Hoy lunes 20 de enero, día festivo en Estados Unidos, el republicano Donald Trump tomará posesión de su segundo mandato no consecutivo. La llegada al poder del magnate, respaldado por una holgada victoria tras vencer a la vicepresidenta demócrata Kamala Harris, ha sido inédita por varios motivos. En primer lugar, nunca antes un presidente o expresidente de ese país había sido condenado a un juicio penal.
Trump, de 78 años, fue juzgado por un pago que realizó a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels antes de las elecciones presidenciales de 2016 para que esta no revelara los detalles de un supuesto encuentro sexual entre ambos. En mayo del año pasado, el jurado encontró a Trump culpable de los 34 cargos de los que se lo acusaba. Pero eso no impidió que hiciera una exitosa campaña que hoy lo vuelve a poner al mando de la democracia más longeva del mundo.
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También es inédita su investidura. Por las temperaturas tan bajas pronosticadas en Washington D.C., el acto no se hará en las escalinatas del Capitolio, como es tradición, sino en el interior del edificio que fue asaltado por decenas de sus simpatizantes hace poco más de cuatro años, en un intento de impedir la certificación de la victoria de Joe Biden, que finalmente concedió el entonces vicepresidente republicano Mike Pence.
La ceremonia de investidura se retransmitirá en el Capital One Arena, la gran sala en el centro de Washington con capacidad para unas 20.000 personas. En la misma ciudad, en las últimas horas, a pesar del frío, cientos de personas han salido a marchar en contra de Trump. Aun así, habrá marchas este lunes a favor del republicano para asistir al desfile en el que se esperan a 7.500 participantes. El mandatario prometió unirse al público tras jurar el cargo.
Los festejos por su investidura comenzaron desde el sábado pasado con una recepción y un espectáculo de fuegos artificiales en Sterling, uno de sus clubes de golf situado a menos de una hora de Washington (Virginia). Asistieron decenas de multimillonarios amigos del presidente; varios de ellos ocuparán un cargo en su gabinete. El domingo por la tarde, el presidente electo asistió a un mitin en Washington ante miles de sus partidarios.
Tras una campaña electoral marcada por la violencia y dos intentos de asesinato contra Trump –uno de ellos un disparo que rozó su oreja derecha– Washington vive un despliegue de seguridad sin precedentes.
Con unos 25.000 policías y militares movilizados, 48 kilómetros de barreras erigidas, francotiradores en los tejados y drones en el cielo, el Servicio Secreto, encargado de proteger a las personalidades de ese país, ha desplegado “un plan de seguridad ligeramente más robusto” que para elecciones anteriores, justificado por “un entorno más amenazador”.
2025 se perfila como el año más frío de los últimos 40 años, con temperaturas inferiores a -10 °C y vientos helados. En 1985, el frío polar también hizo que el republicano Ronald Reagan, a quien Trump admira, jurara el cargo en la Rotonda del Capitolio en Washington D. C.
Invitados y ceremonia
Entre los invitados destacados habrá millonarios del mundo de la tecnología. Además de Elon Musk, el hombre más rico del mundo convertido en uno de los grandes amigos y asesores de Trump y un importante apoyo financiero, se espera la asistencia de los jefes de Amazon, Jeff Bezos, Meta, Mark Zuckerberg, y Apple, Tim Cook.
Entre los políticos habrá dos ausencias en la ceremonia de investidura: la exprimera dama Michelle Obama y la expresidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
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Sí estará presente Barack Obama, a quien Donald Trump sucedió en su primer mandato en 2017. Al igual que las otras dos exparejas presidenciales, Bill y Hillary Clinton, y George W. y Laura Bush, según la prensa estadounidense.
Los primeros ministros de la derecha radical de Italia, Giorgia Meloni, y de Hungría, Viktor Orban, han sido invitados. También jefes de Estado como Javier Milei de Argentina y Nayib Bukele de El Salvador. El presidente colombiano, Gustavo Petro, en las antípodas ideológicas de Trump, no fue invitado, pero sí dos congresistas colombianos del Centro Democrático (de oposición al Gobierno Petro): María Fernanda Cabal y Miguel Uribe Turbay.
“Los invitados son relevantes porque envían dos mensajes. Primero, cuáles son las afinidades ideológicas de la nueva administración y segundo, esencialmente, con qué países es posible que estreche lazos”, le dijo a EL COLOMBIANO el internacionalista y profesor de la Universidad Javeriana, Manuel Camilo González.
“Ahora bien, una parte importante de los invitados no son jefes de Estado. Son políticos y esto envía la señal de promover sus candidaturas a futuro o sencillamente un guiño. En el caso de Colombia, el equipo de Trump ve en la derecha, particularmente del Centro Democrático, un sector cercano en uno de sus socios regionales más importantes”, agrega el experto.
Otro invitado relevante para la política regional será el presidente legítimo de Venezuela, Edmundo González. Asistirá gracias a la gestión del próximo secretario de Estado de origen latino, Marco Rubio, y del senador republicano Rick Scott. Hay expectativa sobre lo que Trump hará frente a la situación en Venezuela tras la posesión ilegítima del poder de Nicolás Maduro al mando del régimen chavista. En ese país, varias petroleras norteamericanas, cuyos dueños son cercanos a Trump, tiene contratos de exploración y explotación.
Después de la investidura, el republicano firmará un número “récord” de decretos y deportaciones de migrantes en situación irregular según declaraciones concedidas a NBC News hace un par de días. Su “zar de la frontera”, Tom Homan, declaró a The Washington Post que la nueva administración arrestará a las personas que considere “amenazas a la seguridad pública” desde el “primer día”.
Por su parte, Kristi Noem, elegida como secretaria del Departamento de Seguridad Interior (DHS), afirmó el viernes en el Senado que la prioridad son “los criminales” y después aquellos migrantes con “órdenes de expulsión definitiva”.
Durante su primer mandato, de 2017 a 2021, Trump promulgó “472 cambios administrativos” que afectaron al sistema migratorio, según un informe del Instituto de Políticas Migratorias (MPI). Las asociaciones de defensa de los derechos humanos están preocupadas por la suerte que pueden correr los más de 11 millones de migrantes en situación irregular en Estados Unidos.
Expertos vaticinan que el magnate endurecerá varias políticas en comparación a su primer mandato. En este, visto por sus propios seguidores como una “venganza”, vuelve a prometer que “hará grande a Estados Unidos otra vez”.
*Con información de la Agencia AFP
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