Donald Trump volvió a arremeter contra los migrantes, esta vez en un acto de recaudación de fondos para su campaña presidencial. El expresidente republicano abordó la crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos, y se lamentó de que personas de países “agradables” no estuvieran inmigrando al país.
La reunión, que tuvo lugar en una mansión propiedad del multimillonario financiero John Paulson en Palm Beach, Florida, contó con la intervención de aproximadamente 45 minutos de Trump, quien se perfila como candidato a las elecciones presidenciales.
Allí reiteró su discurso en contra de los inmigrantes. “Estas son personas que vienen de prisiones y cárceles. Vienen de países que son un desastre”, según informó un asistente del evento a The New York Times.
“Y cuando dije, ya sabes, ¿por qué no podemos permitir que venga gente de países agradables? Estoy tratando de ser amable”. “Buenos países, ¿saben, como Dinamarca o Suiza? ¿Tenemos gente que viene de Dinamarca? ¿Qué tal Suiza? ¿Qué tal Noruega?”, manifestó Trump.
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El expresidente continuó diciendo que había gente que venía de Yemen “donde se están haciendo estallar unos a otros por todos lados”.
También comparó a los inmigrantes de Latinoamérica con una organización criminal estadounidense. En la cena, Trump dijo que los pandilleros (latinoamericanos) “hacen que los Hells Angels parezcan personas extremadamente agradables”.
El auge de los discursos “antimigrantes”
El aumento de los discursos contra la inmigración en un año en que casi la mitad de la población mundial vivirá elecciones en su país está agrietando nuestras sociedades, advierte Amy Pope, directora de la agencia de las Naciones Unidas para la migración.
La estadounidense, que el año pasado se convirtió en la primera mujer en dirigir la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), lamentó en una entrevista con la AFP esta semana las declaraciones contra los migrantes en “las campañas electorales en todo el mundo”.
Algunos políticos los culpan de todos los males “ya sean las tasas de criminalidad o la inflación, el desempleo o la inseguridad”. Según ella, los migrantes son objetivos “fáciles” porque “no votan”.
En Estados Unidos, donde la inmigración es una cuestión candente de la campaña electoral, Trump advirtió de una “invasión” en la frontera sur y dio a entender que algunos migrantes que entran al país “no son personas”.
Unas declaraciones que pueden tener graves consecuencias, advirtió Pope, una abogada de 50 años que ha trabajado tanto para las administraciones demócratas como republicanas.
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”Cuando una población está deshumanizada, hay un aumento en los casos denunciados de violencia y discriminación”, dijo, asegurando que “en última instancia, es malo para la sociedad”.
“Los países necesitan migrantes (...) y esta necesidad aumentará de manera bastante significativa en los próximos años”, apunta Pope, reclamando rutas migratorias más seguras y legales.
Oficialmente, 8.565 personas murieron en las rutas migratorias de todo el mundo en 2023, lo que lo convierte en el año más mortífero desde que comenzaron los registros hace diez años, según la OIM.
Sobre la situación en la frontera sur de Estados Unidos, la responsable de la OIM subraya que su “principal preocupación es que las personas tengan derecho a solicitar asilo”, lamentando que las posibilidades de utilizar otras rutas de entrada “seguras, legales y regulares” sean “insuficientes”.
“Esto subraya la urgencia real de encontrar mejores formas de satisfacer las necesidades migratorias” estadounidenses, asegura, de lo contrario “seguiremos sufriendo presiones en la frontera”.
Con información de AFP*