El presidente Joe Biden ha aprobado un nuevo plan estratégico nuclear que representa un giro drástico en la postura defensiva de Estados Unidos, según un informe de The New York Times.
Este plan llama la atención porque se realizó con un misterio sin precedentes, dirige el foco de la disuasión nuclear estadounidense hacia la creciente amenaza del arsenal nuclear chino y la intensificación de las alianzas entre China y Rusia.
El documento, extremadamente clasificado, está disponible solo en formato impreso para unos pocos altos funcionarios del Pentágono y de seguridad nacional.
El nuevo plan, que se actualiza aproximadamente cada cuatro años, examina exhaustivamente cómo Estados Unidos está preparado para enfrentar no solo amenazas nucleares sino también una combinación de armas nucleares y no nucleares. Pero en este caso la administración Biden ha optado por una postura más dura en respuesta al rápido crecimiento del arsenal nuclear chino y a las amenazas coordinadas con Rusia y Corea del Norte.
La aprobación de este plan se produce en medio de la preocupación por la expansión del arsenal nuclear de China, que se espera que duplique su tamaño para 2030, alcanzando alrededor de 1.000 ojivas.
Esta expansión ha superado las previsiones iniciales de los funcionarios de inteligencia estadounidenses y refleja las ambiciones nucleares de Xi Jinping de igualar o superar los arsenales de Washington y Moscú.
El plan estratégico también considera las posibles amenazas combinadas de Rusia y China, así como el papel de Corea del Norte en la dinámica global de seguridad nuclear. Las alianzas entre China y Rusia, junto con el apoyo de Corea del Norte e Irán a Rusia en la guerra en Ucrania, han llevado a una reevaluación de las amenazas a la seguridad nacional de Estados Unidos.
A pesar de la intención de contener a los rivales estratégicos, críticos del plan advierten que esta nueva dirección podría provocar una peligrosa escalada nuclear y avivar una carrera armamentista. La falta de avances en las conversaciones de control de armas con China, que se encuentran estancadas desde el otoño pasado, es vista como un punto crítico que podría exacerbar las tensiones globales en lugar de mitigarlas.
El documento, cuya distribución se limita a una pequeña cantidad de copias impresas debido a su alta clasificación, está previsto que se presente al Congreso antes de que Biden termine su mandato el próximo año.
Mientras tanto, la administración Biden enfrenta el desafío de equilibrar la preparación para una posible confrontación nuclear con la necesidad de fomentar el diálogo y evitar una escalada peligrosa en un entorno global cada vez más tenso.
