La nave espacial Maven, de la NASA, que actualmente orbita Marte, descubrió que el Sol probablemente despojó al planeta rojo de lo que alguna vez fue una gruesa atmósfera y de su agua.
Enormes tormentas solares eran comunes en los primeros años del Sistema Solar. Así que hace miles de millones de años, esas tormentas habrían sido suficiente para acabar con la atmósfera de Marte, transformando al planeta de un sitio húmedo y tibio potencialmente capaz de generar vida microscópica en un desierto frío y seco que es hoy.
Los científicos reportaron que incluso actualmente, el viento solar arrastra cerca de 100 gramos de gas atmosférico por segundo.
Estos descubrimientos recientes de exploradores robóticos como Maven son una parte crucial del esfuerzo de la NASA para enviar exploradores humanos al planeta rojo en la década de 2030. Hace apenas poco más de un mes, el explorador Mars Reconnaissance Orbiter reveló evidencia de agua salada goteando de laderas marcianas, al menos en el verano. La siguiente misión de la NASA inicia en marzo con el lanzamiento de otro explorador orbital.
Bruce Jakosky, científico principal del proyecto, y su equipo reportaron que durante expulsiones masivas solares de gas en marzo, el explorador espacial advirtió que iones de oxígeno eran arrojados más alto de lo esperado en la atmósfera. Al mismo tiempo, flujos de actividad magnética de rápido movimiento alcanzaron una altura de casi 5.000 kilómetros (3.100 millas) en el espacio.
Eso llevó a los científicos a llegar a la conclusión de que la disminución de la atmósfera de Marte pudo haber sido ocasionada en gran medida por eventos solares grandes como éste, ocurridos en la etapa inicial del planeta.
Esa atmósfera probablemente habría desaparecido en un período de algunos cientos de millones de años. Marte ya no tiene un campo magnético global, pero cuando lo tuvo hace 4.000 millones de años, eso hubiera evitado su pérdida de atmósfera a gran escala, señalaron los investigadores. El fuerte campo magnético de la Tierra encierra nuestra propia atmósfera, evitando erosión directa por el viento solar.
Los hallazgos fueron publicados en la revista Science de esta semana. La edición incluye cuatro estudios realizados por la aeronave, que ha orbitado Marte para estudiar su atmósfera durante un año.