Este domingo –mientras el Consejo Nacional Electoral de Venezuela demoraba la entrega de resultados de las elecciones presidenciales– en la televisión oficialista se transmitía un concierto propagandístico en favor de Nicolás Maduro desde el Palacio de Miraflores.
Ese régimen, que ha sido denunciado por censurar medios de comunicación durante los 25 años que lleva en el poder, ahora buscará “regular” las redes sociales del pueblo venezolano. Fue el propio Nicolás Maduro quien hizo el anuncio mientras recibía la proclamación como presidente electo, otra vez.
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“Tenemos que abrir un debate sobre el efecto permisivo de las redes sociales en la psiquis colectiva, en la educación de los niños, en la promoción de antivalores y en el daño del clima del país. Yo le pido a la Asamblea Nacional que abra un debate amplio e inclusivo para que Venezuela vaya a la vanguardia en lo que tiene que ver con el tema redes sociales”, señaló el presidente, que ahora proyectará 18 años enquistado en el poder.
Un informe de la ONG Espacio Público reseñó que durante los últimos 20 años son 408 los medios de comunicación que han tenido que cerrar en Venezuela ante los impedimentos del gobierno para garantizar el derecho a la libre expresión y al periodismo. Canales de televisión y emisoras de radio son los más afectados.
El propio Maduro reconoció que antes “los canales de televisión” eran quienes atacaban la “revolución bolivariana” y que ahora son las redes sociales quienes tratan de “deslegitimar su poder”. Se atrevió, incluso, a señalar que la oposición tenían fábricas de bots desde donde se lanzaban miles de mensajes fascistas.
Las redes sociales se convirtieron en un escenario en el que los ciudadanos venezolanos podían manifestar sus denuncias e inconformidades con el régimen chavista.
El Comité de Derechos Humanos de Venezuela –un mecanismo de vigilancia creado por la oposición– reportó durante la jornada electoral 94 casos de persecución política, 37 detenciones arbitrarias, tres desapariciones forzadas y una mujer que resultó herida por una bala durante una ofensiva de los colectivos paramilitares afines al régimen.
Durante la noche de este domingo –y mientras el CNE guardaba silencio– las redes sociales se inundaron de videos desde los puestos de votación. Los testigos electorales salían a la puerta y le contaban a sus vecinos que Edmundo González había ganado por amplísima diferencia. Compartían actas de votación.
Hacia las 10:50 de la noche de ayer se registraron fallas en la señal telefónica y de Internet en algunos lugares. La página oficial del CNE colapso y se replicaron videos en los que aparentes miembros de la Guardia Nacional se llevaban los comprobantes electorales que los venezolanos habían depositado en las urnas.
Maduro insistió en una supuesta necesidad de regular las redes sociales y afirmó que los videos de denuncias, donde hombres armados se llevaban los votos, en realidad era “una gente de por ahí llevándose unos aires acondicionados”.
Con esta idea, el mandatario venezolano refuerza la idea de que las elecciones de este 28 de julio fueron hackeadas. Por estos hechos, la Fiscalía venezolana –también cercana al régimen– abrió una investigación contra la líder opositora María Corina Machado.