Así lo informó el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, luego de que la Nación cediera uno de los primeros contratos de la megaobra.
La Alcaldía de Medellín pondrá recursos de su presupuesto para terminar las obras pendientes del Túnel del Toyo, luego de que uno de los contratos que estaban a cargo del Invías fuera cedido a la Gobernación de Antioquia.
El anuncio fue realizado este lunes por el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quien pese a no detallar una cifra concreta, señaló que en los próximos días presentará a la opinión pública las proyecciones financieras para esa concurrencia.
“Nosotros aquí, ante las dificultades no nos quedamos quejándonos. Es el momento del pragmatismo”, apuntó Gutiérrez, destacando la cesión como un hito y un paso crucial para que la región garantice la conectividad con la región portuaria de Urabá.
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“Tenemos la responsabilidad, luego de tener un buen ejercicio financiero en el Distrito, de tener claro hasta donde podríamos ir con concurrencia de recursos para que finalicemos este tramo y que esta obra se convierta en el mejor ejemplo del trabajo en equipo”, agregó el alcalde, aludiendo a los cerca de $660.000 millones que se calcula deberán ser invertidos para concluir todas las obras faltantes, incluyendo otro contrato que se espera sea cedido.
De ese monto, la Gobernación de Antioquia por ahora ya ha señalado tener listos unos $80.000 millones de excedentes financieros del IDEA y estar revisando su capacidad financiera para adquirir créditos o liberar otros recursos.
El anuncio de la Alcaldía de Medellín se produce luego de que el pasado viernes 6 de septiembre, la Gobernación de Antioquia y el Ministerio de Transporte llegaran a un acuerdo para la cesión de un primer contrato del tramo 2 del Túnel del Toyo.
Desde hace más de ocho años, cuando el proyecto se puso andar, el Gobierno Nacional, la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Medellín habían acordado partir en dos grandes pedazos las obras del Túnel del Toyo, que por su alto valor se temía no podría construirse.
El acuerdo fue que entre la Gobernación y la Alcaldía construirían el tubo principal, en lo que se conoce como el tramo 1, y la Nación construiría el tramo 2, que comprende la instalación de los equipos electromecánicos del túnel y la construcción de la vía de acceso al mismo.
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La participación de la Alcaldía de Medellín en esa financiación representó en aquel entonces un hecho inédito, convirtiéndose en la primera inversión de esa envergadura de un ente local en una obra que está ubicada por fuera de su jurisdicción.
Aunque el pedazo de la Gobernación y la Alcaldía ya va en un 94% y este año estaría listo, el tramo a cargo del Invías aún no se termina y desde finales de 2023 desató una controversia, luego de que desde el gobierno del presidente Gustavo Petro se señalara no ver la obra como una prioridad de acuerdo a sus planes de infraestructura vial en el país.
En medio de un tire y afloje que se intensificó tras el cambio de gobierno, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, comenzó a insistirle al gobierno central ceder al Departamento los contratos de obra, para que el proyecto no se convirtiera en un elefante blanco.
A nivel contractual, el tramo del Gobierno Nacional se desagrega en tres contratos principales a cargo del Instituto Nacional de Vías (Invías): el contrato 958 de 2021, firmado con Construcciones El Condor S.A.S. y que tiene por objeto la construcción y gestión predial del módulo 1 del tramo, con fecha de terminación aprobada para el 12 de diciembre de 2024 y una cuantía total de $416.383 millones; el contrato 983 de 2021, firmado con el Consorcio Vías de Colombia 061, que comprende esas mismas tareas para el módulo 1; y un contrato de interventoría, firmado con el Consorcio Túneles Inderdiseños Integral.
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Precisamente, el pasado viernes, el Ministerio de Transporte anunció que el Invías cederá el contrato firmado con Construcciones El Condor S.A.S., que comprende una inversión pendiente de unos $330.000 millones.
“Son 4,2 kilómetros, es el tramo más crítico porque es ahí donde arranca la montaña, justo donde choca el viaducto que sale del Túnel del Toyo”, expresó Rendón en diálogo con EL COLOMBIANO, añadiendo que la Gobernación seguirá insistiendo para que le entreguen los demás contratos pendientes.
“Para nosotros es el contrato más crítico, porque es el que más tiempo implicará en la ejecución de las obras. Una vez tenga la plata sobre la mesa tiene un tiempo de ejecución de dos años. Tres cuartas pares del Túnel del Toyo ya quedan en manos de las entidades territoriales, queda faltando una cuarta parte, que en palabras de la ministra, podrá llegar a ser cedida, pero que quiere ver cómo evoluciona el primer sector del tramo a su cargo”, complementó el gobernador este lunes.
Pese a que la cesión significa un hito para la administración departamental, en materia presupuestal ha surgido el interrogante sobre cómo se conseguirán esos recursos, qué sumando el otro contrato que todavía no se entrega serían unos $660.000 millones.
El dato no es menor, dado que si se compara por ejemplo con todo el presupuesto de inversión aprobado para la Secretaría de Infraestructura Física de Antioquia para este año, fijado en $344.032 millones, equivale a casi el doble.
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Durante la rueda de prensa de este lunes, el gobernador Rendón señaló que antes de que se termine este año se espera tener mayor claridad sobre cómo será la financiación del contrato del sector 1 del tramo 2, y que en un plazo de diez meses se espera tener más información sobre la cesión del sector 2.
