Lo que debía ser una jornada tranquila de kayak en la bahía El Águila, al sur de Punta Arenas, en Chile, se convirtió en una escena terrorífica y a la vez, emocionante. Adrián Simancas y su padre, Dell Simancas, navegaban por la zona el 8 de febrero de 2025 cuando una ballena jorobada emergió repentinamente y atrapó al joven junto con su kayak. La escena quedó registrada en un video que se viralizó de inmediato en las redes sociales.
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Según los expertos consultados en medios locales, este tipo de incidentes son extremadamente inusuales, ya que las ballenas no tienen intención de atacar a los humanos. Más bien, su inmensa boca, al abrirse para alimentarse de cardúmenes de peces y krill, puede generar situaciones imprevistas, como la que vivió Adrián.
Adrián recuerda cada segundo del suceso con claridad y aún con un tono de incredulidad. En una entrevista con el medio chileno CHV Noticias entregó detalles de lo ocurrido.
“Yo estaba remando tranquilamente, disfrutando del paisaje, cuando de repente sentí un impacto enorme por detrás. Pensé que era una ola, pero era demasiado fuerte. Cuando volteé, vi algo gigantesco, oscuro y carnoso... y en un instante todo se volvió negro.”
“No sentí dolor, pero estaba completamente desorientado. Solo escuchaba ruidos extraños y un fuerte sonido de succión. Pensé que me había comido. Lo único en lo que podía pensar era en cómo salir de ahí”.
La aterradora grabación del joven siendo devorado por la ballena jorobada
Mientras esto sucedía, su padre, que grababa la travesía con su teléfono, presenció con horror el momento en que la ballena se tragó el kayak con su hijo dentro.
“Grité su nombre, pero no escuchaba nada. Fue el peor momento de mi vida”, declaró Dell Simancas. Por fortuna, la ballena pareció darse cuenta de la presencia del extraño objeto en su boca y, en cuestión de segundos, lo expulsó con fuerza. Recordando la escena de la película de Pinocho, producida por Disney.
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“Sentí una presión enorme y, de repente, me vi impulsado hacia afuera con una corriente de agua. Cuando salí, no sabía si estaba vivo o muerto. Todo fue demasiado rápido”, explicó Adrián al medio local chileno.
Al salir a la superficie, aún aturdido y en shock, fue auxiliado por su padre, quien rápidamente remó hacia él para asegurarse de que estaba bien. Milagrosamente, Adrián no sufrió heridas graves, solo algunos rasguños y un enorme susto.
La oceanógrafa Susannah Buchan, experta en mamíferos marinos, explicó en sus redes sociales que las ballenas jorobadas no pueden tragar objetos grandes debido a la estructura de su garganta, que está adaptada solo para pequeños peces y krill.
“Las ballenas jorobadas no tienen la capacidad de ingerir un ser humano. Sus gargantas son relativamente estrechas, por lo que, en este caso, el kayak y el joven no podían pasar más allá de la cavidad bucal. Es probable que la ballena, al darse cuenta de que no era comida, simplemente lo haya expulsado”.
