El exfutbolista español Gerard Piqué rompió en llanto tras negar este viernes haber pagado sobornos al antiguo jerarca del fútbol español Luis Rubiales por el traslado de la Supercopa de España a Arabia Saudita, según señalaron fuentes judiciales.
El antiguo internacional español y defensa del Barça declaró ante una jueza en un tribunal en el extrarradio de Madrid que lo investiga en un caso de posible corrupción en los lucrativos contratos que llevaron la competición al país del Golfo en 2020.
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En esos contratos por 40 millones de euros (43,5 millones de dólares) por año se incluyó una cláusula que garantizaba una comisión de 4 millones de euros anuales para Kosmos, la empresa de Piqué, cuando este todavía jugaba con el equipo catalán.
El auto judicial de mayo, en el que se anunció la imputación de Piqué, explicaba que los hechos investigados “tienen su origen en las posibles ilegalidades con trascendencia penal en la contratación de acuerdos” entre la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y Arabia Saudita.
Pero Piqué negó este viernes haber “pagado nada a Rubiales ni a nadie de la RFEF”, según las fuentes judiciales.
Cuando ya casi concluía su declaración, fue que Piqué se puso a llorar al referirse al “daño reputacional” que este caso le ha traído, indicaron las fuentes españolas.
“En una declaración que ha durado cerca de dos horas, el exfutbolista ha roto a llorar al defender el pelotazo millonario que fraguó junto a Luis Rubiales con la venta de la Supercopa de España a Arabia Saudí”, detalló la prensa española.
“Me sorprende que a día de hoy se siga filtrando” información sobre este asunto, señaló el exjugador.
La investigación a Piqué se deriva de una causa contra el expresidente de la RFEF, Luis Rubiales, por supuesta corrupción y presuntos contratos irregulares durante su mandato, bajo el cual se firmó el acuerdo para trasladar la Supercopa.
Rubiales fue condenado en febrero por otro tribunal cercano a Madrid a pagar una multa de más de diez mil euros al haber sido hallado culpable del delito de agresión sexual por el beso que le impuso a la jugadora Jenni Hermoso durante la celebración del Mundial-2023.
El que fue máximo dirigente del fútbol español recurrió esa condena negando que hubiera cometido un delito y solicitando su absolución.