Los niños de Sudán del Sur cambian las armas por cabras, cuadernos o un partido de fútbol. Estos menores de edad resultaron involucrados en el conflicto cuando fueron reclutados por grupos armados tras la separación de Sudán y Sudán del Sur, ambos países ubicados al noreste de África.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estima que unos 19.000 niños han sido reclutados por grupos armados desde el comienzo del conflicto. De estos, 2.500 fueron rescatados. El proceso de 983 de ellos fue acompañado por Médicos Sin Fronteras (MSF).
Silvia Márquez es una psicóloga mexicana que trabaja con esta organización en Sudán del Sur. Márquez contó a EL COLOMBIANO que estos niños terminaron enlistados en el conflicto porque “mientras iban al jardín o a la escuela fueron secuestrados por algún grupo armado o algunos se unieron voluntariamente”.
Así llegaran por su cuenta, su reclutamiento es ilegal debido a que en el derecho internacional humanitario se prevé la protección general a este grupo poblacional, al ser considerados como personas que no participan en las hostilidades, y también cuentan con una protección especial, como seres vulnerables.
En el caso sudanés, es difícil señalar a un solo grupo armado como responsable de estos hechos, porque “todos los participantes del conflicto reclutaron menores de edad”, indicó la experta. Y su paso por la guerra preocupa a las organizaciones internacionales porque, tal como lo reseñó Unicef, “reciben maltratos sistemáticamente”.