La primera amenaza llegó en marzo. Zulia. Ese estado donde el calor agota el aire y los ventiladores no son suficientes porque la energía es intermitente. Allá, en el Hospital Universitario de Maracaibo, el médico Freddy Pachano encontró dos casos sospechosos de coronavirus y le comunicó a sus colegas el tema. La alerta saltó de los consultorios a las aulas de la Universidad de Zulia, porque eran sus alumnos los que estaban en contacto con los posibles contagiados; luego a las redes sociales y a los medios.
A las autoridades del régimen no les gustó que se hablara de covid. El gobernador de ese Estado, Omar Prieto, es uno de esos políticos que publica fotos de Hugo Chávez en redes y mensajes que dicen “hoy amanecí más chavista que nunca”: es uno los líderes locales alineados con el Ejecutivo de Nicolás Maduro. Él mismo, durante una rueda de prensa que se transmitía por televisión, ordenó a la Dirección de inteligencia militar visitar a ese médico que hablaba de la pandemia.
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Pachano se fue de Zulia por un tiempo. “No quería ser amarillista, hacia mi labor como médico y profesor porque los estudiantes de posgrado que atendían a los sospechosos de covid eran mis alumnos”. Esa misma semana que el doctor envió su alerta se confirmaron los primeros contagios oficiales y el país entró en cuarentena. Días después, la comunidad académica tiene una amenaza más tajante que la del gobernador: el número dos del chavismo ordenó hacer la Operación Tun Tun contra los científicos.
El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, presenta cada miércoles su programa Con al mazo dando. Como si fuera una versión modificada del Aló presidente que hacía Chávez, Cabello dedica su franja en televisión nacional para hablar del país, la oposición y lo que hace el régimen. Esta vez el tema fue la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, que el día antes publicó un informe sobre el coronavirus en el país.
Desde 1917 la Academia lidera la comunidad científica. Esta semana se aventuró a dar un reporte basado en modelos matemáticos en el que estima que hay un subregistro de contagios del 63 % y que en el pico de la pandemia podrían presentarse entre 1.000 y 4.000 casos diarios, por lo que es necesario, dicen los expertos, mejorar la infraestructura hospitalaria para atender a los enfermos del futuro.
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Silenciar la ciencia
Con un tablero de corcho enfrente y un marcador en el que tachaba los datos que arrojó la institución, Cabello desestimó el trabajo de los científicos y cerró con un frase que tiene a la comunidad en alerta. “Esto es una invitación para que los organismos de seguridad del Estado llamen a esta gente. Están generando alarma, no tienen ni una sola prueba de que no se hacen las pruebas correspondientes, pero ellos dicen que el Gobierno miente (...) una invitación a un Tun Tun a los que hicieron este informe”, dijo.
Tun Tun no es un juego de niños. Es un nombre en clave que invita a los colectivos paramilitares que respaldan al régimen, las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), las milicias bolivarianas o algún otro actor armado, estatal o no, a intimidar a quienes incomodan al régimen. Por eso la Academia considera que han sido amenazados “por realizar nuestro trabajo: un reporte científico basado en estudios de expertos sobre cómo podría evolucionar la situación de la covid en Venezuela”.
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David Gamboa, director de la organización Aula Abierta, dice que la Operación Tun Tun es una maniobra que la comunidad científica y estudiantil conoce bien. “Llaman a actores vinculados al Gobierno de facto para arremeter contra objetivos. Lanzan ataques, amenazas y abren procedimientos judiciales utilizando los aparatos del Estado como un andamiaje para fortalecer la posición de control y subordinación de la sociedad”, explica Gamboa.
Sucedió antes. Al economista Santiago Guevara lo llevaron preso por publicar investigaciones que cuestionaban el modelo del chavismo, al profesor Levardo Serpa le abrieron un procedimientopor protestar contra el régimen, al estudiante de Medicina Franklin Camargo lo expulsaron de su universidad por criticar al chavismo. Ahora el riesgo es que los científicos repitan esa historia que otros sectores ya han vivido: persecución por informar.
Un médico venezolano, quien ha estado cercano al covid en su país, aseguró que “Diosdado acostumbra amenazar. Busca dar terror psicológico, te nombran para que te calles, te censures y no comentes nada”. Él pide guardar su identidad porque las declaraciones del oficialista ocasionaron un “miedo terrible” en la ciudadanía. Y es que, con las palabras de Cabello de “darle Tun Tun” a los científicos que trabajan sobre la pandemia, Venezuela se adentra en un camino oscuro que reta más al sector salud: trabajar con miedo .