Una de las principales críticas que ha recibido el plan de desarrollo Medellín te quiere, presentado por el alcalde Federico Gutiérrez y aprobado por el Concejo hace poco más de una semana, tiene que ver con los proyectos de movilidad de una ciudad que, si bien comparada con el resto del país puede ser un ejemplo en cuanto a transporte público, ve como cada año su parque automotor aumenta, la calidad de su aire se deteriora y sus ciudadanos pierden calidad de vida ante el aumento en los tiempos de desplazamiento.
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Activistas, críticos y políticos independientes a la administración coinciden en calificar las metas de movilidad para la ciudad en los próximos cuatro años como “flojas” si se comparan con otros indicadores como la educación o la lucha contra el hambre, donde Gutiérrez promete hacer avances significativos.
Entre esos indicadores, por ejemplo, llama la atención que la Alcaldía solo se comprometió a entregar el Metro de la 80 en un 50% al final del gobierno en 2027, cuando inicialmente el plan era que la obra estuviera andando para 2028; aunque en este punto hay que reconocer que el proyecto lo entregó la administración de Quintero con más de un entuerto.
Por otro lado, en el plan no está presupuestado construir ningún kilómetro de ciclorruta en los próximos cuatro años. Algo que resulta extraño, pues es bien sabido que el alcalde es promotor de la actividad física y que para su primera alcaldía no solo recorrió los barrios de la ciudad en bicicleta promoviendo el ejercicio y la movilidad sostenible, sino que prometió en ese entonces en su plan de gobierno la meta más ambiciosa jamás vista en la historia de la ciudad en cuanto a ciclorrutas: 80 kilómetros nuevos en una ciudad que para entonces solo tenía 45 kilómetros.
A falta de un año para terminar su primer mandato, a “Fico” todavía le faltaba el 80% de esa meta. Al final metió el acelerador y terminó 45,4 kilómetros. Acabó su gobierno con 60 de los 80 que prometió.
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Luego llegó la administración de Quintero y la promesa de la “Ecociudad” en la que se proyectaron 40 nuevos kilómetros de ciclorrutas. La realidad fue otra: en la pasada administración solo se construyeron 11,1 kilómetros de ciclorrutas, el 28% de la meta.
Ahora, después de dos periodos de promesas incumplidas en cuanto a infraestructura para moverse en bicicleta, la promesa es cero. ¿Por qué?
Para el congresista antioqueño Daniel Carvalho es un error renunciar a las ciclorrutas por varias razones. La primera de ellas es que la infraestructura de ciclorrutas actuales de la ciudad está desconectada por lo que el esfuerzo mínimo debería ser conectarlas. Para él, no vale la excusa de que por la geografía de Medellín es más difícil el transporte en bici. Primero porque se pueden desarrollar iniciativas como ponerle algunas parrillas a los buses para que las personas puedan llevar las bicicletas hasta los barrios en las laderas, pero también porque de acuerdo a los planes de ordenamiento territorial de la ciudad se espera que la ciudad siga creciendo en su zona plana, a lo largo del río, donde se proyecta que en los próximos años lleguen más de medio millón de personas a vivir.
En este punto es importante recordar dos cosas: la primera, es que el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de la ciudad estima que para el 2030 Medellín debe tener al menos 400 kilómetros de ciclorrutas, de manera que si de aquí al 2027 no se hace ninguno, al próximo alcalde le tocaría construir 100 kilómetros anuales para cumplir. La segunda, es que en el Metro ya funciona el sistema de parrillas para mover las bicicletas y ha sido todo un éxito: según datos de la empresa, el año pasado 10.278 personas llevaron sus bicicletas en los vagones, una cifra que duplica a la del 2022, y eso que las bicicletas están prohibidas en horas pico.
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Por una línea similar a la de Carvalho opina Daniel Duque, exconcejal de Medellín: “Insistir en avanzar en temas de infraestructura para ciclistas y peatones no solo es importante sino urgente y necesario porque en medio del contexto de crisis climática donde hay mas generación de gases de efecto invernadero hay una obligación moral de cambiar nuestros métodos de movilidad en la ciudad”, asegura.
Lo llamativo del caso es que el mismo alcalde de Medellín, o quienes hicieron los capítulos de movilidad y medio ambiente del plan de desarrollo, piensan lo mismo que Duque y que Carvalho y aún así solo se comprometieron a hacerle mantenimiento a los 116,5 kilómetros que componen la red de ciclorruta existente que, dicho sea de paso, está en mal estado.
El primer “gran desafío” del plan de desarrollo Medellín te quiere dice lo siguiente: “Una Medellín comprometida con el medio ambiente y la sostenibilidad, que le apueste a un modelo de movilidad urbana inteligente, a un transporte público moderno, eficiente y sostenible, a la transición energética consecuente, a la planificación de un entorno urbano ecológicamente responsable, a un pacto colectivo por la reducción de emisiones de carbono”.
De acuerdo con cifras de Medellín Cómo Vamos, el 2% de los habitantes de Medellín se transporta principalmente en bicicleta y solo el 48% de estas personas se siente satisfecho con las ciclorrutas que tiene disponibles. Además, tener carriles exclusivos contribuye a la seguridad de los ciclistas. El año pasado fueron nueve las personas que murieron en bicicleta en las calles de Medellín, siendo el tercer actor de la vía que más muertes puso en la estadística, después de los motociclistas y los peatones.
En la construcción de su hoja de ruta para el próximo cuatrienio la actual administración parece además tener bien identificados los problemas de movilidad en la ciudad y sus consecuencias: “Es pertinente para el distrito el abordaje de estrategias de ordenamiento territorial con criterios de sostenibilidad, en las cuales el transporte con menores emisiones y costos desde lo ambiental, económico y social, contribuyan a la transformación efectiva del espacio público de esparcimiento y encuentro y a una movilidad sostenible” se lee en el documento de más de 700 páginas.
En ese sentido, el concejal José Luis Marín, del Pacto Histórico, que votó negativo al plan de desarrollo, propuso una enmienda para incluir la construcción de nuevos kilómetros de ciclorruta que no fue tenida en cuenta por la Administración Distrital.
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Al respecto, desde la Alcaldía respondieron que, aunque “hoy la ciudad tiene los problemas de muchas de las urbes de Latinoamérica en movilidad”, Medellín tiene las capacidades para crecer a partir del sistema actual, dando a entender que será en el fortalecimiento de lo que hay en el momento donde se concentrarán los esfuerzos y recursos en los próximos años.
“Los planes para la ciudad están concentrados en recuperar el espacio público, en el desarrollo sostenible y a largo plazo de los sistemas públicos de transporte, en devolver a la ciudad la capacidad de movilizarse con seguridad y en la prevención, como premisa, para evitar las muertes en incidentes viales”, informaron desde la secretaría de Movilidad.