente de la iniciativa, y Andrés Felipe Rodríguez, del Centro Democrático; María Paulina Roldán y Santiago Narváez, de Creemos. También están en esa comisión Brisvani Arenas, del Partido Conservador; Miguel Iguarán, de Cambio Radical, y Carlos Gutiérrez, de Independientes.
Sin embargo, la votación y buena parte de la deliberación quedó aplazada para el sábado 17 porque pasaron casi tres horas desde el inicio de la plenaria y el debate en cuestión todavía no empezaba. Esto porque los concejales decidieron retomar la misma tónica en la que terminaron su encuentro del miércoles de esta semana cuando el alcalde Federico Gutiérrez fue al recinto a presentar el proyecto: entre insultos de lado y lado, descalificaciones personales, pullas, amenazas y enfrentamientos con los ciudadanos de las barras se fue toda la mañana.
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El ambiente entre los corporados y las barras estuvieron tensos casi que desde el llamado a lista, y los concejales, mientras por un lado pedían respeto por la palabra, por el otro, no desperdiciaban intervención para referirse a los gritos y con descalificativos hacia sus colegas y hacia los demás ciudadanos.
Fue el concejal Brisbani Arenas el primero que luego de dos horas pidió la palabra para pedirles a los demás concejales que bajaran el tono y expusieran sus argumentos sobre el tema del que habían ido a debatir, pero fue ya muy tarde porque minutos después el concejal Luis Guillermo Vélez anunció que en su potestad de ponente de la iniciativa aplazaba el debate para el sábado porque el de este viernes no iba para ningún lado.
Además, había más de un centenar de ciudadanos inscritos para intervenir en el recinto y como si fuera poco faltaba, no solo debatir entre los cabildantes sobre la conveniencia de la venta de la participación de EPM en la fusión con Tigo, sino la exposición de los expertos citados por los promotores de la iniciativa. “Además hoy los ánimos están muy tensos”, agregó Vélez, que espera que para el sábado ya haya bajado la temperatura.
El aplazamiento deja prácticamente sin margen de error los debates que quedan, pues las sesiones extras solo van hasta el próximo 21 de agosto, así que cualquier otro traspié en el cronograma dejaría sin posibilidad la propuesta, por lo menos por ahora. Hay que recordar que el exalcalde Quintero en su momento le presentó al Concejo una propuesta similar y a raíz de la desconfianza que había en el manejo de los recursos en su gobierno, se hundió cinco veces.
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Y es una de las críticas más recurrentes a la iniciativa promovida por la Alcaldía y EPM es el poco tiempo que tiene el Concejo para debatir sobre el tema, pues apenas hay una semana entre la instalación de las sesiones extra y su finalización, que será el próximo 21 de agosto. Además, en ese mismo lapso la corporación ha decidido sobre otros temas, como fue la creación de nuevas comisarías de familia.
Ahora los concejales de la comisión primera, los expertos, los funcionarios de la Alcaldía y de EPM y los ciudadanos más entusiastas, deberán volver a encontrarse el sábado para terminar con una primera votación que parece cantada, pues la iniciativa necesita cuatro de los siete votos para seguir su tránsito y hay tres votos que ya están listos, pero los otros cuatro también parecen bien cocinados.
Los que están listos son los de Luis Guillermo Vélez, María Paulina Roldán y Santiago Narváez. Andrés Felipe Rodríguez, “El Gury”, dice que todavía no ha decidido, pero difícilmente no se unirá a la decisión de su bancada. Sin embargo, presentó cinco enmiendas al proyecto, entre ellas una que, según lo que ha dicho la Alcaldía, está difícil de cumplir: y es que la participación de EPM en Tigo no sea vendida por menos de $2,5 billones.
Hay que recordar que aunque ni EPM ni la Alcaldía han dicho cuál es el valor de mercado de la compañía en este momento, el valor de base para negociar es de $1,6 billones, lo que para muchos, entre ellos El Gury, es poco si se tiene en cuenta que en los debates de hace dos años para el mismo fin se hablaba de un valor cercano a los $3 billones.
Por su parte, los concejales Arenas, Iguarán y Gutiérrez han dicho que todavía tienen dudas por resolver y propuestas por hacerle a EPM antes de decidir, pero por el tono y por la relación que han mantenido estos meses con la administración distrital, todo indica que están más del lado del sí, aunque es probable que alguno se abstenga para que el consenso no se vea tan abrumador.
Y es que lo cierto es que por más gritos e improperios que haya al interior del recinto, la administración de Federico Gutiérrez sabe que cuenta con la gobernabilidad suficiente para lanzar una propuesta de la trascendencia de esta y que tendría que ocurrir en lo que queda de aquí al 21 de agosto, algo muy parecido a un accidente, para que no llegue a buen puerto.