Después de cinco horas de silencio, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela anunció que con 5.150.092 de votos, que representaban el 51,20 % de la participación, Nicolás Maduro había sido reelegido como presidente por los próximos seis años. La oposición rechazó los resultados y la duda se extendió por redes sociales y medios de comunicación, y más después de que dos encuestas a boca de urna y tres conteos rápidos dieran una victoria aplastante a Edmundo González.
Para los observadores internacionales, los resultados son extraños. Después de que a las 11:00 p. m. de ayer, el CNE no había emitido el primer boletín de resultados. Según Elvis Amoroso, presidente del CNE, la demora se dio a que tuvieron que “solventar una agresión en contra del sistema de transmisión de datos que retardó de manera adversa la transmisión de los resultados de las elecciones presidenciales”.
Para muchos, esa respuesta de Amoroso ya se estaba cocinando desde horas tempranas, cuando la Cancillería venezolana emitió un comunicado denunciando una supuesta “operación de intervención en contra del proceso electoral” por parte de los gobiernos de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y República Dominicana.
Para analistas, este comunicado no era más que una confirmación de que se habían perdido las elecciones pero de buscar quedarse en el poder con artimañas.
En una intervención después de la victoria, Maduro aseguró que a los escrutinios venezolanos se les hacen 16 intervenciones, “díganme un país que haga una solo intervención”, a lo que pidió después “respeto a la Constitución, a los poderes públicos y a la vida soberana de Venezuela. Respeto a la voluntad popular (...) Hay que ver que país del mundo después de recibir 930 sanciones (...) convoca a elecciones (...) soy Nicolás Maduro Moros presidente reelecto de la República Bolivariana de Venezuela y voy a defender nuestra democracia, a nuestra ley y a nuestro pueblo”.
Maduro también habló de una ataque cibernético al sistema electoral: “Hackeo masivo, así lo denuncio, sabemos de dónde lo hicieron, a esta hora sabemos quién lo ordenó, queda en manos de la Fiscalía General de la República hacer la investigación”.
Entérese: “Queremos votar”: el cántico de los electores venezolanos por retraso y barreras en las urnas
Una de las primeras voces que se oyó sobre este tema fue la del presidente chileno Gabriel Boric, quien escribió en X: “El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer. La comunidad internacional y sobre todo el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el exilio, exigimos total transparencia de las actas y el proceso, y que veedores internacionales no comprometidos con el gobierno den cuenta de la veracidad de los resultados. Desde Chile no reconoceremos ningún resultado que no sea verificable”.
También la poderosa congresista estadounidense María Elvira Salazar, quien tiene sus ojos puestos en Latinoamérica también habló en la red social: “Descaradamente Maduro una vez más intenta robarse las elecciones. Es un insulto al pueblo venezolano. El Congreso lo denunciará. La Casa Blanca lo denunciará. La Comunidad Internacional lo denunciará. No será tan fácil esta vez. No podrá sostener esta agresión”. E incluso el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, pidió el recuento de los votos.
Una hora después de que se entregaran los resultados, María Corina Machado advirtió que el presidente electo es González: “Ganamos y todo el mundo lo sabe... Tenemos el 100% de las actas del CNE y Edmundo obtuvo el 70% de los votos”.
Así empezó la jornada
Antes de que los primeros rayos del sol se asomaran este domingo, en las calles de Venezuela ya había una fila de miles de ciudadanos que se alistaban para votar. Las colas se replicaron en los 24 estados de ese país.
Hasta la 5:30 p.m. el reporte de participación era histórico. Se trepó al 54,8% con más de 11,7 millones de personas que habían ejercido su derecho en las urnas. Fue un mensaje de resistencia.
Entérese: Estados Unidos pide un recuento de votos “justo” en Venezuela
El hastío hacia Nicolás Maduro se hizo evidente. Votó en soledad. Solo estuvo acompañado de su séquito de escoltas. Prometió respetar los resultados.
El Comité de Derechos Humanos de Venezuela –un mecanismo de vigilancia creado por la oposición– reportó 94 casos de persecución política, 37 detenciones arbitrarias, tres desapariciones forzadas y una mujer que resultó herida por una bala durante una ofensiva de los colectivos paramilitares afines al régimen.
Entérese: Llegó el día en el que el chavismo podría caer, tras 25 años en el poder en Venezuela
María Corina Machado –la líder venezolana que fue inhabilitada por 15 años y que terminó por impulsar la candidatura de Edmundo González– se paseó en motocicleta por las calles de Caracas. Eran las 2:00 de la tarde en Venezuela cuando la prensa la vio entrar a su puesto de votación en el colegio Elena Bueno.
