Desde el 9 de noviembre, un día después de ganar las elecciones a su rival Hillary Clinton, el presidente electo, Donald Trump, ha trinado en 343 oportunidades para defenderse, para atacar a sus enemigos, hacer chistes, mofarse de los demócratas, referirse a Rusia y a Putin, criticar a Obama, alabar el muro en la frontera con México, hablar de su equipo de Gobierno, definir políticas con China, el FBI, la CIA y un largo etcétera en el que los medios de comunicación no estamos exentos de sus afilados dedos.
El tono del candidato republicano no se diferencia con el del presidente. En eso coinciden los expertos al señalar que Twitter es una herramienta adecuada para la política y causar impacto. Y de eso sí que sabe Trump.
Según Diego Corrales, director de DC Estrategia, uno de los sucesos más emocionantes que se vive en la actualidad es el cambio de las relaciones de poder, la política y el gobierno que en muchos sitios del mundo están ocurriendo gracias a la tecnología.
“Donald Trump no solamente sabe el poder y el alcance de las plataformas digitales, sino que fueron fundamentales para su victoria, las está utilizando para sus anuncios y lo utilizará para gobernar. La ecuación es sencilla: ponga un tema y vuélvalo tendencia, que al hacerlo, los grandes medios lo masifican y de un momento a otro todos están hablando de eso. Es decir, con una pequeña acción desde su celular, se ahorra pagar por posicionar el mensaje, se evita la confrontación de periodistas y anula la posibilidad que le distorsione el mensaje”, dice Corrales.
Por su parte Angie Katherine González, experta en comunicación política del Externado, señala que Trump ha usado la herramienta para generar polémica y lograr protagonismo. Sin duda, dice, fue suficiente para ganar las elecciones, pero una vez se está en el gobierno las cosas cambian y de continuar ese camino será dañino para su gestión y para el “legado” que quiera dejar como presidente.
“Creo que Twitter es una herramienta más, que sin lugar a duda puede apoyar la gestión/comunicación de un gobierno. Permite cercanía con los electores, facilita el acceso a un gran número de personas que cada vez están más conectadas a internet y a las redes sociales”.