Después del anárquico drama de la captura y ejecución de Muamar el Gadafi, los nuevos líderes de Libia debatían ayer sobre qué hacer con su cadáver.
El cuerpo del dictador yacía ayer en un congelador de carnes de un centro comercial de Misrata, a la vista de muchos, como trofeo de guerra esperando su estantería definitiva.
Addul-Salam Eleiwa, un comandante de los combatientes de Misrata, aseguró que el cuerpo sería tratado con respeto, según la tradición del Islam, y que, según esos preceptos, sería enterrado pronto.
Señalando la herida de bala visible entre el rizado cabello del cadáver, Eleiwa resaltó la costumbre musulmana de enterrar los restos del cuerpo dentro de las 24 horas siguientes a la muerte.
"Como cualquier musulmán, su cuerpo será lavado y tratado con dignidad. Debe ser enterrado en un cementerio musulmán dentro de las 24 horas y así será", afirmó.
Sin embargo, un alto comandante militar del Consejo Nacional de Transición (CNT) dijo que los miembros de la tribu Gadadfa, a la que pertenecía Muamar el Gadafi, estaban dialogando con los combatientes sobre la posibilidad de que ellos asuman la tarea del entierro, un procedimiento que seguiría una tradición también reconocida cuando Saddam Hussein fue ahorcado en Irak.
Pero a diferencia de Saddam Hussein, el CNT espera que Gadafi, su hijo Mo'tassim y otros de su entorno sean enterrados en secreto para evitar que el lugar se convierta en un sitio de peregrinaje.
En contravía a lo planteado por el CNT, el ministro de Petróleo interino, Ali Tarhouni, dijo a Reuters que estaba instando a sus colegas a dejar el cuerpo en la cámara frigorífica durante algunos días para ayudar a dispersar dudas de que Gadafi estaba efectivamente muerto.
¿Crimen de guerra?
La duda de Amnistía Internacional y otros organismos defensores de los derechos humanos no parecía ser la muerte de Gadafi sino la manera en que murió.
Ayer el organismo internacional exigió esclarecer los detalles de la muerte pues, de haber sido ejecutado, el líder habría sido víctima de un crimen de guerra bajo la ley internacional.
Imágenes tomadas con teléfonos celulares antes y después de la muerte de Gadafi lo muestran herido y ensangrentado, pero vivo, al momento de ser capturado en su ciudad natal, y luego muerto en medio de una multitud de combatientes del Consejo Nacional de Transición.
"Si se unen esos dos videos son bastante perturbadores porque uno ve a alguien que ha sido capturado vivo y luego ve a esa persona muerta", dijo a Reuters el portavoz de derechos humanos de la ONU, Rupert Colville, basado en los tratados de Ginebra, que establecen las reglas de conducta en conflictos armados. Allí está prohibida la tortura, la humillación y el asesinato de detenidos.
"Si el coronel fue asesinado tras su captura, constituiría un crimen de guerra y los responsables deberían ser llevados ante la justicia", aseguró Claudio Cordone, director de Amnistía Internacional.
El primer ministro interino de Libia, Mahmoud Jibril, dijo que Gadafi murió por "fuego cruzado" en un enfrentamiento entre sus partidarios y los combatientes mientras era llevado al hospital tras su captura. Sin embargo, una importante fuente del CNT dijo a Reuters que Gadafi fue asesinado por sus captores. "Cuando era extraído del lugar, lo golpearon y luego lo mataron", afirmó la fuente.
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