Las cámaras de televisión registraron el momento en el que la mujer de 56 años –en un gesto de paz– extendió su mano para saludar a dos militares. Ambos la rechazaron.
“A los militares hay que decirles que vivan esto con los ojos abiertos y entiendan que aquí somos una sola Venezuela y que vamos a tener instituciones republicanas, democráticas y sólidas para el bien de todos los venezolanos”, fue el mensaje de Machado a los uniformados que permanecen cooptados por el régimen.
Lea aquí: Elecciones en Venezuela: Presidente del CNE calificó de “criminales y narcotraficantes” a expresidentes que intentaron entrar al país
Las urnas se cerraron a las 6:00 de la tarde. La dupla González-Machado invitó a los ciudadanos a quedarse en los puestos de votación: había 30.026 mesas que vigilar.
“Venezolanos, permanezcamos en los Centros de Votación en paz, validando y defendiendo voto a voto. Tenemos derecho a permanecer en los centros de votación hasta que entreguen las actas que validarán la información que tenemos. Defendamos y celebremos en paz la democracia”, señaló el candidato Edmundo González Urrutia.
Es que la tendencia en la tarde de ayer parecía marcar una aplastante victoria de los opositores sobre Nicolás Maduro.
La firma Edison Research –una empresa de Estados Unidos que realiza encuestas– publicó un informe a boca de urna en la que el candidato Edmundo González Urrutia reportaba un 64% de la elección frente a un 31% de Nicolás Maduro. Encuestaron a 5.464 personas a las afueras de cien centros de votación.
Siga leyendo: Más de 5.000 venezolanos viajaron a su país en la última semana: Migración Colombia
“Hemos luchado todos estos años para este día, y estos son los minutos cruciales, las horas decisivas”, señaló Machado y añadió: “Los 24 estados están batiendo récords, esto es histórico. Ustedes nos conocen, nosotros no especulamos. No vamos a adelantar esa información, pero tenemos nuestros reportes de participación”.
En el municipio de Guásimos (estado de Táchira) uno de los jóvenes que acudió al llamado de los dirigentes opositores resultó herido de gravedad. Colectivos oficialistas llegaron disparando para dispersar a los ciudadanos que permanecían custodiando los resultados. Horas más tarde fue reportado como muerto.
Horas más tarde, el Consejo Nacional Electoral guardaba sospechoso silencio, mientras que en redes sociales circulaban videos en los puestos de votación donde los testigos electorales le contaban a sus vecinos que Edmundo González había ganado por amplísima diferencia. También se mostraban fotos de actas de escrutinio con el mismo ganador: el candidato opositor.
Oficialmente, para ese momento, el Consejo Nacional Electoral no había entregado ningún boletín, y el rumor en Venezuela era que esperaba a que el escrutinio alcanzara el 90% de los votos, para que la tendencia fuera “irreversible”.
Sin embargo, también había en esos comentarios un tufillo de duda, por la sospecha de que el régimen fuera capaz de robarse las elecciones.
Los cancilleres de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay afirmaron que seguían de cerca el proceso electoral y pidieron garantías.
“Consideramos indispensable que se cuente con garantías de que los resultados electorales respetarán a cabalidad la voluntad popular expresada por el pueblo venezolano en las urnas”, afirmaron los cancilleres latinoamericanos en una carta. Colombia no se incluyó en el pronunciamiento.
Lo propio hizo Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, quien afirmó que “la voluntad de los venezolanos debe ser respetada”.
Durante el régimen chavista son 8 millones de venezolanos los que se han visto obligados a migrar. Las plazoletas de Cúcuta, Medellín, Bogotá (Colombia) y de ciudades como Buenos Aires (Argentina), Madrid (España) y Sidney (Australia) fueron punto de concentración de ciudadanos de ese país que esperaban los resultados en las urnas mientras clamaban con carteles y arengas por “libertad”.
La cascada del régimen
La cúpula de ministros y funcionarios afines a Nicolás Maduro se aglutinaron en uno de uno de los salones de prensa y, uno a uno, pasaron a dar declaraciones en las que insinuaban que conocían los resultados y les eran favorables.
