Irán anunció este lunes que convocará a elecciones presidenciales el próximo 28 de junio, de acuerdo con información de los medios estatales tras la muerte del presidente Ebrahim Raisi en un accidente de helicóptero, que se dio a conocer este lunes.
“El calendario electoral fue aprobado en la reunión de los líderes del poder judicial, el gobierno y el Parlamento”, indicó la televisión estatal. “Según el acuerdo inicial del Consejo de Guardianes, se decidió que las 14º elecciones presidenciales se celebren el 28 de junio”.
Esa decisión la tomaron las autoridades iraníes amparados en el artículo 131 de la Constitución Nacional de ese país, en el que está contemplado el proceso a seguir en caso de fallecimiento, destitución, dimisión o ausencia por enfermedad por u tiempo superior a dos meses del presidente de la República.
“El vicepresidente primero de la República tomará el mando y las responsabilidades del presidente y deberá formar un consejo integrado por el presidente de la Asamblea Consultiva Islámica, el presidente del Poder Judicial y el vicepresidente primero de la república, que tendrá que, en un plazo no superior a 50 días, elegir al nuevo presidente de la nación”, dice el artículo de la carta magna del estado asiático.
En ese sentido, de acuerdo con información que publicó la DW, el proceso electoral en territorio iraní, que se adelantó un año de lo que estaba previsto inicialmente (se tenía que hacer en junio de 2025), empezará en 10 días.
El 30 de mayo se abrirá el proceso de registro de los nuevos candidatos presidenciales. Quienes pretendan aspirar a reemplazar a Ebrahim Raisi, tendrán tiempo para inscribir sus candidaturas hasta el próximo 3 de junio.
Después, los candidatos tendrán 15 días para hacer campaña en diferentes partes del país. El plazo para que le cuenten sus ideas políticas a los iraníes será entre el 12 y el 27 de junio, un día antes de que se realicen los comicios electorales.
Hasta esa fecha, el hasta ahora vicepresidente primero, Mohamad Mojber, liderará el Ejecutivo iraní, después de que así lo aprobase líder supremo de Irán, Ali Jameneí, quien es señalado como dictador en varias partes del mundo y es la cabeza principal de la clase dirigente clerical islámica en ese país.