Este sábado fue hallado muerto en su celda Jeffrey Epstein, el multimillonario estadounidense acusado de tráfico sexual de menores, según informaron el sábado medios de comunicación de Estados Unidos.
El administrador de fondos de cobertura no logró salir bajo fianza a finales de julio luego de comparecer ante una corte de Nueva York acusado de un cargo de tráfico sexual de menores y otro de conspiración para traficar menores con fines sexuales.
El acusado, que negó los cargos, se enfrentaba a 45 años de prisión -el resto de su vida- en el caso de ser condenado.
El Centro Correccional Metropolitano, una instalación federal en Manhattan que a menudo es utilizada para alojar a sospechosos en espera o durante su juicio es considerado uno de los penales más seguros que hay en Estados Unidos.
El narcotraficante mexicano Joaquín “Chapo” Guzmán pasó más de dos años ahí antes de ser condenado y transferido a una prisión federal en Colorado.
Se investiga su muerte
El gobierno de Estados Unidos inició una investigación tras su muerte. El fiscal general de Estados Unidos, Bill Barr, dijo que estaba “horrorizado” al enterarse del fallecimiento y que ha instruido al inspector general del Departamento de Justicia investigar sus circunstancias.
El FBI anunció más temprano que había abierto una investigación sobre la muerte del millonario que estaba recluido en una cárcel federal de Nueva York. “La muerte del señor Epstein plantea serias preguntas que deben ser respondidas”, dijo Barr en un comunicado.
La Oficina de Prisiones del Departamento de Justicia había anunciado más temprano la investigación ante las preguntas surgidas sobre cómo es posible que un preso de alto perfil apareciera muerto en una instalación federal altamente segura.
“El FBI está investigando el incidente”, dijo la oficina.
Se publican documentos del magnate
El pasado viernes un juez de la Corte de Apelaciones de Manhattan (Nueva York) ordenó la publicación de cientos de documentos sobre el magnate, acusado de crear una red de tráfico sexual de menores, que pertenecían a un caso paralelo cerrado contra una mujer que era supuestamente su “reclutadora”.
Se trata de Ghislaine Maxwell, una mujer de la alta sociedad británica y socia cercana de Epstein, a quien una supuesta víctima del magnate, Virginia Giuffre, demandó en 2015 por difamarla al decir que eran mentira sus alegaciones de que el empresario la había traficado sexualmente con su participación como “madame”.
Un juez federal ordenó este pasado julio que salieran a la luz unas 2.000 páginas relacionadas con Epstein a raíz de ese caso, que se mantenían en secreto desde que se cerró en 2017, pero Maxwell apeló la decisión, lo que ha llevado a un retraso en la publicación de los documentos hasta este viernes, cuando se desestimó la solicitud.
El contenido de los documentos había ganado relevancia pues Epstein estaba acusado de tráfico sexual de menores por la Fiscalía del distrito sur de Manhattan, que alegaba que el fallecido había creado una red para abusar de decenas de niñas en su mansión de Nueva York, así como en otra situada en Florida, hace más de una década.
Según uno de los documentos que han sido revelados, recogido por medios locales y que es la respuesta de la defensa de Giuffre a la moción de Maxwell para que hubiera un fallo sumario, “es un hecho indiscutible” que testigos en el caso testificaron que la mujer era “procuradora de chicas menores al pedófilo convicto” Epstein.
Los clientes
En el documento se alega que una de las personas a las que Giuffre fue traficada es el príncipe Andrés de Inglaterra y que hay “registros de vuelo” que prueban que la joven, entonces menor de edad, viajó a Londres con Maxwell y Epstein en el avión privado de este, así como una foto en la que aparece con él.
El medio Daily Beast indica que los más de 2.000 documentos que han visto la luz señalan además que Giuffre habría sido forzada por Epstein y Maxwell a mantener relaciones con el antiguo gobernador del estado de Nuevo México Bill Richardson, el destacado empresario Glenn Dubin, el exsenador estadounidense Goerge Mitchell, el científico Marvin Minsky y el agente de modelos Jean-Luc Brunel.
Giuffre alega que Maxwell la captó para trabajar como masajista para Epstein en torno a los 16 años de edad, cuando estaba empleada en el club Mar-a-Lago de Florida, propiedad del actual presidente de EE.UU., Donald Trump, y en el pasado acusó a Epstein de forzarla a mantener sexo con importantes figuras políticas o de negocios.