Los carabinieri lanzaron este martes una amplia operación contra la mafia siciliana, logrando la detención de 183 personas vinculadas con Cosa Nostra (mafia siciliana). Entre los arrestados figuran influyentes jefes recientemente liberados de prisión, como Tommaso Lo Presti, Nunzio Serio, Guglielmo Rubino y Cristian Cinà, quienes trabajaban en estrecha colaboración con la ‘Ndrangheta, la poderosa mafia calabresa.
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La fiscalía de Palermo reveló que los detenidos enfrentan cargos de asociación mafiosa, tentativa de homicidio, tráfico de drogas, extorsión, posesión ilegal de armas y juego clandestino. La redada también se extendió a otras ciudades italianas, consolidando un golpe coordinado contra el crimen organizado.
“Cosa Nostra sigue ejerciendo su encanto en ciertos ambientes como las periferias, donde los jóvenes tienen pocas alternativas de vida y se identifican con representaciones de poder de las que aún goza la mafia”, dijo el fiscal de Palermo, Maurizio de Lucia, en una rueda de prensa sobre la operación.
“Las investigaciones de hoy involucran a muchos jóvenes y hay que tener especial atención, como tenemos atención con los antiguos jefes que vuelven, tenemos que tener cuidado con los reclutados de hoy, es decir, con el futuro de la mafia”, añadió.
Las investigaciones han revelado que varios jefes mafiosos encarcelados poseían teléfonos móviles encriptados, introducidos de contrabando en las prisiones, lo que les permitía seguir dirigiendo operaciones desde sus celdas. Un caso llamativo es el del líder del clan de Porta Nuova, Calogero Lo Presti, quien incluso ordenó una agresión y presenció la emboscada a través de una videollamada.
Según medios locales, a través de sus celulares los mafiosos creaban chats grupales con otros mafiosos —algunos libres, otros en prisión— para hablar de sus negocios.
Interceptaciones telefónicas han sacado a la luz el sentimiento de frustración entre los líderes de la mafia actual por la pérdida de la disciplina y el código de silencio que caracterizaban a Cosa Nostra en el pasado. “El nivel es bajo, hoy detienen a uno y se arrepiente, ¿pero de qué estamos hablando?”, lamentaba Giancarlo Romano, jefe del barrio de Brancaccio, sin saber que estaba siendo grabado por las autoridades.
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A pesar de los golpes judiciales, las mafias italianas continúan siendo una fuerza delictiva con presencia en Europa y América. Además del tráfico de drogas, han diversificado sus actividades en sectores como el turismo y el fraude fiscal, generando miles de millones de euros anualmente. Según el fiscal, las investigaciones demuestran que Cosa Nostra sigue activa y fortalecida en el territorio, comunicándose a través de tecnologías innovadoras.
Mientras tanto, la primera ministra, Giorgia Meloni, aplaudió la operación y subrayó que “el crimen organizado está contra las cuerdas”.
“Las escuchas (a los mafiosos) lo dicen claramente: ‘Italia se ha convertido en un obstáculo para nosotros, tengo que irme’, admite uno de los detenidos. Una señal clara (de que) el crimen organizado está contra las cuerdas, la lucha contra la mafia no se detiene ni se detendrá”, aseguró.