El suministro por parte de Estados Unidos de municiones para tanques con uranio empobrecido a Ucrania “es una clara señal de inhumanidad”, declaró la embajada de Rusia en Washington.
“Estados Unidos está transfiriendo deliberadamente armas con efectos indiscriminados. Es plenamente consciente de las consecuencias: las explosiones de tales municiones dan lugar a la formación de una nube radiactiva en movimiento”, dijo la embajada.
Rusia reaccionó después de que Washington anunciara más de 1.000 millones de dólares en ayuda militar y humanitaria para Ucrania. Los cartuchos de 120 milímetros son para tanques M1 Abrams que se espera sean entregados a Ucrania antes de que termine 2023.
Podría interesarle: Nuevo apoyo de Estado Unidos a Ucrania: autorizó enviarle aviones cazas F-16 para su defensa
“Washington, obsesionado con la idea de infligir una ‘derrota estratégica’ a Rusia, está dispuesto a luchar no solo hasta el último ucraniano, sino a poner una cruz a las generaciones futuras”, continuó la embajada.
Las municiones de uranio empobrecido son controversiales por su asociación con problemas de salud como el cáncer y defectos de nacimiento en zonas donde se utilizaron en conflictos pasados, aunque no se ha demostrado definitivamente que hayan causado tales problemas.
La munición forma parte de los 175 millones de dólares en equipamiento militar para Kiev que se extraerán de las reservas estadounidenses. La embajada afirmó que, al suministrar los proyectiles, Estados Unidos se mostraba “profundamente indiferente tanto al presente de Ucrania como al futuro de la república y de sus vecinos europeos”. “El ejército ruso seguirá triturando metódicamente el armamento enviado” a Ucrania, añadió.
¿Qué son las municiones de uranio empobrecido?
El uranio es un metal muy denso: 1,7 veces más que el plomo y es tan duro que en un proyectil no se deforma cuando golpea su objetivo. Por eso, el uranio empobrecido es empleado en proyectiles perforantes para atravesar el blindaje de vehículos y buques.
Es un tipo de municiones común, que se usa por su capacidad de perforación de blindaje, según argumenta el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, que asegura que estos proyectiles “no son radioactivos” y “no se acercan para nada” a la categoría de los armamentos nucleares.