El expresidente Barack Obama y su esposa Michelle Obama revolucionaron la Convención Nacional Demócrata este martes en Chicago con poderosos discursos que abogaron por la unidad nacional y ambos mostraron un firme respaldo a la candidatura de Kamala Harris para la presidencia de Estados Unidos.
En un emotivo discurso, Barack Obama no solo destacó las cualidades de Harris, sino que también se enfrentó al discurso de Donald Trump y a su agresiva postura en la contienda electoral.
“Estados Unidos está listo para un nuevo capítulo”, proclamó el expresidente ante una audiencia fervorosa que lo vitoreó con entusiasmo. “Estamos listos para la presidenta Kamala Harris. Y Kamala Harris está lista para el trabajo”, agregó, reviviendo el espíritu del eslogan de su primera campaña presidencial con un efusivo “¡Sí, ella puede!” que resonó por todo el estadio.
Obama, recordado y reconocido por su habilidad para conectar con el público, hizo hincapié en la necesidad de superar la profunda división que ha marcado los últimos años en la política estadounidense. “Creo que lo que ansiamos es volver a un país en el que podamos trabajar juntos”, dijo, subrayando que la elección del 5 de noviembre será crucial para restaurar los “lazos de afecto” que Abraham Lincoln destacó durante la guerra civil.
La jornada en Chicago también fue testigo de la brillante intervención de Michelle Obama, quien abrió el evento con un discurso que combinó esperanza y llamado a la acción. La ex primera dama, cuyo nombre resonó en algún momento para candidata, fu recibida con una ovación estruendosa, e instó a los estadounidenses a actuar y hacer valer su poder en las próximas elecciones.
“Estados Unidos, la esperanza está de vuelta”, dijo Michelle, mientras la multitud la aclamaba. Su discurso también incluyó un ataque contundente a Trump, subrayando su rechazo a la retórica divisiva del expresidente.
“Hemos visto su espina de hierro, la firmeza de su crianza, la honestidad de su ejemplo, y la alegría de su risa y de su luz”, dijo sobre la vicepresidenta y actual candidata, mientras continuaba con chistes hacia Trump, “su visión del mundo limitada y estrecha le ha hecho sentirse amenazado por la existencia de dos personas trabajadoras, con un gran nivel de educación, de éxito, que además resulta que son negras”.
Además, hizo una fuerte sátira al mensaje que el candidato republicano emitió durante su debate con Biden cuando dijo que los migrantes que cruzan a la frontera le están arrebatando el “empleos a los negros” estadounidenses. Así que preguntó: “¿Quién le va a decir a Trump que el trabajo que busca actualmente podría ser uno de esos ‘trabajos de negros?”, dijo Michelle desatando las risas.
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A pesar de no estar en el centro de la política, el expresidente Obama demostró que su influencia y carisma siguen intactos, movilizando a la audiencia demócrata con su fervoroso apoyo a Harris y realizando otra crítica severa hacia Trump, al que calificó de “peligroso”. Obama argumentó que Trump ha usado el poder para fines personales.
A lo largo del evento, Obama recordó el legado de su vicepresidencia bajo Joe Biden, destacando la transición del liderazgo y la necesidad de luchar por el país que creen. “Pero el testigo pasó de manos. Ahora es hora de pelear por el país en el que creemos”, afirmó el exmandatario, preparando el terreno para una intensa contienda electoral.
La noche del martes Kamala Harris fue oficialmente nominada como candidata a la presidencia por los casi 5,000 delegados demócratas. “Estamos tan honrados de ser sus nominados”, dijo Harris reflejando la determinación que marcará los próximos meses de campaña.
El evento también reflejó una notable presencia y energía, el respaldo de Barack y Michelle Obama a Kamala Harris y las críticas directas a Donald Trump no solo animaron a los presentes, sino que también establecieron el tono para una campaña electoral que promete ser una de las más intensas en la historia reciente de Estados Unidos.