“Es absolutamente inaceptable que factores externos del país que sea, se inmiscuyan en asuntos que sólo nos corresponden a los venezolanos y el pueblo hoy habló y esa voz debe ser respetada (...) se cierra una etapa donde el pueblo le da una lección importante a quienes recurrieron a la violencia, a la solicitud de invasiones, a quienes recurrieron a la solicitud de sanciones, a quienes celebran que todavía pesen 930 sanciones contra el país”, señaló Jorge Rodríguez, diputado de la Asamblea Nacional y uno de los encargados por el régimen de tender puentes con la oposición.
Por esa tarima también desfiló el diputado Diosdado Cabello y el canciller venezolano Yvan Gil. El último en aparecer fue Vladimir Padrino, ministro de Defensa, quien advirtió que “si el pueblo de Venezuela salió a votar ha sido por ese consenso nacional que es la construcción diaria y permanente de la paz como valor (...) el pueblo de Venezuela se ha levantado para rechazar y exigir el cese de las sanciones criminales sobre el pueblo de Venezuela”, señaló Padrino y aseguró que Venezuela se preparará para una “nueva era de paz”.
El manto de duda
Desde el Comando Con Venezuela, sede política de los opositores, hicieron una rueda de prensa sobre las 9:00 de la noche de ayer para denunciar lo que parecían varias irregularidades de la autoridad electoral venezolana.
Los testigos autorizados ante el CNE, Delsa Solórzano, Perkis Rocha y Juan Carlos Caldera afirmaron que los funcionarios de la autoridad electoral les negaron, en reiteradas ocasiones, el acceso al recinto donde se contabilizan los votos. Afirmaron que en un “número importante de mesas” el CNE se estaba negando a entregar las actas de resultados a los testigos.
Lea también: En Video: alegría de los venezolanos por regresar en vuelos a su país antes de las elecciones
“La voluntad de la ciudadanía se expresó y como lo hemos hecho toda la vida, vamos a defender la voluntad. Reiteramos, el CNE ha paralizado la transmisión en muchos centros”, afirmó Solórzano.
Mientras los testigos electorales emitían la denuncia. Desde los centros de votación denunciaban la expulsión de varios testigos de las mesas y los patrullajes intimidatorios de la Guardia Nacional. Se presentaron enfrentamientos entre los ciudadanos y las autoridades, y hubo, incluso, algunos incendios. En redes sociales se veían videos de militares robando los tarjetones que horas antes habían metido los votantes en las urnas.
Le puede interesar: Inició el conteo de votos en Venezuela: el país que elige entre la crisis y la esperanza
La señal telefónica y de Internet se perdió en algunos lugares. La página oficial del CNE permanecía caída y quienes intentaban ingresar se encontraban con un aparente bloqueo en el sitio oficial.
“Hoy Venezuela ya sabe lo que pasó y no es otra cosa que el espejo de una campaña electoral maravillosa acompañada por millones de personas y esas millones de personas saben lo que pasó. Lo que pasó es que Venezuela puede celebrar en paz la democracia, sin embargo, hay algunos que pareciera que no quieren que esto ocurra. No es la primera vez que hacen cosas como estas”, añadió Solórzano.
La Plataforma Unitaria Democrática, coalición opositora afirmó, que defenderá “con la vida” los resultados de las elecciones. “Repito: la idea es muy básica, estamos dispuestos a defender la felicidad que hoy en los ciudadanos se expresó en las calles, somos fieles a ese sentimiento, la soberanía popular es lo más sagrado que tiene un país, no permitiremos que esto sea en este momento vulnerado, hay firmeza, hay preparación, hay 90 mil testigos que permanecen todavía en sus centros electorales y a ellos los vamos a acompañar” , afirmó Perkis Rocha.
Hacia las 10:56 de la noche de ayer, cuando habían pasado más de cuatro horas desde el cierre de las urnas, el Consejo Nacional Electoral se negaba a entregar cualquier información oficial.
Las principales ciudades de Venezuela entraron en una especie de insomnio colectivo: niños, viejos y jóvenes permanecían con el oído pegado a la radio a la espera de los resultados. “Voy a completar más de 24 horas sin dormir y no me atrevo a ir a la cama. En juego está la libertad de todos nosotros. Me niego a creer que nos van a volver a robar las elecciones”, señaló Edison Lamas, el hombre de 35 años, en la última comunicación que sostuvo con EL COLOMBIANO.
Hoy todo es incertidumbre en Venezuela, la victoria que el CNE le da a Nicolás Maduro deja un sinsabor en millones de personas, para analistas, empezará una nuevo éxodo para los países vecinos, entre ellos Colombia. Pocos se aguantarán seis años más de dictadura.
11,7
millones de venezolanos salieron a votar en las elecciones de este 28 de julio.
