Un acuerdo para no llegar a una confrontación armada por el territorio de Esequibo fue firmado por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y su homólogo de Guyana, Irfaan Ali, quien celebró que se zanjara parte de la discusión sobre la soberanía de este territorio limítrofe entre ambos países de manera pacífica, pero aún tiene reservas en cuanto a la posición del presidente venezolano sobre el deseo de apropiarse de esa parte de la frontera.
Guyana y Venezuela “acordaron que directa o indirectamente no se amenazarán, ni utilizarán la fuerza mutuamente en ninguna circunstancia, incluidas las derivadas de cualquier controversia existente entre ambos Estados”, indicó parte de una declaración conjunta leída por Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas, sitio donde se desarrolló el encuentro de los mandatarios.
Entre el texto de lo acordado hecho público ayer, Gonsalves señaló que el acuerdo alcanza a que para resolver cualquier controversia frente a los límites establecidos, “se resolverá de conformidad con el derecho internacional, incluido el Acuerdo de Ginebra”.
Los presidentes cerraron con un estrechón de manos una reunión que se alargó por dos horas en San Vicente y las Granadinas, promovida por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) y la Comunidad del Caribe (Caricom), con apoyo de Brasil. Antes de la lectura de la declaración conjunta, el presidente Ali, que acudió a la cita con un brazalete con el mapa del Esequibo, insistió en el derecho de su país a explotar su “espacio soberano”.
“Guyana no es el agresor, Guyana no está buscando la guerra, Guyana se reserva el derecho de trabajar con nuestros aliados para garantizar la defensa de nuestro país”, señaló Ali en una rueda de prensa posterior, sin ceder en su posición sobre el diferendo.
A su vez, Nicolás Maduro, cuya delegación viajó a San Vicente y Granadinas con un mapa de Venezuela que incluye el Esequibo como parte de su territorio, celebró la “victoria del diálogo” a su llegada al país la noche del jueves.
“Fue una jornada fructífera, intensa, por momentos tensa, pero donde pudimos hablar con la verdad”, dijo Maduro desde el aeropuerto internacional de Maiquetía, que sirve a Caracas.
El mandatario venezolano vio la cita como “un paso histórico” para “abordar de manera directa la controversia territorial”, cuya disputa reavivó hace una semana, pero Ali negó que esta estuviese en agenda e insistió en su posición de que esta debe resolverse en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), cuya jurisdicción es desconocida por Venezuela.
¿Cumplirá Nicolás Maduro?
Tras la reunión, la firma del acuerdo y del apretón de manos para la foto, la duda que quedó es si Nicolás Maduro cumplirá con lo pactado, pues el territorio en disputa es una fuente de millonarios ingresos debido a que en 2015 la petrolera estadounidense ExxonMobil descubriera y anunciara grandes yacimientos de crudo en la zona en reclamación.
Bajo una promesa de bonanza de crudo, y tras de ella, de dólares, Venezuela acusó a Guyana de dar concesiones en aguas marítimas por delimitar, y después de un referendo sobre la zona en reclamación, el pasado 3 de diciembre inició un proceso para otorgar licencias de la estatal PDVSA en las aguas en disputa.
La consulta aprobó además crear en la región una provincia de Venezuela y dar la nacionalidad a sus habitantes.
Guyana, que vio la consulta como una “amenaza”, llevó el caso al Consejo de Seguridad de la ONU y anunció contactos con “socios” militares como Estados Unidos, que hizo ejercicios militares en el Esequibo. Con ese panorama de fondo, Maduro acudió a su habitual retórica antiimperialista del gobierno venezolano y acusó a Ali de ser “un esclavo” de ExxonMobil.
Por estos antecedentes es que el Gobierno de Guyana desconfía de que Maduro le dé cumplimiento a lo pactado en la tarde del pasado jueves, y su presidente insiste en que este conflicto limítrofe y territorial debe resolverse en la Corte Internacional de Justicia, CIJ.
“Ya hemos dejado claro que la CIJ va a decidir la controversia en torno a las fronteras de Guyana y Venezuela. Nos mantenemos firmes en este asunto y no está abierto a discusión”, dijo Ali. La situación es que Venezuela desconoce la jurisdicción de la CIJ en el caso, y ese el más grande temor, pues si un freno, en cualquier momento Maduro podría ordenar la ocupación del territorio.
Se reunirán en tres meses
Para bajar la tensión entre ambos países fue necesaria la mediación de Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, que instó a Maduro a no tomar medidas unilaterales. “Lo que no queremos en Sudamérica es una guerra, no necesitamos conflicto”, dijo Lula al llamar al diálogo y citar para marzo de 2024 una reunión de revisión de lo pactado entre Venezuela y Guyana por el Esequibo.
700
kilómetros de límites fronterizos comparten Venezuela y Guyana, parte del Esequibo en disputa.