Se llama el puente Øresund y conecta a Copenhague, en Dinamarca con Malmoe en Suecia. Lo particular y que maravilló a los arquitectos cuando se inauguró es que los conductores tienen que manejar 4 kilómetros bajo el agua para cruzar el canal Flint.
Que estos dos países hayan unido sus territorios con una de las llamadas maravillas de la infraestructura moderna se debe al arquitecto George KS Rotne.
Este año el puente que permite viajar entre Dinamarca y Suecia en sólo 35 minutos cumple 15 años y destacan su trabajo con la naturaleza ya que no pone en peligro los animales y plantes que habitan en el estrecho y mucho menos interfiere con los barcos que también cruzan el canal.
El puente sirve a dos líneas de tren y tiene además cuatro carriles de carretera, es entonces el puente combinado (tren-carretera) más largo de Europa.
La página web del puente muestra en tiempo real como está el tráfico del mismo e informa constantemente a los ciudadanos sobre las eventualidades.