Tras ser elegida como nueva líder del Partido Conservador, la política Liz Truss se convertirá en la primera ministra de Reino Unido. Mary Elizabeth Truss, de 47 años, viene de ser la secretaria de Estado para Relaciones Exteriores y la ministra de la Mujer e Igualdad en Reino Unido, ambos cargos dentro del gobierno del actual primer ministro, Boris Johnson.
Pese a haber adoptado tardíamente el conservadurismo y el Brexit, Truss, de 47 años, se ha ganado a las bases del partido de gobierno (Conservador) con su política tradicionalmente ultraliberal.
Pero, ¿quién es la mujer que ocupará uno de los cargos más importantes de Europa?
Truss: la excontradictora del Brexit que nació en una familia de izquierda
Nacida el 26 de julio de 1975 en el seno de una familia muy izquierdista Liz Truss militó inicialmente en el Partido Liberal Demócrata antes de unirse a los conservadores, con quienes se convirtió en diputada en 2010.
Desde 2012, ha ocupado una serie de cargos ministeriales en Educación, Medio Ambiente, Justicia y Secretaría General del Tesoro.
Votó contra el Brexit en el referéndum de 2016. Pero en lugar de dejarse pasar factura, le dio la vuelta después a la situación convirtiéndose en una de sus más fervientes defensoras, negociando y pregonando nuevos acuerdos de libre comercio.
Nombrada en 2021 como jefa de la diplomacia, fue intransigente con la Unión Europea respecto a Irlanda del Norte y junto a Boris Johnson se mostró firme contra Rusia tras la invasión de Ucrania.
Alimentó las comparaciones con la ex primera ministra ultraliberal Margaret Thatcher, de la que es gran admiradora, posando sobre una torreta de tanque o vistiendo una distintiva blusa de flores.
A veces se la considera rígida, pero en las últimas semanas ha aparecido más relajada. Sus aliados afirman que le gusta el queso y el karaoke.
Su forma de hacer política
Además de ser contundente contra Rusia y China, la nueva primera ministra se ha concentrado en una receta para afrontar la crisis del coste de la vida centrada en bajos impuestos y medidas económicas liberales.
Con fama de ser una política convincente y hábil en las distancias cortas, durante la campaña de las primarias “tories” han surgido dudas entre los comentaristas políticos sobre su magnetismo para movilizar a las masas, una de las principales bazas con las que Johnson arrasó en las elecciones de 2019.
Su promesa de combatir la inflación con bajos impuestos para empresas y trabajadores convenció a la mayoría de los 160.000 afiliados del Partido Conservador con derecho a elegir al líder, que tienden a situarse a la derecha del espectro político respecto al conjunto de votantes “tories”.
Su prueba de fuego, con todo, será en las urnas. Truss hereda la enorme mayoría absoluta que logró Johnson, pero estará obligada a convocar unas generales antes de enero de 2025, en las que pondrá a prueba su tirón popular. Si los comicios se celebraran ahora, el Partido Laborista ganaría con holgada ventaja.
A la sombra de Thatcher
En uno de los primeros debates de las primarias conservadoras, Truss apareció vestida con una americana negra y una camisa blanca con un gran lazo al cuello. A pocos comentaristas se les escapó que su atuendo era idéntico al que Thatcher lució en una intervención televisada durante la campaña que la llevó al poder, en 1979.
No era la primera vez que emulaba la imagen de la Dama de Hierro. Poco después de asumir Exteriores, Truss aprovechó una visita a Estonia para dejarse fotografiar sobre un tanque del Ejército británico, una instantánea que fue inmediatamente comparada con una célebre imagen de Thatcher visitando a las tropas en Alemania Occidental en 1986.
Aunque se declara “frustrada” por las constantes comparaciones con la ex primera ministra, sus intervenciones en las primarias han estado siempre plagadas de referencias implícitas y explícitas a ella.
En línea con el ideario thatcherista, una de las primeras medidas que espera adoptar como jefa de Gobierno es cancelar la subida del impuesto de sociedades que había programado Johnson.
La nueva primera ministra cree que con la inflación disparada por encima del 10 %, con perspectivas de que pueda superar el 18 % el próximo año, la prioridad de su Gobierno no debe ser reducir la inmensa deuda acumulada durante la pandemia, sino estimular las inversiones y el crecimiento.
Durante las primarias, también ha propuesto medidas para reducir el sector público. La más polémica de ellas, recortar el sueldo a todos los funcionarios que viven fuera de Londres, provocó tal revuelo que se vio obligada a dar marcha atrás en menos de 24 horas.
Se espera que la nueva primera ministra de Reino Unido sustituya a Boris Johnson al frente del Ejecutivo desde este martes, una vez que sea recibida por la reina Isabel II en el castillo de Balmoral, en Escocia.