Miguel Ángel López seguirá luchando, no sobre la bicicleta, sino en los estrados.
Un día después de ser suspendido provisionalmente por la Unión Ciclista Internacional (UCI) tras una potencial violación de las reglas antidopaje por uso y posesión de una sustancia prohibida en las semanas anteriores al Giro de Italia de 2022, el corredor reiteró, a través de sus redes sociales, su inocencia.
López, que corre en Colombia con el Team Medellín luego de que en diciembre pasado el Astana rescindiera su contrato por supuestos vínculos con Marcos Maynar, médico investigado por el caso de tráfico de medicamentos en España, señaló que desconoce las pruebas tomadas en consideración por parte de la UCI para adoptar la decisión de suspenderlo, pero que desde ya quiere constar que no existe ninguna evidencia objetiva del supuesto dopaje.
“Todos los resultados de mis análisis y mi pasaporte biológico son negativos”, y expresa que nunca recibió, utilizó o siquiera solicitó sustancia prohibida alguna, ni en el Giro de Italia ni a lo largo de su carrera deportiva.
Además, el boyacense, tercero del Giro y la Vuelta a España 2018, agrega que recurrirá a “todos los medios legales para limpiar su nombre”.
El deportista, que iba a participar en el Mundial en Glasgow, dice que solicitará de manera inmediata que se alce la suspensión cautelar acordada.
“No solo perjudica mi honor y daña la presunción de inocencia de este ciclista, sino que daña y perjudica a todo mi equipo, el Team Medellín, al equipo nacional de ciclismo de Colombia, y, en definitiva, el buen nombre de toda la comunidad ciclista internacional, al poner en duda mi carrera deportiva, sin que existan evidencias o resultados analíticos adversos”, indicó.
