La nueva administración de Medellín decidió poner en pausa dos de los programas más importantes para la atención de la salud mental de sus habitantes: los Escuchaderos y la Línea Amiga Saludable.
La Secretaría de Salud explicó que ambos contratos habían terminado y que por ello se activó un proceso de revisión y evaluación del impacto y la dinámica de ambas estrategias con miras a reestablecer su operación en el menor tiempo posible, incorporando mejoras a la capacidad de respuesta e impacto.
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Además, agregó que esa revisión de los contratos “hace parte del cuidado y rigor con que emprenderemos como administración la contratación y ejecución de los proyectos y estrategias en salud, garantizando, ante todo la transparencia, eficiencia y cobertura de las necesidades de la comunidad”.
Sin embargo, todavía no se sabe cuándo volverán a operar o si volverán a hacerlo.
La decisión coincide con un momento en el que las urgencias de clínicas y hospitales de la ciudad están al borde del colapso por atenciones relacionadas con la salud mental. Expertos explican que las primeras semanas del año las personas son más propensas a sufrir problemas de salud mental por el valor emocional que tienen las fiestas decembrinas y por las sensaciones de soledad y frustración que pueden aparecer al inicio de un nuevo ciclo. También porque en diciembre las personas tienden a cambiar sus rutinas, dejan de tomar sus medicamentos y aumentan el consumo de alcohol y de otras sustancias psicoactivas.
El Hospital mental de Antioquia, que es el más grande de su tipo en el país con 370 camas de hospitalización, tiene estimada una ocupación del 80 al 90% para el mes de febrero.
De acuerdo con el observatorio de salud de la Personería de Medellín, que fue la entidad que lanzó la alerta, el año pasado 2.196 personas intentaron quitarse la vida en la ciudad. Al final se presentaron 147 suicidios, de los cuales 29 corresponden a mujeres y 118 a hombres.
De acuerdo con el Observatorio, los eventos que más comúnmente desencadenaron en intentos de suicidio fueron los “problemas familiares (827), conflictos con pareja o expareja (639) y problemas económicos (208)”. Pero también influyeron otros factores como la muerte de familiares, situaciones del entorno escolar, maltrato y problemas laborales.
En medio de este panorama, la Alcaldía de Medellín disponía de los Escuchaderos y de la Línea Amiga para acompañar y mitigar episodios de estrés, ansiedad y depresión, entre otros. Según la pasada administración, en los 81 Escuchaderos que había en la ciudad (en puntos clave como estaciones del Metro, hospitales y terminales de transporte) se hicieron el año pasado 1.293 acciones educativas sobre salud mental que beneficiaron a 14.917 personas, y 314 orientaciones que impactaron a 955 usuarios.
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Cabe recordar que en los Escuchaderos cualquier persona podía recibir acompañamiento de un psicólogo sin pagar nada.