En medio de la creciente confrontación entre Hezbolá y el Estado de Israel, la figura del líder de esa organización ha vuelto a cobrar relevancia tras las serias amenazas que lanzó. Sin embargo, no es la primera vez que es temerario dirigente llama la atención internacional.
El 3 de noviembre de 2023, Hasan Nasrallah habló por primera vez desde el estallido de la nueva fase del conflicto israelo-palestino el 7 de octubre.
Este discurso generó gran tensión, con especulaciones sobre una posible ofensiva a gran escala contra Israel desde el Líbano, e incluso un ataque contra Estados Unidos.
Nasrallah, un maestro de la retórica, utilizó esa ocasión para reafirmar su apoyo a Hamás y advertirle a Israel y sus aliados.
“Si Estados Unidos quiere evitar una guerra regional, la agresión a Gaza debe cesar”, declaró Nasrallah, defendiendo las acciones de Hamás como “correctas, sabias y justas”.
Desde ese momento, los enfrentamientos de Israel no han sido únicamente contra Hamás en Gaza, también se han ido trasladando al sur del Líbano para atacar a Hezbolá.
Nacido el 31 de agosto de 1960, Nasrallah creció en medio de la guerra civil libanesa, un conflicto que definió su visión del mundo. Su familia, compuesta por nueve hermanos, fue profundamente afectada por el conflicto, lo que llevó a su padre a regresar a su pueblo natal, Bazourieh, en el sur del Líbano, una región chiita que sufriría constantes ataques durante las guerras con Israel.
A los 15 años, Nasrallah se unió al Movimiento Amal, una de las principales organizaciones chiitas de la época, liderada por el clérigo iraní Musa al-Sadr. Sin embargo, su paso por Amal fue solo el inicio de un camino que lo llevaría a convertirse en la figura más destacada de Hezbolá.
En 1982, durante la invasión israelí al sur del Líbano, Nasrallah se unió a la recién formada organización Hezbolá, el “Partido de Dios”. Este grupo fue creado con el apoyo del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, como una respuesta a la ocupación israelí y con el objetivo de defender los intereses chiitas en la región. En 1992, tras la muerte de su mentor Abbas al-Musawi, Nasrallah asumió el liderazgo de la organización.
Bajo el mando de Nasrallah, Hezbolá ha evolucionado de ser una guerrilla en resistencia a Israel, a convertirse en una de las fuerzas militares más formidables de la región.
Su capacidad armada es tal que, en algunos aspectos, supera incluso a las fuerzas regulares del Líbano. La participación de Hezbolá en la guerra civil de Siria, en apoyo al régimen de Bashar al-Assad, consolidó aún más su influencia militar más allá de las fronteras libanesas.
Sin embargo, Hezbolá no es solo una organización militar. Bajo el liderazgo de Nasrallah, el grupo ha sabido transformarse también en un actor político clave en el Líbano.
Actualmente, Hezbolá es uno de los partidos políticos más importantes del país, con una amplia representación en el parlamento y una sólida base de apoyo entre la población chiita.
La relación de Hezbolá con Irán ha sido fundamental para su desarrollo. Nasrallah, quien mantiene una estrecha relación con el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ha contado con el respaldo político, económico y militar del régimen iraní.
Esta alianza ha permitido a Hezbolá operar con una autonomía considerable en el Líbano, al tiempo que actúa como un brazo extendido de la política iraní en la región.
Desde que asumió el liderazgo de Hezbolá, Nasrallah ha estado en el centro de múltiples conflictos con Israel. Uno de los momentos más críticos de su carrera fue la Guerra del Líbano de 2006, que estalló tras el secuestro de dos soldados israelíes por parte de Hezbolá.
Ese conflicto, que duró 34 días, dejó una profunda cicatriz en ambos países, con miles de muertos y heridos, así como una destrucción significativa en el Líbano.
A pesar de las pérdidas, Nasrallah emergió como un héroe para muchos en el mundo árabe, al haber resistido con éxito la embestida militar israelí.
Hezbolá ha continuado enfrentándose a Israel en una serie de enfrentamientos menores desde entonces, y la organización ha prometido seguir resistiendo lo que considera la ocupación israelí de territorios árabes. Nasrallah ha sido claro en su rechazo a la influencia israelí y occidental en Oriente Medio, y ha defendido la causa palestina como uno de los pilares de su lucha.
La guerra que estalló entre Israel y Hamás en octubre de 2023 reavivó las tensiones en la región.
Su respaldo a Hamás no fue sorprendente, dado que Hezbolá ha sido durante mucho tiempo un aliado clave de este grupo palestino.
Hassan Nasrallah es visto en el mundo árabe como un héroe de la resistencia, un líder que ha desafiado a Israel y a Occidente y ha luchado por los derechos de los palestinos y los chiitas en la región.
Para sus enemigos, en particular Israel y Estados Unidos, Nasrallah es el líder de una organización terrorista responsable de actos de violencia y desestabilización en Oriente Medio.
Nasrallah rara vez aparece en público, por temor a ser asesinado por Israel. No obstante, sus discursos, transmitidos regularmente por medios de comunicación afines a Hezbolá, siguen siendo una herramienta poderosa para movilizar a sus seguidores y mantener su influencia.
Con más de tres décadas al frente de Hezbolá, el grupo ha logrado sobrevivir a numerosos conflictos y ha consolidado su posición como una de las principales fuerzas políticas y militares de la región.
A medida que el conflicto entre Israel y Hamás continúa, y las tensiones en la frontera libanesa se intensifican, el papel de Nasrallah y Hezbolá será clave para determinar el curso de los acontecimientos en Oriente Medio.
