El amor por los perros de la reina Isabell II nació por el regalo que le hizo su padre el Jorge VI cuando cumplió los 18 años: Susan, de raza corgi, convivió 15 años con la monarca.
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La reina Isabel II era amante a los animales, le gustaban los caballos y no podía ocultar el cariño que sentía por sus consentidos perros corgis. Tras su muerte ¿quién se hará cargo de ellos?
El amor por los perros de la reina Isabell II nació por el regalo que le hizo su padre el Jorge VI cuando cumplió los 18 años: Susan, de raza corgi, convivió 15 años con la monarca.
Susan tuvo otros tres perros Monty, Willow y Holly, que se hicieron famosos tras la aparición en el video de promoción de la película de James Bond del 2012, donde el actor aparece dentro del palacio de la Reina con las tres pequeñas mascotas.
Los corgi que acompañaron a la reina durante años se volvieron casi que un símbolo junto a ella en el Reino Unido, tanto así que en el importante diario The Sun se dijo: “es impensable que la reina no tenga corgis; es como si la torre de Londres no tuviera cuervos”.
Antes de morir, Isabel II tenía cinco perros: dos corgis llamados Muick y Sandy, un dorgi (cruce de corgi y dachshund) llamado Candy, y dos cocker spaniel. La reina temía dejar sus perros sin amo y le preocupaba quién se haría cargo de ellos tras su ausencia.
Tras el fallecimiento, se especula que de las mascotas podrían encargarse algunos familiares.
“Imagino que los perros serán cuidados por la familia, probablemente por el príncipe Andrés, ya que es él quien se los regaló“, sugirió la autora Penny Junor en declaraciones a 'Newsweek'.