Las energías renovables o no convencionales son una tendencia cada vez mayor para empresas, hogares y el sistema de distribución energético colombiano. La capacidad de dar un papel activo a quienes optan por ellas, más el ahorro y la contribución al medioambiente hacen de estas una opción única en el mercado.
“Hoy en día todos recibimos una cuenta de servicios en la casa o empresa, y si bien es cierto que esta tiene una medición muy exacta, controlar la energía y su consumo es algo complejo. Con un sistema de energía solar, podemos participar en el manejo de retribución y curvas de consumo, además estamos generando nuestra propia energía. Soy parte de la cadena y dejo de ser un consumidor para convertirme en un prosumidor”, explica Luis Felipe Vélez, líder comercial de Celsia.
Celsia, primera empresa en hacer una apuesta firme por las energías renovables o no convencionales en el país, ofrece servicios en energía solar con granjas solares, sistemas medianos para empresas y sistemas pequeños para las casas. Este tipo de energía se obtiene directamente de la luz del sol y no tiene ninguna operación compleja, es un panel estático que convierte la luz en electricidad.
En el caso de los hogares, la instalación de un panel solar en el techo de las viviendas para producir una parte de la energía que consumen ayuda a disminuir los gastos, aproximadamente entre un 30 % y 50 %, solo por la autogeneración realizada.
Cuando los hogares no alcanzan a consumir toda la energía autogenerada por los paneles solares, esta energía se devuelve a la red eléctrica y es compensada por el comercializador de energía respectivo en la factura mensual, así que se pueden presentar casos en los que un cliente obtenga ahorros hasta del 100 % por los excedentes generados.
“Hoy en día la tecnología nos permite montar sistemas de generación solar que producen un costo de kilovatio muy competitivo. Al comprar un kilovatio en la red normal de energía se debe pagar el componente de generación, de transmisión, de distribución y además unos conceptos regulatorios. Al instalar un panel solar debo asumir solo el costo de inversión, por lo que un kilovatio solar puede ser un 30 % más económico”, dice Vélez.
Además, los paneles solares tienen una vida útil de 30 años y la inversión que se hace al comprarlo se recupera en seis años. Esto se traduce en un ahorro de 24 años más sin invertir de nuevo.
Por otro lado, el uso de esta tecnología trae ventajas en cuanto a sostenibilidad, pues una de sus principales ventajas es el bajo impacto en la huella de carbono al momento de generar energía. Además, al terminar el ciclo de vida de los paneles, estos son reciclables porque están compuestos por vidrio y aluminio, lo que ayudaría a disminuir esa huella.