“Su mirada limitada del mundo le hace sentirse amenazado de que existan dos personas trabajadoras, altamente educadas, exitosas y que resulta que son negras”. El auditorio de la Convención Nacional Demócrata estalló en aplausos y gritos cuando la exprimiera dama Michelle Obama pronunció esas palabras en el discurso más celebrado, tras una semana en la que los líderes del partido se reunieron para elegir oficialmente a Kamala Harris como la candidata a la Presidencia.
Esta enfrentará a un Donald Trump sumamente popular y que tiene además el antecedente de haber sobrevivido por milímetros a un intento de asesinato en su contra del que nadie termina de entender cómo se salvó, pues en el momento exacto en el que la bala tenía el camino de impactar su cabeza, se volteó para mirar una pantalla que hizo que el artefacto le atravesara la oreja y no le quitara la vida.
Los demócratas están listos y con unas encuestas recientes que le entregan números favorables a Kamala Harris, abogada de la Universidad de Howard y quien fue fiscal general de California y senadora antes de llegar al Ejecutivo como fórmula de Joe Biden. La primera encuesta nacional publicada por el New York Times que midió a Trump vs Harris el pasado 27 de junio hablaba de 48 % vs 43 % beneficiando a Trump. La de ayer, 22 de agosto, le daba la ventaja a Harris con un 49 % vs 47 % de Trump. El 05 de agosto pasado llegaron a un empate en 47 vs 47 y desde entonces Harris aparece repuntando, con la coyuntura de que esta semana se produjo un golpe de opinión entorno a la convención y especialmente a los discursos de los Obama.
Una revisión de la prensa estadounidense también evidencia que durante esta semana y los últimos días hubo una cobertura positiva para Harris, contrario a las publicaciones muy críticas respecto a Trump. Un día después del atentado que sufrió el líder republicano el pasado 13 de julio, la portada del New York Times era una apuesta editorial que concluía que Trump era “no apto para gobernar”.
El cubrimiento que hizo el jefe de corresponsales de la Casa Blanca del mismo periódico, Peter Baker, en el discurso final de Joe Biden esta semana, fue prácticamente un agradecimiento a su decisión “por el país” de renunciar a la candidatura para cederle la antorcha a Harris. El New Yorker publicó análisis más objetivos sobre la figura de Harris y el Wall Street Journal algunas publicaciones críticas manteniendo independencia. La posición del resto de la prensa, con excepción de los portales nativos que son más radicales y de las líneas tradicionales de CNN y Fox News, divididas frente a los dos partidos, es mucho más deferente con Kamala que con Trump.
De todos los discursos de los líderes demócratas, entre los que estuvo el del propio Biden diciendo “el mayor honor de mi vida fue ser su presidente”; el de Nancy Pelosi; Barack Obama; el elegido candidato a la Vicepresidencia Tim Walz; el de los Clinton y hasta el del cierre de la noche del jueves de Kamala, el más estratégico en términos de comunicación y al mismo tiempo el más ovacionado, fue el de Michelle Obama.
La exprimera dama cuestionó con dureza a Trump por “haber propiciado el odio y la división, y preguntó que quién le iba a avisar que “uno de esos trabajos para negros” era también el de ser presidente de los Estados Unidos. Pero lo más icónico fue su revelación personal por la pérdida de la vida de su madre.
Obama dijo que no estaba segura de que iba a poder dar su discurso por el fallecimiento de su madre hace solo algunos meses, porque ella fue quien le impuso una “alta vara moral” y las convicciones sobre las cuales se fundó el país: que cualquier persona, “sin importar su color de piel, procedencia, la cantidad que posea en el banco” tenga una oportunidad y pueda lograr sus sueños, incluyendo ser presidente de este país”, señaló.
La líder demócrata habló del servicio a la nación, utilizó el concepto de comunidad, explicó que la apuesta de Harris era tener una sociedad en la que todos tuvieran lo necesario para progresar y ningún ciudadano se hundiera mientras veía como otros aventajados podían enriquecerse. También defendió la decisión de las mujeres a elegir sobre sus cuerpos; de qué manera llevar la maternidad como lo hizo ella, y de “los niños a amar a quien quieran amar” y no ser excluidos ni rechazadas por sentirse como deban sentirse. Cada frase terminó con un aplauso contundente y los cierres de algunos de sus párrafos eran contra Trump sin adjetivos personales, cómo sí lo suele hacer el republicano.
Obama terminó con una anécdota sobre la madre de Kamala y su ascendencia; de ganar Harris sería la primera mujer y procedente del este de Asia en acceder a la Presidencia. Su madre es de la India y se mudó a Estados Unidos cuando ella era una niña para buscar mejores oportunidades.
De esa forma creció en California junto a su hermana que, según señala otra crónica del New Yorker, es su persona favorita y para quien ha sido inspiración y ejemplo. Michelle contó que una vez la mamá de Harris le dijo que debía dejar de quejarse de lo que no le gustaba y actuar. “Y con esa voz salió al mundo, se hizo abogada, fiscal general, creó mejores leyes de educación y de salud para los niños, los adultos mayores y ahora va a ser presidenta”.
El discurso de Kamala
La noche del jueves fue la más esperada y la más llena en el United Center de Chicago. Harris, que habló sobre el final de la noche antecedida por un largo concierto de jazz y de artistas americanos, centró su discurso en su historia de vida, recogiendo las palabras de Michelle, y también le habló a Donal Trump, a quien cuestionó por atacar a las mujeres y tener un discurso que, según su versión, ha polarizado al país de una forma violenta y poniendo en riesgo la democracia.
