El fantasma de la crisis que sacudió hace un año al sistema de transporte masivo de buses de la ciudad por la falta de pagos de la Alcaldía de Medellín al Metro está más vivo que nunca, porque el Distrito se volvió a colgar en los pagos que mantienen a flote el Fondo de Estabilización Tarifaria (FET). Hoy la deuda alcanza los $97.000 millones.
El FET es un fondo financiado por el Distrito para subsidiar parte de los gastos operativos del sistema de buses de Medellín, compuesto por las tres líneas de Metroplús y las rutas alimentadoras del oriente y el occidente. El fondo nació en 2011 para subsidiar cerca del 30% de la tarifa.
Según el Metro, el FET subsidia cerca de $70.000 millones anuales en promedio. La cifra es baja teniendo en cuenta que este mismo fondo aplicado al Transmilenio en Bogotá alcanzaba $1 billón antes de la pandemia.
Sin embargo, el covid causó traumatismos en la operación de los buses, por lo que para 2020 y 2021 la subvención del FET aumentó al 50% de la tarifa ante la falta de usuarios, lo que también subió la deuda. Es así como para 2022, el distrito le debía al FET de Medellín $160.000 millones, lo que prendió las alarmas.
En octubre de 2022, justo hace un año, el Metro demandó al Distrito porque, a su vez, los operadores de los buses demandaron a la empresa de transporte. Durante el desarrollo de la demanda, se suscribieron tres acuerdos en febrero pasado.
Dentro del primer acuerdo se fijaron unas fechas o hitos de pago en 2023 para saldar los $160.000 millones que en 2022 acumulaba la Alcaldía con el FET; otro acuerdo fue un otrosí que brindaba garantías para que el Distrito no se volviera a colgar en los giros. El tercer punto fue que la demanda contra el Distrito interpuesta ante el Tribunal Administrativo de Antioquia se suspendía.
Con los primeros pagos de la Alcaldía, el Metro pudo saldar las deudas con los concesionarios SAO y Masivo de Occidente por casi $80.000 millones. Quedaba pendiente pagar lo que la Alcaldía le debía al Metro este año.
La cuestión, según el Metro, es que el primer acuerdo contemplaba que el monto faltante de los $160.000 millones (que son cerca de $55.000 millones) debía pagarse antes del 31 de octubre de 2023.
Es decir, en máximo seis días, pues si no se hace automáticamente la demanda se reactivará en diciembre. A esta cifra hay que sumar la deuda que ya acumulaba el FET en 2023, rubro que según el Metro, rondaba los $42.000 millones con corte de septiembre.
O sea que, sumando los acumulados de 2022 y 2023, la Alcaldía ya debe al Metro más de $97.000 millones.
“Tenemos toda la fe puesta en que la actual administración nos pague antes de que se acabe el año. Aún así debemos analizar que caminos tomar en caso de que esto no llegue a pasar”, dijeron desde el Metro.
Consultada frente a este tema, la Alcaldía de Medellín indicó que justo ayer realizó una transferencia al Metro por $33.000 millones para el FET.
“Si bien es importante subsidiar el transporte, este debería partir de usuarios transportados efectivamente y no de kilómetros recorridos sin mayor control, debido a la forma como fue negociado el contrato”, añadió el Distrito.
El asunto es que, según el Metro, dicho monto no provino directamente de la Alcaldía sino del Gobierno Nacional que, gracias al esfuerzo de la bancada antioqueña, destinó una partida de su Presupuesto por $1 billón para apoyar a todos los sistemas de buses del país. De este rubro salieron los $33.000 millones para el FET.
La Alcaldía también dijo que impulsó ante el Concejo el Acuerdo 69 de 2022 para transferir $411.000 millones de Vigencias Futuras para financiar el FET hasta 2029.
La cuestión, según el Metro, es que dicho monto no se desembolsa de una vez sino fraccionado de forma anual.
“Esos aportes los vemos como un 'seguro'. Pero para que sean realmente efectivos, la idea es que el Distrito pague lo pendiente para que esa plata solvente los gastos del año en curso y no se los 'trague' la deuda acumulada”, dijo la empresa.
Pese a este escenario, el Metro indicó que la operación de la línea de buses, que en 2022 movió cerca de 280.000 pasajeros, está garantizada, pues aparte de la optimización operativa también se buscan otras fuentes de financiación para mantener vivo el sistema.