El confuso triunfo de Nicolás Maduro lo deja en el poder de Venezuela y de su pueblo por seis años más. Esta victoria fue inconsistente luego de que después de cinco horas de silencio (por el que se creía la derrota del actual presidente) el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela anunciara que con 5.150.092 votos (51,20 %) el líder venezolano habría ganado, de nuevo, las elecciones, derrotando al líder de la oposición Edmundo González Urrutia que obtuvo 4.445.978 votos (44.02 %).
Sin embargo, el silencio y las irregularidades en el conteo de votos, infieren una presunta alteración de los resultados a favor de Maduro. María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, anunció que tienen más del 40 % de las actas y el 100 % de las transmitidas por el CNE y coincide con que “Edmundo obtuvo el 70 % de los votos y Maduro el 30 %”, denunció Machado.
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A su vez, rechazó reconocer a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela y en un mensaje que hizo público reconoció a Edmundo González Urrutia como “presidente electo” del país; un mensaje que aplaudieron las personas que se encontraban allí.
“Ganamos y todo el mundo lo sabe (...) Hemos ganado en todos los sectores del país, en todos los estados del país y todos los que estamos aquí lo vimos en las calles. Sabemos lo que hoy pasó”.
Según observadores internacionales, los resultados son extraños, ya que desde las 11:00 p.m. de ayer, el CNE no había emitido el primer boletín de resultados. Según Elvis Amoroso, presidente del CNE, la demora se debió a que tuvieron que “solventar una agresión en contra del sistema de transmisión de datos que retardó de manera adversa la transmisión de los resultados de las elecciones presidenciales”.
Para muchos, esa respuesta de Amoroso ya se estaba cocinando desde horas tempranas, cuando la Cancillería venezolana emitió un comunicado denunciando una supuesta “operación de intervención en contra del proceso electoral” por parte de los gobiernos de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y República Dominicana.
Sobre su tercera reelección para gobernar a Venezuela, durante su discurso Maduro dijo: “Puedo decir ante el pueblo de Venezuela y el mundo: soy Nicolás Maduro Moros, presidente reelecto de la República Bolivariana de Venezuela (...) No pudieron ahora y no podrán jamás”, fueron las primeras palabras en un discurso en el que recordó a Hugo Chávez, retó al presidente argentino Javier Milei y prometió enrutar a Venezuela a la paz, el progreso y la prosperidad social. “Soy un hombre de paz y de diálogo”, afirmó.
El reelecto mandatario fue tajante en sus primeras palabras en pedir que respeten la decisión del pueblo del 28 de julio, la que calificó como el triunfo de la independencia nacional y de la dignidad del pueblo de Venezuela: “No pudieron con las sanciones, no pudieron con las agresiones, no pudieron con las amenazas, no pudieron ahora y no podrán jamás con la dignidad del pueblo de Venezuela”, dijo ante la ovación de sus seguidores.
“El fascismo en Venezuela, la tierra de Bolívar y Chávez, no pasará ni hoy ni nunca, no nacimos el día de los cobardes, de los tibios, de los timoratos, nacimos el día en que la luz del Libertador parió esta patria, patria de valentía de coraje”, añadió eufórico.
¿Qué sigue ahora para Venezuela, según la oposición?
Venezuela se encuentra en un tiempo de incertidumbre por las irregularidades del proceso y la poca credibilidad que genera esta elección, según explicó a EL COLOMBIANO el profesor Mauricio Reyes, docente de la Facultad de derecho, Ciencias políticas y sociales de la Universidad Nacional de Colombia.
“Con estos resultados es probable que aumente el grado de tensión social y de incertidumbre en instituciones como las propias fuerzas armadas, que son el fiel de la balanza para mantener el poder de la Venezuela actual. De otra parte, hay un problema de entrada grave y es que no se hicieron escrutinios, ni siquiera se llegaron a hacer en la elección pasada, y en esta elección, uno exigiría un escrutinio en donde estuviera involucrado un tercero que garantizara la legitimidad de los resultados”, explicó Reyes.
Además, indicó que, si se tiene en cuenta que la líder de la oposición no pudo ingresar al conteo de votos, entonces, “en estricto sentido Venezuela no ha definido su próximo presidente, sino que ha entrado en un periodo de tensión política muy fuerte que puede derivar en el fraccionamiento interno del gobierno actual, sobre todo desde una lógica militar hasta una tensión en las calles que provoquen un aplastamiento del régimen con unas consecuencias humanitarias complicadísimas, o la salida del régimen a través de un proceso de transición, ante la imposibilidad de defender los resultados de estas elecciones”.
Un análisis del medio BBC Mundo entregó posibles escenarios para Venezuela tras la victoria de Nicolás Maduro. Un primer posible panorama es el aumento de las protestas, algo innegable, teniendo en cuenta que después del anuncio de los resultados, en Caracas varios sectores políticos y sociales comenzaron a hacer sonar sus cacerolas por su inconformidad con los resultados.
Analistas políticos de aquel medio anticipan un periodo de protestas en el país debido al “descontento popular y represión por parte de las autoridades”.
“El punto está en si el gobierno está dispuesto a asumir los costos de una mayor represión. ¿Asumirá el costo de meter en prisión a aquellos que decidan no acatar los resultados?”, dijo el politólogo Eduardo Valero, profesor de estudios políticos de la Universidad Central de Venezuela a BBC.
Por otro lado, otro escenario es el no reconocimiento del triunfo de Maduro y más sanciones internacionales, luego de que varios líderes mundiales rechazaran su triunfo por las irregularidades denunciadas en las elecciones. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, había asegurado en rueda de prensa la semana pasada que Maduro necesitaba “aprender que, cuando ganas, te quedas. Cuando pierdes, te vas”.
El presidente de Chile, Gabriel Boric Font, se fue de frente y rechazó los resultados de las elecciones, en quizá la reacción más dura de los mandatarios de la región. “El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer. La comunidad internacional y sobre todo el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el exilio, exigimos total transparencia de las actas y el proceso, y que veedores internacionales no comprometidos con el gobierno den cuenta de la veracidad de los resultados. Desde Chile no reconoceremos ningún resultado que no sea verificable”.
El único anuncio por ahora del presidente Gustavo Petro frente a las elecciones es que “Venezuela toma decisiones democráticas. Cualquiera que sea su voluntad será respetada por mi gobierno”, según escribió en sus redes sociales.
“En un contexto latinoamericano, es muy probable que la mayoría de los líderes de América Latina se unan en contra de Maduro, teniendo como interlocutores a Lula y a Petro, quienes parecen tener la habilidad de poderse comunicar con Maduro”, afirmó el politólogo Valero.
Por último, el artículo menciona que habrá un aumento de migrantes venezolanos que viajarán a emprender rumbo a otros países, como ha ocurrido en los últimos años. Y es que, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), 7,7 millones de venezolanos han abandonado el país buscando un mejor futuro, ya que Venezuela atraviesa una gran crisis económica dejando a la mayoría de sus habitantes sumidos en la pobreza.
“Es una bomba migratoria. En cifras ya estamos cerca a que 1 de 3 venezolanos estén en el exilio. Eso ni en países en guerra”, concluyó el docente Mauricio Reyes.