La historia de Tim Walz
Sin duda, la selección de Tim Walz -también con un discurso de 15 minutos en la convención- corresponde a una lectura estratégica pensada en lograr reunir la mayor cantidad de votos en los estados pendulares o Swing states en donde hay ciudadanos que todavía no tienen una definición clara de su voto. Walz, quien fue gobernador de Minnesota, antes granjero y luego profesor de geografía y de fútbol americano de una escuela común. Empezó a tener una incidencia real en asuntos políticos a partir de la década de los noventa, cuando, como profesor, el rector de la secundaria le pidió ayudar a un estudiante homosexual víctima del matoneo que quería crear una fundación para generar lazos entre personas heterosexuales y homosexuales con el fin de eliminar la discriminación.
Ese estudiante se llamaba Jacob Reitan y hoy es un abogado activista por los derechos de la comunidad LGBT. En 1999 encontró una de las ventanas de su carro destruidas y unos mensajes de odio llegaron a su casa insultándolo pro ser gay. Reitan cuenta que en ese momento nadie en la televisión era homosexual abiertamente, por lo que “salir del closet” era sumamente difícil para un estudiante como él.
La persona que lo acompañó en ese proceso fue el entonces entrenador de fútbol americano y hoy candidato a la Vicepresidencia. Como gobernador de Minesota Walz promovió las cirugías de transición de género, los derechos de las mujeres y defendió los espacios seguros y la protección para las personas homosexuales, también soportado por su esposa, quien era en su momento maestra de la misma escuela. Ese es un tema que ha sido trascendental para Harris y que también suma votos que en el electorado de Trump no están.
Los temas más importantes
Luego del entusiasmo de la convención, la lupa estará en cómo ambos candidatos se desenvuelven en los debates televisivos, definitivos para la elección en los ciudadanos americanos.
Los temas más importantes en la agenda del debate público hoy son los de la inmigración ilegal, la seguridad urbana, el necesario repunte de la economía y la baja de la inflación, y la posición del próximo Gobierno frente a asuntos internacionales como el del apoyo a Israel (afuera del United Center había ciudadanos protestando por el apoyo en armas de administración Biden a Israel) con la enorme crisis de Derechos Humanos y violaciones al DIH en ese territorio, pero también la amenaza inminente de Irán y Hezbollah que podría desencadenar una guerra de proporciones incalculables en esa región del mundo.
De otro lado, está la definición de lo que está pasando en Ucrania con una recuperación de algunos territorios por parte de Zelenski, y la defensa de la isla de Taiwán con la China de Xi Jing Ping que no cesa los ejercicios militares de gran escala en el mar del sur de ese país.
Para el profesor César Niño, experto en Relaciones Internacionales de la Universidad de La Salle, el margen sigue siendo muy estrecho y no hay nada cantado para los demócratas.
“Hay que recordar cómo se vota en Estados Unidos. Puede que ahora haya un repunte favorable a Kamala Harris pero eso se da en términos de la población; en el sistema de elección de ese país no es la población la que elige directamente al presidente, sino los delegados que representan las intenciones de la población. La candidatura de Harris significa una bocanada de oxígeno al Partido Demócrata, por la versión de Biden que ya estaba un poco enfermo y no apto para los debates”.
Niño agrega que para muchos de los temas citados la posición de Trump es clara y los votantes no tienen ninguna duda. En cambio, Harris tendrá que explicar con transparencia qué va a hacer por ejemplo frente a Gaza, en donde la postura demócrata ha tenido ambigüedades, pero con la asesoría y el acompañamiento de políticos experimentados como los Clinton y los Obama.
“La posición de Kamala Harris con el apoyo de la casa Obama y la casa Clinton le imprime un cierto respaldo de agenda de política exterior y doméstica que ya se conoce del pasado. Es una agenda de un Estados Unidos abierto a una serie de problemáticas que pueden ser atendidas por el Gobierno. Igual va a ser una lectura apretada, las elecciones de noviembre van a ser muy estrechas y vamos a depender de la posición de los estados pendulares”, señala.
En conclusión, Harris tiene una oportunidad de ganarle a Trump, tras una Presidencia de Biden que no fue la mejor comunicando y en la que el mundo llegó a los límites de una guerra transcontinental por diferentes focos que hicieron ver a Estados Unidos con un liderazgo incapaz de detener esos conflictos. Una de las banderas del discurso de Trump es que bajo su administración ninguno de esos hechos ocurrió, pero esa explicación es parcial porque los hechos geopolíticos siguientes a su periodo no tuvieron que ver con quién necesariamente estaba en la oficina oval.
Este es el momento de mayor popularidad para Trump, sobreviviente de un atentado de asesinato, y al mismo tiempo el de mayor popularidad de Kamala, que se ve como una figura fresca y joven luego de la imagen de los últimos meses de Biden. Trump tiene un talón de Aquiles importante y es su actitud frente a las mujeres en los debates. La pregunta es si eso le quitaría electores que aún están indecisos. “No hay nadie, nadie, que tenga el monopolio para definir qué es América”, dijo Michelle Obama al final de su discurso. Está por verse quién definirá lo que significa el Estados Unidos que se va a elegir en noviembre, cuyo estilo de Gobierno tendrá repercusiones en todas las esquinas del mundo.