Como “repetidos y constantes intentos de socavar el trabajo de la presidencia de la COP28”, calificó el presidente de la misma, el sultán Al Jaber, la polémica surgida después de la publicación de unas de sus declaraciones hechas hace semanas sobre la eliminación de los combustibles fósiles.
Los señalamientos contra Al Jaber estallaron después de un informe publicado por el diario británico The Guardian, en el que se reseña unas declaraciones, según las cuales el presidente de la COP28 señaló que “no existe ninguna ciencia, ni ningún escenario, que diga que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es lo que va a permitir alcanzar 1,5 ºC”.
Lo anterior, teniendo en cuenta que el grupo de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, ha señalado que es indispensable limitar el uso de combustibles fósiles y del carbón sin refinar si se quiere reducir a 1,5 °C el calentamiento en el año 20250.
La COP28, la gran cumbre anual del clima organizada por Naciones Unidas, la cual inicio el pasado 30 de noviembre y está prevista hasta el 12 de diciembre en Dubái, se anunció un récord de más de 70.000 participantes.
Ante el incremento de las críticas, Al Jaber defendió su trabajo, en una rueda de prensa, como líder y anfitrión de la cumbre climática. Además, dijo que se encontraba muy sorprendido por la situación, la que clasificó como “sacada de contexto y tergiversada por parte de los periodistas” a la que se le había dado una “máxima cobertura”.
La polémica sobre la posición de Al Jaber se da en medio de la discusión propuesta en la cumbre, que se debate por las diferentes posturas de los líderes mundiales. Algunos creen que hay que plantear claramente de una “eliminación progresiva”, mientras otros sugieren hablar de una “reducción progresiva”, es decir, una transición mucho más lenta. Todo esto enmarcado dentro de las metas establecidas por el acuerdo climático de París.
El Sultan Al Jaber fue designado en enero como presidente de la COP28, en medio de una decisión criticada por ambientalistas y que le valió acusaciones de doble juego, por su calidad de presidente de la petrolera Adnoc, que hace de Emiratos el séptimo productor mundial de oro negro.
El empresario, sin embargo, ha insistido desde entonces en su voluntad de involucrar más al sector privado en la financiación, junto a los estados, de la transición energética y de la adaptación de los países vulnerables al cambio climático.