El papa Francisco, de 88 años, permanece ingresado en el Hospital Universitario Agostino Gemelli de Roma desde el 14 de febrero debido a complicaciones respiratorias que le desencadenaron una neumonía bilateral. Desde el inicio de su hospitalización en el Gemelli, este centro asistencial ha aumentado su popularidad, y no es en vano, pues mantiene una estrecha relación con el Vaticano y ha sido esencial para momentos críticos de salud de los pontífices, especialmente con Juan Pablo II tras su atentado en 1981.
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Juan Pablo II, que dirigió la Iglesia católica desde 1978 hasta su muerte en 2005, estuvo ingresado nueve veces en Gemelli, donde pasó un total de 153 días. Este establecimiento es el más grande de Roma.
Por su parte, esta es la cuarta –y más larga– hospitalización de Francisco en el Gemelli, desde 2021. El jesuita argentino fue ingresado el 14 de febrero por una bronquitis. Desde allí, cuidan al pontífice brindándole los mejores cuidados posibles.
Este hospital fue inaugurado en 1964; hace parte de la Universidad Católica del Sagrado Corazón y es reconocido como uno de los principales centros médicos de Italia.
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Su relación con el papado se consolidó el 13 de mayo de 1981, cuando el papa Juan Pablo II fue trasladado de emergencia al Gemelli tras sufrir un atentado en la Plaza de San Pedro. Durante una operación de seis horas, los médicos lograron extraerle una bala del abdomen, salvando su vida. A raíz de esta experiencia, Juan Pablo II bromeó llamando al hospital “Vaticano III”, considerando la Plaza de San Pedro como “Vaticano I” y la residencia de verano de Castel Gandolfo como “Vaticano II”
